De un clásico rival a otro, o de un club de barrio a otro, o de uno de una ciudad a otro de la misma metrópoli, la afición tiene memoria y no perdona una.
Sea por dinero, por desgaste mental y psicológico, por maltrato dirigencial o diferencias con el entrenador y sus compañeros, por relaciones rotas con la hinchada de tu club, cada jugador es profesional y decide un cambio de rumbo rotundo e impensado para propios y extraños para su bien y el de su familia.
Sin embargo, y para mala suerte de ellos, las principales víctimas, el fútbol no perdona ni olvida una «traición» generada, en gran parte, por la prensa y, en otra medida, por la afición de turno, la cual lo pasó de tener en un póster como ídolo y héroe absoluto a quemar sus camisetas, las más vendidad hasta ese momento cumbre.
Debido a estas razones, repasamos los traspasos de futbolistas que más coraje, rabia y odio generaron en unos, como también burlas, cánticos y amor en la hinchada de su nuevo destino. Desde Michael Laudrup, pasando por Hugo Sánchez, hasta llegar a Bernd Schuster, los casos más llamativos y conocidos del mundo de la redonda.