Mukí Súmi «Mujer que hila» se une a elaboración de cubrebocas en Urique
– Artesanas de la comunidad de Mogótavo se enfrentan a la pandemia de COVID-19 con organización, trabajo en equipo y nuevas propuestas
Hilos y telas de colores, son las herramientas de trabajo de un grupo de mujeres artesanas de la comunidad de Mogótavo en Urique, Chihuahua, quienes desde muy temprana hora se reúnen en un espacio al aire libre para bordar prendas características de hombres y mujeres ralámuli.
Mogótavo, que se ubica a dos kilómetros del Parque de Aventura “Barrancas del Cobre”, es un poblado en donde habitan aproximadamente 400 habitantes, de estos, 28 mujeres se unieron para crear “Mukí Súmi”, que significa: “Mujer que hila”, un proyecto que surgió como una propuesta para contrarrestar el avance e invasión de la artesanía China y de otras traídas de varias partes de México.
La idea principal fue crear alternativas para darles valor a las artesanías de los ralámuli, por ello y con el apoyo inicial de la fundación The Christensen Fund (fondo que brinda capacitaciones a pueblos y comunidades indígenas), fue como comenzaron con la elaboración de estas prendas.
“Ellas decidieron trabajar de manera tradicional. De principio solo se hacían napácha, que es la blusa, sipúchi (la falda), gorritos para bebés y morralitos; las cosas que hacían se vendían en los puestos de cada uno de ellos. Luego una de las compañeras que asiste a encuentros de mujeres nos ayudó a llevar artesanía y vendimos un poco más”, narra Perla Silvestre Lara, quien desde hace 12 años trabaja en la Sierra Tarahumara brindando asesorías a las y los indígenas.
Las artesanías y el COVID-19
La organización y el trabajo en equipo, permitió que el proyecto fuera cada vez mejor, comenzaron a vender colectivamente, luego crearon la etiqueta, el logotipo, se pusieron de acuerdo para crear inventarios y posteriormente se generó la página de Facebook “Mukí Súmi”.
Todo marchaba muy bien, la unión entre ellas hizo que el proyecto creciera rápidamente hasta que llegó la pandemia por COVID-19.
“Estábamos preparando ya, los productos para la Semana Santa, creímos que nos iba a ir mejor, pero luego vino la pandemia, entonces nos quedamos sin trabajar porque la materia prima la traemos de Chihuahua; fue así como el desabasto y el cierre de tiendas complicaron las cosas”.
Pese a las adversidades, este grupo de mujeres no se dejó vencer, por el contrario, consiguieron un recurso para la mano de obra y con eso hicieron cortinas y manteles para las instalaciones de la comunidad, pero cuando la crisis se hizo más fuerte se platicó de poder hacer cubrebocas artesanales para donarlos; elaboraron 400 de los cuales 380 se destinaron a un hospital en Cuauhtémoc.
“Luego de la donación y derivado de los agradecimientos en redes sociales, otras personas empezaron a conocer el grupo y empezaron a solicitarnos más; la rectora de la Universidad de Sinaloa nos pidió 100 cubrebocas para apoyar al grupo, después nos fueron comprando de diez, de veinte”, explica Perla Silvestre.
Cada cubrebocas lleva hasta tres horas de trabajo, según la experiencia de cada una. Ellas aprendieron a hacerlos solas y hacen todo a mano.
El COVID-19 y por consecuente la falta de turistas han hecho que la venta de artesanías vaya a la baja, por lo que es importante apoyar a estas comunidades a través de la compra de sus artesanías, ya sea por medio de Facebook: muki.sumi.771 o bien visitando el Parque de Aventura “Barrancas del Cobre”, el cual abrió sus puertas de nueva cuenta con todas las medidas de seguridad.
Cada pieza tiene un costo de 35 pesos, los elaborados con una sola tela; y 40 pesos los que cuentan con figuras triangulares.
FODARCH y el apoyo a “Mukí Súmi”
El Fodarch (Fomento y Desarrollo Artesanal del Estado), preocupado por las y los artesanos del Estado de Chihuahua han contribuido con la compra de 200 cubrebocas a este grupo de mujeres para apoyar a su economía, en estos tiempos difíciles.
Para la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico es importante la reactivación económica de todos y todas, por ello, invita a la ciudadanía en general a visitar responsablemente el Parque de Aventura, y a comprar artesanías y consumir productos locales.