O.J Simpson, que murió a los 76 años, asesinó a su exesposa y un amigo en 1994
O.J. Simpson, la exestrella del fútbol americano de la NFL cuya absolución en 1995 en el llamado «juicio del siglo» por los brutales asesinatos de su exesposa y un amigo de ésta conmovió al mundo, murió a los 76 años, anunció este jueves su familia.
«El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer», escribió su familia en la red social X.
O.J. Simpson era considerado un dios en Estados Unidos y su fama no cayó al colgar los botines y adentrarse en el mundo del entretenimiento. Pero el asesinato de su exesposa Nicole Brown Simpson y de un amigo, Ron Goldman, lo bajaron del olimpo y lo llevaron al banco de los acusados en 1994 en el llamado «juicio del siglo«.
¿Quién era O. J. Simpson?
Orenthal James nació en 1947, en San Francisco, California. De niño sufrió dificultades motrices y de salud que no lo proyectaban como el atleta en el que se convertiría años más tarde, cuando su talento como corredor lo haría ganar una beca en la USC y después, el premio al Mejor Jugador Universitario en 1968.
El éxito en la liga universitaria lo llevó a la NFL. En la primera selección del draft de 1969, los Bills de Buffalo eligieron al que se convertiría en el MVP en 1973 y que formaría parte de seis ediciones del Pro Bowl. En esa temporada marcó un récord que no han podido superar, corrió 2 mil yardas en una temporada, con un promedio impresionante por juego de 141.3 yardas.
El desempeño de O. J. fue durante sus nueve años en los Bills y en 1978 fue transferido a los 49ers para concluir su carrera dos años después.
Sin embargo, lo exitoso que fue en el campo quedó opacado en 1994, cuando su exesposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ron Goldman fueron hallados muertos afuera de su residencia en Los Ángeles.
Al tratarse de una persona de interés en el caso, O. J. Simpson huyó y protagonizó una persecución que fue como de película y quedó para la historia, al igual que el juicio que se volvió mediático alrededor del mundo.
Tras pasar 15 meses en prisión, O. J. fue declarado no culpable en 1995 y aunque recuperó su libertad, dos años después una corte civil lo consideró culpable y tuvo que pagar 33,500 dólares por daños.