Monica Tirado
Marianela Ancheta lo visualizó, lo soñó y lo logró: hoy es la representante de Cuba en Miss Universe y está haciendo historia, pues es la primera representante de su país en 57 años. Por casi seis décadas el país se mantuvo ausente del concurso, y ahora vuelve con una digna representante de la Región Central. Con 31 años, la originaria de Ranchuelo, Villa Clara está triunfando, pero su camino no ha sido nada fácil. En entrevista con ¡HOLA! AMÉRICAS, Marianela nos habló de su infancia en la isla, además de su estadía en México, país que la arropó mientras ella y su madre soñaban con llegar a Estados Unidos.
«Para a mí es un gran honor representar a mi isla de Cuba después de tantos años de ausencia en el Miss Universe. Tener una voz y poder demostrarle al universo lo que somos los cubanos, que hemos estado tantos años de ausencia»
Tras dejar Cuba, pasó por México y después madre e hija pusieron rumbo a Estados Unidos. Los primeros años en su nuevo hogar fueron duros, pues las jornadas de trabajo eran largas, e incluso, los fines de año tenía turnos que cubrir. En esa misma conversación, Marianela nos contó de sus primeros trabajos; lavando baños, limpiando un banco y trabajando en tiendas como vendedora.
«Fue muy difícil, porque vine sola con mi mamá, cruzamos frontera precisamente por México».
Marianela nos reveló cómo la canción de Mi primer millón de Bacilos la hizo ilusionarse con una vida mejor. Como anécdota, la modelo nos confesó que en dicha canción, los intérpretes hacen mención al diseñador Oscar de la Renta, y ella, siendo una niña, soñaba con vestir una de las creaciones del afamado diseñador. Luego de superar todos los obstáculos y de trabajar muy duro, lo logró: se convirtió en modelo y desfiló en una pasarela del dominicano e incluso llegó a conocerlo.
Con esta determinación que la distingue, Marianela fue conquistando el mundo de las pasarelas, hasta que Miss Universe Cuba llegó a sus manos y en una ceremonia en Miami, ganó el título y la corona. Si bien no fue coronada en su tierra, sueña con que un día esto sea posible.
Marianela, eres la primera Miss Cuba en 57 años, ¿cómo te sientes?
Estoy extremadamente feliz, emocionada. Para a mí es un gran honor de representar a mi isla de Cuba después de tantos años de ausencia en el mismo universo. Tener una voz y poder demostrarle al universo lo que somos los cubanos, que hemos estado tantos años de ausencia.
A veces pienso que es como un sueño del que voy a despertar. Incluso se lo he dicho a mi mamá, le digo: ‘Mamá, yo siento todavía que es como yo voy a estar durmiendo, me voy a despertar y simplemente fue un sueño’.
Sus inicios
¿Cómo fue tu infancia en Cuba? ¿Qué recuerdos guardas del lugar que te vio crecer?
Fue una infancia muy linda con toda mi familia, sobre todo. Eso es lo que lo que más extraño. Mi familia, todos mis amigos de la escuela, mis maestras. Fui una niña muy feliz, una niña muy traviesa. Me encantaba esconderme en el escaparate y que mi mamá me buscara. Y recuerdo mucho, más que nada de Cuba, recuerdo las personas. Esa humildad, ese cariño, ese apoyo que siempre me mostraron, que siempre me mostraron todas las personas, los vecinos. Esa empatía que se tiene allá. Tengo muy lindos recuerdos de mi niñez.
¿En qué momento decides hacerte modelo?
Cuando yo tenía aproximadamente como siete años, había una canción que decía: ‘Comprarte un vestido de Oscar de la Renta…’. Entonces, yo decía: ‘Ese señor debe hacer unos vestidos tan bonitos’. Pero como yo era de un pueblito donde no había modelaje, ahí no había nada, yo decía: ‘Un día yo quisiera modelar para ese señor que hace vestidos bonitos’.
Cuando llegué a Estados Unidos, bueno, primeramente, muy lejos de ser modelo, a la edad de 13 años, trabajaba limpiando un banco con mi mamá. No me pagaban porque el dinero era para la renta. Y tuve otros trabajos, la vida me llevó por el modelaje. Luego pude modelar para el señor que hacía los vestidos bonitos de Oscar de la Renta. Así que fue un gran sueño que hice realidad. Y la vida me fue llevando por ahí.
¿Cuál fue ese sentimiento cuando te pudiste poner un vestido de Oscar de la Renta y desfilar en esa pasarela? ¿Cómo lo recuerdas?
Yo me sentía como una princesa. Yo no me lo creía. Yo creo que me lo vine a creer después que yo terminé esa pasarela, porque yo decía no puede ser. Cuando mi agente me escribe y me dice: ‘Te escogieron para Oscar de la Renta’, yo estaba en shock porque ni siquiera fui a hacer un casting. Simplemente mi agente me dijo: ‘Tienes Oscar de la Renta tal día’. Yo no lo creía, hasta lo conocí. Para mí eso fue un sueño. Para mí fue un sueño logrado.
Salir de Cuba
¿Cómo fue esa travesía de dejar Cuba y llegar a Estados Unidos? Me imagino que fue duro porque dejaste amigos, escuela, familia… además es un país nuevo y con otro idioma.
Fue muy difícil, porque vine sola con mi mamá, cruzamos frontera precisamente por México. México es un país que para mí significa mucho, porque fue quien me abrió las puertas y gracias a México he logrado todas estas cosas y todos estos sueños que estoy logrando hoy en día, porque fue el puente que me trajo a este hermoso país que es Estados Unidos.
Cuando llegué a Estados Unidos con mi mamá, no teníamos familia aquí. Simplemente, estábamos yo y ella solas. Teníamos algunos amigos que sí nos apoyaron, pero nos tocó súper fuerte. Yo trabajaba en un banco, limpiando pisos. Después, tuve algunos trabajos. Bueno, a los 16 años trabajaba en una farmacia en New Jersey, porque estuve un año por allá, por Nueva York. Y aproximadamente como a los 16 años, fue mi primer trabajo oficial, que trabajaba limpiando los pisos de una farmacia y velando que no nos robaran, y al mismo tiempo iba al high school.
Luego, sí, luego trabajé en una farmacia acá, y trabajé también por Hollister y Abercrombie, un trabajo que todos los muchachos de la high school siempre teníamos, pero yo tenía dos, y recuerdo los 31 de diciembre y los 24, que yo lloraba limpiando el piso.
Y como digo en una de mis historias, que he contado por ahí, esto me pone sensible. Yo lloraba y yo decía: ‘Esto un día va a cambiar’. Siempre me decía lo mismo. Entonces, resumiendo, fue muy difícil, pero dicen que los tiempos malos forman grandes personas.
¿Cuáles son esos recuerdos que tienes de México?
Recuerdo que cuando llegué la comida era muy rica, la comida era muy rica y las personas eran muy amables. Para mí, que una niña de 13 años, que crecí sin tener tanta ropa, sin tener tantas opciones de comida, yo recuerdo que llegaba a los tianguis (mercados sobre ruedas) y recuerdo que me compré unas chancletas plateadas, unas chancletas le decimos como unas sandalias plateadas, y fueron cosas como que como que mis ojos se abrieron al mundo, porque en Cuba yo vengo de una familia muy humilde y verdaderamente no tenía mucha ropa, yo creo que tenía como cinco t-shirts para salir, no tenía más nada. Entonces, al llegar a México, México me abrió los ojos, me abrió las oportunidades y me alimentó y me dio comida.
Oye, ¿de casualidad te tocaría la época de Rebelde y RBD?
¡Claro! Eso fue como en 2006. Fue por ahí, sí, total. Y los veía en el televisor, todos los canales, me acuerdo, los comerciales de los champús. Para mí, siendo una niña que nosotros en Cuba teníamos como tres canales de televisión nada más, yo veía todos los canales en México. O sea, México era como que decía: Dios mío, el mundo es diferente a lo que yo pensaba.
El apoyo de los suyos desde Cuba
Yo sé que es algo muy duro para ti, quizá, ¿pero dejaste familia en Cuba?
Sí, casi toda mi familia está en Cuba. Hace muchísimo no los veo, pero hablamos por cámara y espero verlos pronto. Soy única hija. Mi mamá va a Cuba a veces y viene acá también, pero la mayoría de mi familia, todas diría que está en Cuba.
Oye, ¿y qué te han dicho ellos de que fuiste coronada? Me imagino que no pueden de felicidad
Me llaman cada segundo. Me dicen: ‘Tú eres nuestra reina’ o me comentan, cosas como: ‘¿Te acuerdas cuando eras chiquita y que te ponías este vestido y que hacías esto, que a ti siempre te gustó?’ Me dicen que están orgullosos de mí, de mis raíces y de todo lo que he superado. Me motivan mucho.
Para ti, ¿cómo fue ser coronada en Miami, no exactamente en tu país?
Yo creo que para todos los cubanos y para todas las cubanas es una gran oportunidad, independientemente que no hayas sido coronada en Cuba, porque sabemos todos los problemas políticos que tenemos. Pero a pesar de eso, siento que la vida nos dio esta gran oportunidad. Y bueno, el señor Prince Julio César, que fue quien hizo esto posible para todos los cubanos. Y si tenemos que viajar en todas las partes del mundo, ir a Miami a hacer la nueva Miss Cuba, pues es un gran logro.
Yo realmente espero que algún día podamos hacer esto en nuestro querido país y hacer esto, hacer el Miss Cuba en nuestra tierra.
Rumbo a Miss Universe
¿Cómo te estás preparando para Miss Universe?
Bueno, para nosotros, que no tenemos esta tradición, que no crecemos así preparándonos como como misses. En mi caso, yo soy modelo, que es muy diferente, aunque algunas personas no lo saben, es muy diferente ser miss. Yo he tenido que aprender todo desde cero y en mi caso, hablar delante de cámaras, proyectarme delante de cámaras, todas esas cosas las estoy aprendiendo y las tengo que aprender.
Tengo un gran equipo que es quien me va a preparar. Tengo un mes, aproximadamente, para prepararme. Y tomando clases de oratoria, practicando delante de las cámaras, porque sí, confieso que no tengo tanta experiencia como a lo mejor otras de las concursantes que están en Miss Universo, pero siempre que hay ganas, se puede hacer y cumplir todos estos retos.
¿Cómo te gustaría ser recordada como la primera Miss Universe Cuba en los últimos 57 años?
Yo quisiera que me recordaran como esa mujer que unió a todos los cubanos, que los unió por una causa, que los unió en corazón, que hizo que todos los cubanos tuvieran la empatía los unos con los otros y que todos lucharan por la misma causa.