lic. alfrdo por la libre
A pesar de que desde el lunes por la noche el Gobierno del Estado había emitido un comunicado lamentando el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, la gobernadora María Eugenia Campos se volvió a esconder y no dio la cara, hasta la tarde del martes.
Justo como ocurrió tras la masacre en el restaurante Denny’s, Maru Campos tiene asuntos más importantes qué atender, en lugar de darle la cara a los chihuahuenses, y aunque en las últimas semanas el estado se ha teñido de rojo, enlutándose con una serie de masacres y multihomicidios, la gobernadora sale a destiempo a decir como disco rayado, que ya no van a permitir que haya más masacres, aunque estás se vienen dando una tras otra a lo largo y ancho del territorio chihuahuense.
Tampoco el fiscal Roberto Fierro, ni el jefe de la Policía Estatal, Gilberto Loya, dieron la cara, y sólo acompañaron a la gobernadora para dar un escueto mensaje, unas palabras vacías, sin esencia, carentes de un verdadero contenido, y ya nisiquiera con palabras de esperanza, pues la propia Maru Campos sabe que sus estrategias no están funcionando y seguramente no tiene idea de qué hacer.
En unos cuantos días le explotó la realidad en la cara, su equipo de funcionarios y ella, sirven para dos cosas…para nada y maldita la cosa, no pueden poner orden con la violencia, están rebasados por el crimen organizado, ahora sí que…se le cayó la mascara de candidata al 2024, y le quedó la real, de una gobernadora «balín», que pide a gritos la revocación de mandato.
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Lo que también quedó claro, es que la gobernadora María Eugenia Campos, tiene bien comprado al clero, y tan sólo hay que ver cómo es que el arzobispo Constancio Miranda Wedmann, se pasea libremente y como Juan por su casa desde iniciada la actual administración, caso contrario de cuando estaba Javier Corral, pues al clérigo no se le podía ver ni en misa.
Pues en esta ocasión, el vocero del arquidiócesis de Chihuahua, el padre Negris, salió a decir que lamentaba el asesinato de los sacerdotes, pero su mensaje lo centró en un punto muy a modo de la gobernadora. «Esta violencia no es exclusiva de Chihuahua, sino que está ocurriendo en todo el país». Que buena tapadera resultó el padre Negris…
Aunque parezca mentira, para el clérigo fue más relevante defender la incapacidad de Maru Campos para brindar seguridad a su gobernados, que exigir a las autoridades justicia por el crimen cometido contra los religiosos, de quienes, por cierto, no saben el paradero de los cadáveres.