Historia de Mediotiempo IA
México ha sido cuna de grandes campeones en la historia del boxeo, desde Rubén Olivares hasta Julio César Chávez. Pero en la categoría de peso mosca, uno de los nombres que resuena con más fuerza es el de Miguel Canto, «El Maestro». Nacido el 30 de enero de 1948 en Mérida, Yucatán, Canto se convirtió en una leyenda que dejó huella en los cuadriláteros, tanto a nivel nacional como internacional.
Carrera ascendente
Miguel Canto comenzó su carrera en 1969, y aunque sufrió un revés en su primer intento por el título mundial en 1973 contra el venezolano Betulio González, eso solo sirvió para fortalecer su espíritu competitivo. Dos años después, su destino cambiaría de manera dramática.
Conquistando el mundo: El título de Sendai
El 8 de enero de 1975, en Sendai, Japón, Canto demostró que estaba listo para la grandeza. Ganó el cinturón de peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en una pelea contra el japonés Shoji Oguma. Este sería el inicio de un reinado que duró hasta 1979, defendiendo su título en 15 ocasiones exitosas.
La Rivalidad con Betulio González
Una de las sagas más emocionantes en la carrera de Canto fue su rivalidad con Betulio González. Después de su derrota en 1973, Canto se «sacó la espinita» en dos emocionantes peleas, demostrando que la perseverancia y el espíritu de lucha son armas poderosas en el ring.
Caída y retorno
Fue destronado el 18 de marzo de 1979 por el coreano Chan Hee Park, pero no sin antes concederle una revancha que terminó en empate.
Legado
Nombrado como el «Peleador del Siglo» en la categoría de peso mosca por la agencia Associated Press, junto al filipino Pancho Villa, el legado de Miguel Canto es eterno. Su historia es un testimonio de resiliencia, habilidad y pasión por el deporte.
Conclusión
Miguel Canto es más que un boxeador; es un ícono que representa lo mejor del deporte mexicano. Su carrera y legado son un faro de inspiración para las futuras generaciones de pugilistas. «El Maestro» nos enseñó que, sin importar las adversidades, siempre es posible levantarse y seguir luchando.