MÁS QUE ACCIÓN EN LA PANDEMIA, DOMINA LA GRILLA EN CHIHUAHUA
Por Lorena Ruiz P. / Colaboradora
Acabando de anunciar la Secretaría de Salud federal el semáforo Naranja para Chihuahua el viernes pasado, el gobierno estatal decide dejar su Amarillo-mostaza mientras reconoce que se eleva el número de contagios y muertes por Coronavirus, como una forma de quedar bien con la sociedad a pesar de los riesgos.
Ya se había planteado que las medidas de control que funcionaron en noviembre deberían retomarse en enero y febrero por el estimado incremento post-navideño, pero con la mejora de no cerrar las tiendas de autoservicio, sino promover su apertura las 24 horas; no prohibir la venta de bebidas alcohólicas pues se llegó al clandestinaje y, en ambos casos, generaron filas interminables de ansiosos compradores que potencialmente pudieron contagiarse.
Pero queriendo quedar bien para justificar que se apoya a la sociedad y el empleo con este semáforo extraño, Gobierno del Estado a través de Comunicación Social continúa con sus boletines de prensa amarillistas con encabezados alarmistas en los que quiere que los medios destaquen la situación: «Rebasa Chihuahua los 50 mil casos confirmados de COVID-19».
Pero no señala que esta cifra es en 10 meses de pandemia; que en el estado hay 3.7 millones de habitantes; y que la incidencia de muertes es del 10 por ciento, lo que significa que no se realizan suficientes pruebas COVID.
La cifra de 50 mil casos no es para alarmarse, pues comparando con El Paso. Texas (datos diarios de la Secretaría de Salud estatal), allá ha habido 113 mil contagios, tomando en cuenta que es una comunidad menor que el estado de Chihuahua y únicamente tienen 1 mil fallecidos… el 1 por ciento.
Entonces los 4 mil 600 muertos chihuahuenses son muchos, representan el 10 por ciento de los casos reconocidos en 10 meses, lo que demuestra lo dicho: faltan cientos de pruebas para conocer la realidad.
En años anteriores la gripe y los resfríos invadieron todas las casas y oficinas del estado; fueron millones de contagios y todos los vimos.
Hoy, con una enfermedad pandémica es necesario promover la higiene; instalar espacios para atención a enfermedades generales en gimnasios de las cabeceras municipales; dejar de alarmar y poner energía y apoyos a comerciantes; repartir cubre-bocas en las calles; obligar a los concesionarios a disponer de más unidades y con mayor frecuencia para el movimiento de pasaje y evitar así contagios; subsidios reales a los microempresarios; dejar de poner lonas triunfalistas de un Informe de Labores en Palacio, cuando se sabe que no se ha hecho algo destacado; quitar a cientos de asesores y personal de Comunicación Social que no hace algo más allá de poner «me gusta» en las publicaciones oficiales y alejarse de la grilla por el relevo en las próximas elecciones.
Si sigue Javier Corral atacando a Maru Campos, a panistas, morenistas y a los chihuahuenses esperando que San César D. le haga el milagrito, ya pueden prepararle la ceremonia de asunción a MORENA, y con suerte, hasta Marco Adán Quezada regresa a la Presidencia Municipal.
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