La masacre de 11 jóvenes que se encontraban en una posada en Salvatierra habría sido cometida por un grupo que intentó ingresar a la fiesta sin estar invitados. Al ser rechazados, los hombres regresaron con armas de fuego y comenzaron a disparar contra los asistentes, de acuerdo con la hipótesis que dio a conocer la Fiscalía de Guanajuato.
Con base en 35 entrevistas a testigos, las autoridades apuntan a que la madrugada del domingo 17 de diciembre, hombres con armas largas calibre .223 y 7.62 de diversos calibres, atacaron a los invitados de una posada navideña en una exhacienda de la comunidad de San José del Carmen, porque no los dejaron pasar.
Aunque en un principio se informó de 12 personas asesinadas en Salvatierra, la Fiscalía de Guanajuato dijo que en realidad son 11 las víctimas que perdieron la vida en la masacre y 14 personas resultaron heridas. Aclaró que la doceava persona que llegó al hospital, a donde fueron llevados los heridos de la masacre, murió, pero no estaba relacionada con los hechos.
En la exhacienda, los peritos de la Agencia de Investigación Criminal hallaron 195 elementos balísticos.
Entre las víctimas de la masacre de Salvatierra se encuentra Silvia Thalía Cornejo Cornejo de 25 años. En 2017, fue coronada como Reina de la Candelaria en un certamen de la feria de la ciudad.
Ese mismo año, Thalía Cornejo se organizó con sus amigos para reunir víveres para las personas damnificadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre.
La joven estudiaba psicología en la Universidad Tecnológica de México (Unitec) en Querétaro, estado en el que también vivía y visitaba los fines de semana a sus familiares en Salvatierra.
Antonio de Jesús Sánchez Pérez estudió en la Universidad de Guanajuato. De cariño le decían Toñito, daba clases de contaduría, era deportista y religioso.
Personas cercanas a su familia lo describieron para el medio AM como un ser apreciado por su carisma y sus aspiraciones, además de ser un buen hijo, hermano y amigo.
De acuerdo con sus redes sociales, mantenía una relación sentimental con Paulina López, la hermana de Marco Antonio López Castro, otra de las víctimas.
Marco Antonio formaba parte de la Liga Municipal de Básquetbol de Salvatierra. La misma liga aseguró en un mensaje que él “siempre demostró ser un apasionado por el baloncesto”.
Héctor Alamaraz tenía 16 años, estudió en la Escuela Secundaria Técnica #2. Disfrutaba cantar y en sus redes se podía observar que también trabajaba en el campo.
“Le doy gracias a Dios y a la Virgen por haberme elegido para ser tu mamá durante éstos 16 años, por darme la dicha de coincidir en ésta vida contigo. Siempre serás la irreverencia más bonita, el corazón más puro y la sonrisa más sincera. Mi niñote bello de ojos bonitos, no sólo te vas tú, te llevas la alegría de la casa, las risas espontáneas, los abrazos sinceros, los chistes raros, las vaciladas”.
“Me dejas hecha pedazos que no sé cómo acomodar. Quién va a cantar y escuchar música todo el día, quién me va a regañar por estar achacosa, quién se acostará junto a mí para que le rasque la cabeza, quién me dirá ‘te amo má’ cada vez que me llamaba. Mi Gordito, la vida sigue, lo sé, lo que no sé es cómo hacerlo”, escribió su mamá en sus redes sociales para despedirlo.
Macarena Becerril fue descrita como linda, amable, amorosa y responsable por una conocida. Ella narró que cuidaba a su hermanito desde pequeña y que se encontraba “siempre ayudando al prójimo”.
Emiliano Vargas García estudió ingeniería mecatrónica en el Tecnológico Nacional de México en Celaya. Institución que se unió a la pena de la familia y expresó sus condolencias.
Alberto Ramírez fue velado en la Funeraria Santa Rita, donde también fueron llevados los restos de Galileo Almanza, Irving Ruiz y David Hernández, otros de los jóvenes asesinados, de acuerdo con AM.
Por último, Juan Luis García Espitia, parte del equipo de la banda Dinastía Cornejo, nació en 1987, tenía 36 años y murió tras el ataque.
La banda está solicitando apoyo para que la familia pueda cubrir los gastos fúnebres.
Este miércoles, ciudadanos organizan una marcha pacífica, con veladoras, en Salvatierra por la masacre en la que murieron los 11 jóvenes. “Marchemos dando luz en el camino para los que ya se fueron”, se lee en el cartel que circula en redes sociales.
Con información de Rodrigo Guijón