Carlos Mario Jiménez, pierde control.
Los departamentos de Marco Licón en Juaritos.
Maru, «la mano dura”: incómoda a juristas.
Gabriel Martín Valdez, sale de su zona de confort y sufre con los transportistas.
La gobernadora María Eugenia Campos Galván, hace justo tres años en sus funciones de alcaldesa, sufrió un golpe político que por poco la saca de la jugada rumbo a la gubernatura.
Sus funcionarios y consejeros al perder la capacidad de crítica, se aferraron a instalar en la ciudad un sistema de alumbrado público que endeudaría las arcas municipales por varias administraciones, pese a que expertos en el área argumentaron que el servicio que pretendía instalar el municipio estaba fuera de toda realidad en los costos y que era solo un negocio para unos cuantos, se determinó que fuera la ciudadanía la que decidiera.
El 24 de noviembre del 2019, se realizó la consulta ciudadana a la que se le dominó el famoso plebiscito en donde la alcaldesa perdió y aceptó públicamente la decisión popular.
Maru Campos y sus principales colaboradores como Mario Vázquez y Cesar Jáuregui, se sabían de memoria el amañado proyecto y por eso ahora que el rector de la UACh Luis Fierro intentó hacer algo similar en el campus, le leyeron la jugada y la rechazaron. También la universidad quedaría endeudada por varias administraciones pagando casi 2.5 millones al mes a los contratistas. La pregunta es ¿de cuánto era en moche?.
El Fiscal de la Zona Centro, “el eterno” Carlos Mario Jiménez, le dio tremendo portazo a la puerta que por poco quiebra el vidrio cuando Arturo Zuany Portillo, quien es el primer comandante de la Agencia Estatal de Investigaciones, le informó que todos los mandos de la AEI de la Zona Centro serían removidos a otros lugares del estado.
Piensa mal y acertarás, dice el refrán. Es imposible que no se generen compromisos en el cumplimiento de la función pública, máxime si se trata de áreas tan sensibles como la Fiscalía.
Y es que, Carlos Mario Jiménez ejerce esa posición desde los tiempos de Patricia González con Reyes Baeza, siguió con el duartismo, continuó con Corral y ahora inicia con Maru Campos. Son cuatro gobernadores a los que ha servido como fiscal. Todos se preguntan ¿cuál es la mano que mece la cuna?, ¡pero de que hizo coraje, lo hizo!. Le quitaron sus tentáculos removiendo a sus comandantes, así que poco a poco pierde control.
Al director «mamon» del Colegio de Bachilleres, Marco Licón, porque así se autodefine, ya le llamaron la atención.
Por más recomendado que haya llegado para ocupar la Dirección General del Cobach, tiene que comportarse. Hay que recordar que este funcionario cuando era administrador de la misma institución educativa le dio por construir departamentos tipo suites de 5 estrellas, en las mismas instalaciones del Bachilleres en Juárez. El lugar era utilizado por altos funcionarios para realizar aquelarres. Ojalá que Licón no ande buscando espacios aquí en Chihuahua para construir más depas como los de Juaritos.
Por más descontrol que haya dejado Javier Corral en las instituciones, todo debe de solucionarse con respeto y evitar la intromisión en los poderes e instituciones descentralizadas. Es la opinión de los juristas.
Lo anterior por los cambios que se anunciaron en menos de quince días del Tribunal Superior de Justicia, la UACh, el IEE, no se diga en el Congreso del Estado donde hay un control total de la gobernadora.
Es inevitable que el poder ejecutivo tenga injerencia, pero debe de ser con mucho respeto, de lo contrario caminamos a una anarquía.
Lilia Merodio, pasó la prueba de fuego y desactivó la grilla que traía en la Secretaría de Desarrollo Rural, de que no domina el tema por desconocer las funciones de la dependencia.
Y es que con la supuesta contaminación de la cebolla por Salmonella, que dejaría al estado en cuarentena para exportar el producto, Lilia Merodio se puso las pilas y tras una minuciosa investigación detectaron que la cebolla infectada no era de Chihuahua. Así que trabajo mata grilla, pero Lilia debe de tener cuidado con sus directores, que son los que la meten en cada aprieto…
Cada día que pasa, el Secretario de Desarrollo Urbano pierde más cabello del que le queda. El estrés que trae con los transportistas no lo deja ni dormir.
Son muchos millones en juego, los permisionarios o servicio colectivo de transporte quieren subir la tarifa a como dé lugar. La posición es como siempre, de que mejoren el servicio y luego pidan aumento. Pero, los camioneros jamás cumplen…
Gabriel Martín Valdez, tenía cómoda la posición en el municipio de estar autorizando fraccionamientos para sus jefes del Distrito Uno, ahora, tiene que enfrentar problemas sociales de alta envergadura y eso lo trae de pelos.