Para José Antonio Meade la lista de candidatos a diputados plurinominales y a senadores del PRI son “balanceadas” y con “buen equilibrio”, en la que se incluye perfiles del Ejército, la Marina, además de cumplir con el tema de la equidad de género y con los jóvenes priistas (tan jóvenes como Carlos Aceves del Olmo, Enrique Ochoa o Claudia Ruiz Massieu).
En fin, pues muy bonita, balanceada y todo… pero las críticas por la tendencia nepotista y de élite que evidencia dicho listado estuvieron duras, resaltando el caso de Ximena Puente de la Mora, quien antes de ser lanzada para una diputación federal muy convenientemente se desempeñaba como consejera del Instituto Nacional de Transparencia, el Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Mientras muchos legisladores señalan el evidente conflicto de intereses que rodea la candidatura de Puente, para Meade el hecho de que esas críticas provengan de personajes que antes de mostrar gustos partidistas se desempeñaron como integrantes del ya desaparecido IFE o de instancias internacionales, es una actitud hipócrita. Así lo dijo: ““A mí me parece que es un planteamiento absolutamente hipócrita y profundamente condenable, yo creo que no hay más elemental atrás de esa candidatura que reconocer la importancia de la transparencia y reconocer la importancia de la trayectoria”.
Y en lo que Meade se desvivía para defender la genial postulación de la excomisionada, en el Senado se propuso crear un punto de acuerdo para exhortar al INAI a denunciar ante su órgano de control a Ximena Puente. “No es la primera vez que Ximena Puente de la Mora muestra una actitud falta de probidad, autonomía y compromiso con el INAI y que trata de usar su puesto como trampolín para brincar a otras posiciones. Basta hacer memoria a la convocatoria que hiciera esta Institución Senatorial para cubrir la vacante de Fiscal Anticorrupción, puesto para el que, gracias a su postulación plurinominal por el PRI, podemos inferir que no cumplía con el requisito de independencia”, denuncia el documento creado por los senadores Marcela Torres, Ernesto Ruffo, Juan Carlos Romero Hicks, entre otros.
Siguiendo con la defensa de lo indefendible, el candidato presidencial tricolor comentó también sobre la candidatura a diputado federal del vivo ejemplo del mirreynato en la política mexicana: Jorge Emilio González. Cuestionado sobre su opinión respecto a la inminente llegada del Niño Verde al Congreso, Meade aseguró que, pese a los escándalos en los que se ha visto envuelto tan fresón personaje y que nunca ha conseguido un puesto por elección popular, su candidatura es válida, ya que el susodicho posee “experiencia parlamentaria de mucho tiempo (…) y compromiso con el medio ambiente entero (…) Me parece que la expresión en el Partido Verde, de incluir a Jorge Emilio, hace un reconocimiento de la representatividad que Jorge Emilio tiene en el Partido Verde”.
Recordemos que Jorge Emilio González fue incluido en la lista de plurinominales presentada por el Partido Verde, con el cual el PRI irá en coalición con miras a la elección de julio próximo. Y bueno… también vale la pena recordar la “experiencia legislativa” del exdirigente del PVEM: en 2004 fue vinculado a actos de corrupción por la revelación de un video (sí, ése donde “lo chamaquearon”); en 2013 fue llevado al “torito” por manejar en estado de ebriedad; en 2015 solicitó licencia en su cargo como senador… y nunca regresó. Ahh y claro, la muerte de una búlgara, caso de 2011 en el que se le involucró debido a que el departamento ubicado en el piso 19 de un edificio en Cancún, desde el cual cayó la mujer, era de su propiedad. Alvaro Cortes