ANDREA FISCHER
Después de una década de difundir información científica en torno a la sexualidad, Mary Ware Dennett fue encarcelada por ‘obscena’.
En 1929, Mary Ware Dennett fue puesta bajo arresto por la policía británica. A pesar de que se estaba gestando ya una segunda ola del feminismo en Europa, la castidad todavía era un valor entre la sociedad de Estados Unidos. Que ella, con 47 años de edad, publicara un panfleto de educación sexual gratis, por tanto, se había visto como una violación absoluta, ‘obscena y lasciva’ las buenas costumbres estadounidenses.
Por esta razón, Dennett pasó una noche de enero de 1929 detrás de las rejas. Ésta es su historia.
Una revolución sexual por correo
Durante meses, Mary Ware Dennett dedicó su vida a formarse en la anatomía de las mujeres. Homéopata y abogada, decidió integrarse al activismo feminista desde la ciencia. Hasta entonces, gran parte del avance científico en la medicina se había centrado en el cuerpo de los hombres. A partir de sus reacciones a ciertas medicinas y su comportamiento en general, sencillamente se asumió que el organismo de las personas con vulva funcionaba de la misma manera.
Bajo la mirada falocéntrica de la medicina decimonónica, no había porqué investigar el aparato reproductor femenino y su influencia en los demás órganos del cuerpo. El orgasmo estaba relegado a una cuestión pecaminosa, impura e indigna de las ‘buenas mujeres’ en la sociedad estadounidense —así como en los demás países de Occidente, sofocados por esta lógica machista.
Por esta razón, Dennett decidió llegar a las mujeres desde sus propios medios. Estaba convencida de que ellas también tenían derecho a conocer su cuerpo —y de cierta manera, a sí mismas también—, aunque la academia y la estructura del hogar castigara este tipo de información científica. Así, después de meses de investigación, compuso un panfleto de educación sexual para jóvenes, y se lo mandó a sus vecinas por correo.
Muy pronto, se corrió la voz.
Mary Ware Dennett en contra de la castidad
En pleno siglo XX, el Estados Unidos seguía regido por una serie de normativas morales relativas a la sexualidad. Conocidas como Comstock Act (1873), se trataba de una serie de reglas que estipulaban rigurosamente qué tenía que hacer una mujer con su cuerpo, su sexualidad y su placer para seguir siendo considerada como ‘respetable’ a los ojos de los demás.
Las restricciones, sin embargo, no estaban limitadas a las mujeres. Por el contrario, estipulaban claramente el carácter ilícito del contenido ‘obsceno y lascivo’ que las personas pudieran recibir por correo. Escritas originalmente por médicos, castigaban fundamentalmente los métodos anticonceptivos y el aborto, en aras de formar una sociedad adecuada y cívica para las generaciones más jóvenes.
A Mary Ware Dennett poco le importaron estas restricciones. A pesar de que las conocía a cabalidad, le pareció más importante publicar un documento en el que se explicara la información básica necesaria sobre salud sexual. Para ella, promulgar la castidad como método anticonceptivo sencillamente no era suficiente para abordar la sexualidad desde un punto de vista científico.
Educación sexual incluyente
Fue así como Mary Ware Dennett publicó The Sex Side of Life: An Explanation for Young People (1918). El panfleto, sin embargo, no sólo estaba destinado para las mujeres, sino para niños y jóvenes:
“[Este artículo] es mucho más específico que la mayoría de la información sexual escrita para los jóvenes. Creo que les debemos a los niños ser específicos si hablamos del tema”, escribe la autora en el prefacio al panfleto. “Desde el punto de vista de las ciencias naturales, a menudo se manejaba con sentimentalismo, guiando al niño desde un estudio semi-estético de la reproducción.”
Para Dennett, apelar a los hechos era fundamental en términos de la educación de los jóvenes. En lugar de revestir la información sexual de sentimentalismos, prefería abordar la anatomía, el sexo y las enfermedades relativas a éste de una manera frontal.
En ese tiempo, sin embargo, se pretendía enseñar estos temas comparando la dinámica sexual de las flores con la de los seres humanos. A los ojos de Dennett, una cosa poco tenía que ver con la otra. Por ello, antes de enviar el panfleto a sus amigas y vecinas, decidió mostrárselo a su hijo de 14 años. Tras recibir buenos comentarios de su parte, se puso en acción.
42 minutos
Durante una década, Dennett se dedicó a buscar hoyos en la ley para poder compartir información sobre sexualidad. Para entonces, ya se había separado de su esposo y había ganado la custodia de sus hijos. Su vida personal, por tanto, estuvo gravemente afectada por su activismo político.
Poco a poco, su panfleto sobre educación sexual llegó a más y más amas de casa, que lo compartían con sus hijos para enseñarles qué aparato reproductor tenían, cómo funcionaba y qué podían hacer para protegerlo. De paso, ellas también aprendían sobre el tema, que les había sido vetado por años. La gran mayoría, sin embargo, reaccionaron con reprimendas, descalificando el trabajo como innecesario y poco digno de una mujer respetable.
En enero de 1929, Dennett fue detenida. 42 minutos fueron suficientes para que un juez determinara la sentencia de Mary Ware Dennett, con la convicción de que su publicación “Lleve a nuestros hijos no solo a la cuneta, sino también por debajo de la cuneta y al alcantarillado”. A pesar de que su panfleto no incluía consejos para prevención del embarazo, fue catalogado como ‘obsceno y lascivo’, siguiendo las estipulaciones del Comstock Act.
El juicio no terminó ahí. H. L. Mencken, un periodista y crítico local, habló en favor del panfleto de Dennett: “No hay, por supuesto, nada indecente en ese folleto; por el contrario, es notablemente prudente y limpio. […] No se puede imaginar un caso más claro de uso de una ley idiota para castigar a un crítico incómodo“, escribió en una columna para The American Mercury. Sólo entonces, se reconsideró su sentencia: la autora tendría que pagar una multa de 300 dólares, y podría ser libre.
Para entonces, Mary Ware Dennett ya estaba deteriorada a nivel físico. El proceso legal la aturdió, y se alejó durante algunos años de la escena política de oposición. Sin embargo, durante sus últimos años de vida estuvo activa desde el ámbito de la prevención de la natalidad. A 74 años de su fallecimiento, la discusión en torno a la sexualidad femenina sigue ocasionando furia, descontento y angustia moral en la opinión pública del mundo.