Xavi Hernández se presentó como técnico del Barcelona, y aunque su revolución inició bien, tendrá un largo camino de correcciones
Sergio Ramírez
La era de Xavi Hernández arrancó con un triunfo sobre el Espanyol en el derbi de Barcelona, sin embargo, al equipo blaugrana aún le queda mucho trabajo por realizar, pues se impuso en casa apenas por la mínima diferencia y gracias a un penal ejecutado por Memphis Depay.
El Barcelona, mermado por las múltiples bajas por lesión en el ataque, además del caso de Sergio ‘Kun’ Agüero, encontró el único gol en el arranque del segundo tiempo y ahora se jugará una de sus últimas cartas en Champions League frente al Benfica.
¿Cómo es el Barcelona con Xavi?
Además de inyectarle ánimo a un equipo que estaba decaído, Xavi ha comenzado a recuperar de a poco el estilo del equipo. Las ideas que se habían perdido con Ronald Koeman, regresan de a poco con la apuesta firme en la cantera a falta de elementos ofensivos.
De los 11 jugadores que arrancaron el partido, sólo Ter Stegen, Depay y de Jong no son hechos en La Masía. Del los ocho canteranos, tres son “recién egresados”: Gavi, Ilias Akhomach y Nico. Desde la banca ingresó en el segundo tiempo a más canteranos: Ronald Araújo, Riqui Puig y Abde Ezzalzouli.
Y el resultado fue una posesión mayor al 60% y una constante pegada. A lo largo de los 90 minutos, el Barcelona disparo 16 ocasiones, de las cuales seis fueron al arco, de modo que a la primera versión del Barcelona de Xavi le faltó efectividad de cara al arco.
En defensa, una de las zonas que más le duele al Barcelona desde la era Valverde e incluso en la de Luis Enrique, hubo una ligera mejora, aunque el Barça terminó pidiendo la hora y Xavi realizó cambios defensivos para evitar una sorpresa. Con todo y todo, Ter Stegen apenas intervino en dos ocasiones de los 12 disparos que intentaron los Periquitos.
Xavi pasó la primera prueba, aunque el martes, contra Benfica, será la primera prueba de fuego.