Eduardo Arredondo Delgado
Luis Alberto Fierro aún rector de la Uach no puede dormir ni siquiera acompañado por su osito de peluche; teme lo peor, ir a la fría cárcel.
Ya los cambios se han hecho notar y vienen algunos más.
De acuerdo a un informante de la Facultad de Filosofía y letras, vinculado a un maestro, Felipe Saavedra, en esta semana habrán de renunciar cuatro personajes más de primer nivel. Al hundirse el barco, saltan las ratas, uno de ellos fue Raúl Sánchez Trillo un pillo de alto calado que le jugo al artista pero viendo la posibilidad de enriquecerse ni la pensó, tomó lo indebido al igual que un historietero, Ramón Gerónimo Olvera, quien ya no asista a la institución, se presume que renunció la semana pasada.
Las irregularidades continúan y la corrupción abre un nuevo precedente. Si bien su antecesor, Jesús Enrique Seáñez demostró que si podía lograr algún avance académico pese a su perfil gris. Sin embargo Luis Alberto Fierro podía ser considerado como uno de los peores rectores en la historia de la universidad, fundada por Óscar Soto Máynez.
Luego de los escándalos, quedó desierta la licitación del alumbrado (Led) en sesenta luminarias; es posible que Fierro haya también estado involucrado en este jugoso negocio.
En su momento, el maestro Luis Santoyo no podía dar crédito de las irregularidades de la Uach pero con el paso del tiempo se dio cuenta que la realidad supera la ficción.
Robo hormiga en RU
El rector no atiende las llamadas ni de sus familiares ni el robo hormiga de materiales importantes de Radio Universidad.
Lo han calificado de incompetente y al tiempo que salen más fechorías de su cuerpo de allegados y confidentes. Todo indica que el impuesto universitario, “perdido” o robado tendrá que aparecer o de lo contrario varios funcionarios y exfuncionarios pasarán una temporada en las frías celdas, no vaya ser que se enfermen.