Los meteorólogos alertan, además, que la acumulación de lluvias podría llegar hasta los 30 centímetros en algunas zonas.
El gobernador de Florida, Rick Scott, prometió que en cuanto pasara el peligro se producirá una “masiva respuesta” para apoyar a la región afectada, conocida como Panhandle, con más de un “millar de especialistas en búsqueda y rescate de personas” y 3 mil 500 miembros de la Guardia Nacional del estado.
Scott destacó que tienen preparados camiones cargados con toneladas de alimentos, agua y otros suministros críticos.
La División de Investigación de Huracanes del NHC apunta que Michael tocó tierra como el tercer ciclón más intenso en la historia reciente de EU.
No en vano, el Servicio Nacional de Meteorología en Tallahassee, capital de Florida, emitió un aviso de “viento extremo”, el primero de este tipo en su historia.
Momentos antes de que tocara tierra y cuestionado por la prensa, el presidente Donald Trump dijo: “Dios los bendiga a todos”, e informó que esperaba que las personas que no pudieron o no quisieron desalojar superen el trance, pues son “gente fuerte, inteligente y maravillosa”.
El mandatario adelantó su intención de visitar algunas de las zonas afectadas en los próximos días y señaló que podría ser “el domingo o el lunes”.
Mientras seguían en efecto toques de queda en varios condados de Pandhandle, el ciclón se movía por el interior de Florida hacia el vecino estado de Georgia con vientos máximos sostenidos de 220 km/h y rachas aún más intensas.
El gobernador de Georgia, Nathan Deal, amplió la declaración del estado de emergencia a 108 condados del estado y ordenó que mil 500 soldados de la Guardia Nacional estén disponibles para ser desplegados en la zona por la que se prevé que pase hoy Michael.
Más de 3.7 millones de personas viven en zonas bajo alerta por el paso del huracán, desde la costa del Golfo de México hasta Virginia, donde se espera que Michael llegue hoy o mañana ya debilitado y degradado a tormenta tropical.
AccuWeather, una compañía privada que ofrece servicios de pronósticos meteorológicos en todo el mundo, previno que el daño sería “catastrófico” a lo largo de 50 millas de costa de Florida y su fundador y presidente, Joel N. Myers, lo comparó con una “bomba o un tsunami”.
Más de 30 mil hogares y negocios en Florida se quedaron sin electricidad en el noroeste del estado, de acuerdo con la compañía eléctrica Duke.