Junto al grupo de los Elders (término inglés que significa los «mayores» o «ancianos» pero también los «sabios»), creado por Nelson Mandela para promover la paz y los derechos humanos. Foto: AFP
Pero al dejar el cargo, Annan fue uno de los dirigentes más populares de la ONU. Junto con la organización, Annan recibió en 2001 el Premio Nobel de la paz por sus «esfuerzos en favor de un mundo mejor organizado y más pacífico».
«He intentado situar al ser humano en el centro de todo lo que emprendemos: de la prevención de los conflictos al desarrollo, pasando por los derechos humanos», dijo al aceptar el premio en Oslo.
Salvo algunos años como director del turismo en Ghana , Annan dedicó 40 años de su vida profesional a las Naciones Unidas. Fue el primer secretario general que procedía de la misma organización.
Dirigió primero los recursos humanos de la ONU, luego los presupuestos, antes de dirigir a partir de 1993 el mantenimiento de la paz y ser propulsado cuatro años más tarde a la dirección de la organización.
En febrero de 2012, fue elegido por la ONU y por la Liga Árabe para llevar a cabo una mediación en la guerra en Siria. Foto: AP
Cuando dirigía el departamento de mantenimiento de la paz, la ONU vivió dos de sus períodos más sombríos de su historia: el genocidio ruandés y la guerra en Bosnia.
Los Cascos azules se retiraron en 1994 de Ruanda en pleno caos y violencias étnicas. Y un año más tarde, la ONU no pudo impedir que las fuerzas serbias mataran a miles de musulmanes en Srebrenica, en Bosnia.
Estos fracasos, escribiría Kofi Annan en su autobiografía, «me confrontaron a lo que iba a convertirse en mi más importante desafío como secretario general: hacer comprender la legitimidad y la necesidad de intervenir en caso de violación flagrante de los derechos humanos».
Una vez nombrado secretario general de la ONU, Annan se adaptó rápidamente a su nuevo rol, multiplicando las apariciones en televisión o asistiendo a mundanas cenas en Nueva York, hasta convertirse en lo que algunos calificaron de «estrella de rock de la diplomacia».
Kofi Annan, nacido en abril de 1938 en Kumasi (Ghana), debió su nombramiento a Estados Unidos, que puso su veto a un segundo mandato de su predecesor, el egipcio Butros Butros-Ghali.
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Ello no le impidió demostrar independencia ante las grandes potencias. Así, enfadó a Washington al calificar de «ilegal» la invasión de Irak en 2003 porque esta operación no fue avalada por el Consejo de seguridad.
En febrero de 2012, fue elegido por la ONU y por la Liga Árabe para llevar a cabo una mediación en la guerra en Siria, pero tiró la toalla cinco meses después.
Acusó entonces a las grandes potencias de mantener persistentes divergencias que transformaron su mediación en «misión imposible».
Annan creó una fundación dedicada al desarrollo duradero y a la paz, y formó parte del grupo de los Elders (término inglés que significa los «mayores» o «ancianos» pero también los «sabios»), creado por Nelson Mandela para promover la paz y los derechos humanos.