Por: New York Times
Kochi, India.- Darly y su familia se sintieron orgullo cuando el obispo Franco Mulakkal decidió oficiar la primera comunión de su hija en el templo católico de la India.
Todos ignoraban el infierno que estaba viviendo la hermana de Darly, una monjaque trabajaba con el obispo, quien había sido violada por el obispo una noche anterior. Durante la ceremonia no pudo contener las lágrimas en los ojos que fueron mal interpretadas como alegría.La familia dice que ese fue el primero de trese ataques que sufrio por dos años.
El obispo, quien sostiene que es inocente, será acusado de violación e intimidación y enjuiciado por un fiscal especial, afirmaron las autoridades policiales que investigan el caso. Pero la Iglesia reconoció las acusaciones de la monja solo después de que cinco de sus compañeras se rebelaron y la apoyaron públicamente. Querían llamar la atención sobre su búsqueda de justicia durante el último año, a pesar de que habían sufrido una gran presión para que guardaran silencio.
“Solíamos ver a los padres de la iglesia como equivalentes a Dios, pero ya no”, afirmó Darly, con voz temblorosa. “¿Cómo voy a contarle a mi hijo que la persona que nos enseñó sobre lo que está bien y lo que está mal le dio su primera comunión después de cometer un pecado tan terrible?”.
Este caso, sucedido en el estado sureño de Kerala, India, forma parte de un problema mayor de la Iglesia que recientemente fue admitido por el papa Francisco, después de décadas de silencio por parte del Vaticano. La máxima autoridad de la Iglesia católica dijo que el abuso sexual de monjas a manos de clérigos es un problema persistente en la Iglesia.
En una época en que cada vez menos personas asisten a la iglesia en Occidente, mientras se clausuran parroquias y monasterios en toda Europa y América porque están vacíos, el Vaticano depende cada vez más de lugares como India para que la fe siga creciendo.
“Los sacerdotes y las monjas de India son de suma importancia para la Iglesia católica en Occidente. El entusiasmo de los cristianos de Asia sobresale en comparación con la tibia religiosidad que practican en Occidente”, sostuvo Diarmaid MacCulloch, especialista en historia de la Iglesia en la Universidad de Oxford.
Sin embargo, el escándalo en Kerala está dividiendo a los católicos de India, que suman aproximadamente 20 millones, a pesar de ser una minoría relativamente pequeña en una población inmensa.