EL UNIVERSAL
El amor entre Sherlyn y Gerardo Islas, el político fallecido este jueves en España debido a un infarto, fue casi a primera vista.
El matrimonio de la pareja solo fue de dos años, pero detrás de ello existió una historia romántica en la que de alguna manera Luis Miguel, el cantante de La incondicional, estuvo involucrado.
Resulta que la actriz y el poblano se conocieron en 2009 en un evento filantrópico al ser presentados por Alejandro Basteri, hermano de «El Sol», y según allegados se gustaron, pero cada quien siguió su vida.
Tres años después, en 2012, el político vio en Facebook y de casualidad una foto de Sherlyn en una cama de hospital y le escribió preocupado por su salud, a la que ella respondió.
Meses después, él, siendo presidente del Partido Nueva Alianza en Puebla, tuvieron su primera cita y pasaron juntos esa Navidad.
A los siete meses de noviazgo, Gerardo se decidió por entregarle el anillo de compromiso a Sherlyn durante un viaje que realizaron a Indonesia, haciendo explosión entre los fans de la actriz que no descansaban en enviarle mensajes de felicitaciones. Y en septiembre de 2013 contrajeron boda civil en Cancún y poco después, por la iglesia.
Casi dos años después acordaron divorciarse. Él dijo que todo se debía a la agenda laboral de cada uno de ellos, que había ido fragmentando el amor.
Sherlyn utilizó en esa ocasión sus redes sociales para decir que las crisis había que asumirlas como son y, en caso de superarse, todo era felicidad. Y si no, había que contar con la inteligencia suficiente para superar todo.
Tiempo después, en entrevista con EL UNIVERSAL, la actriz reconoció que la relación no funcionó y le deseaba toda la felicidad.
«Que encuentre a una mujer que lo pueda amar más de lo que yo lo amé, que lo adore más de lo que lo pude adorar yo, alguien que sea más compatible con sus tiempos y que quizá no trabaje tanto como esta workaholic», declaró.