Gabriela Espinosa
A pesar de que pareciera que el monte Everest, la montaña más alta del mundo, es un lugar alejado de la contaminación del hombre por su ubicación y sus condiciones geográficas, la realidad es todo lo contrario.
Un estudio publicado recientemente en la revista científica One Earth, que analizó muestras recolectadas por una expedición de National Geographic, reveló que se encontró la presencia de microplásticos en la nieve y el agua de los arroyos del Everest.
La mayoría de estos microplásticos eran fibras de poliéster que probablemente pertenecían a la ropa y equipos de alpinistas que suben a la montaña con mucha frecuencia.
¿Qué encontraron en el estudio?
Para empezar es importante mencionar que los microplásticos son literalmente pedazos de plásticos muy pequeños, de menos de 5 milímetros de diámetro, que pueden aparecer en algún lugar derivado de la descomposición de elementos más grandes.
Los científicos, que llegaron en una expedición de National Geographic en 2019, recolectaron 8 muestras de aproximadamente 900 mililitros de agua de los arroyos y 11 muestras de 300 milímetros de nieve en distintos puntos de la montaña.
Resulta que se encontraron microplásticos en todas las muestras de nieve y en tres de las muestras de agua de arroyos.
Encontraron un promedio de 30 partículas microplásticas por litro de agua en las muestras de nieve y hasta 199 por litro en la muestra más contaminada. Aunque en los arroyos las muestras son menores, es probable que esto se explique ya que el agua corriendo es capaz de eliminar más rápido la contaminación.
Como era de esperarse, la muestra más contaminada de nieve fue la del campamento base del Everest en donde se concentra la mayor parte de actividad de alpinistas en toda la montaña.
Tráfico en el Everest
Y es que aunque parezca increíble, hasta en la montaña más alta del mundo hay tráfico de alpinistas para llegar a la cima. Apenas el 22 de mayo del año pasado, más de 200 montañistas rompieron un récord al subir a la cima al mismo tiempo.
El problema fue que todos querían llegar la cumbre, por lo que se formó una fila de varias horas en un estrecho paso de la ladera. En este contexto lamentablemente dos montañistas perdieren la vida.