Marcha 8M: Exigen justicia ante un sistema que las condena y oprime
El 8 de marzo de 2025, cerca de 8,000 mujeres se unieron en la marcha del Día Internacional de la Mujer en la ciudad de Chihuahua. A pesar de una menor afluencia en comparación con el año anterior, debido a temores de actos violentos impulsados por ciertos medios, las participantes expresaron de manera contundente sus demandas contra el feminicidio, las desapariciones, el acoso en instituciones públicas y privadas, así como diversas formas de violencia, incluida la vicaria.
Desde las 15:00 horas, las primeras participantes llegaron a la glorieta del General Francisco Villa, lugar de inicio de la marcha, que arrancó poco antes de las 16:00 horas. Con gritos como «Ni una más, ni una más, ni una desaparecida más», la marcha avanzó hacia el Centro de la ciudad, cruzando puntos emblemáticos como la avenida Universidad a la altura del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde se sumaron más mujeres, algunas acompañadas de niños en carriola.
A lo largo de la marcha, varios negocios ofrecieron agua natural como muestra de solidaridad, pero también se registraron actos de vandalismo, reflejo del coraje de las participantes ante la indiferencia y la opresión sistémica. Las consignas de la marcha fueron claras: «No somos una, no somos diez, pinchi gobierno cuéntanos bien», «Mujer escucha esta es tu lucha».
Diversidad de voces y demandas
La marcha estuvo organizada por diversos colectivos, entre ellos la Asamblea Feminista del Estado de Chihuahua, Mujeres con Discapacidad, Madres de niñas/niños de guardería, Médicas Verde Violeta y Colectivos que denuncian violencia sexual, entre otros. La diversidad de voces representó diferentes realidades de violencia y opresión sufridas por las mujeres.
En el mitin final, realizado en la Plaza del Ángel, las representantes de la Asamblea Feminista exigieron un alto a la violencia contra las mujeres y recalcaron que la lucha no es solo por la igualdad de género, sino por la justicia para todos. «Es una lucha contra el patriarcado, la discriminación y la opresión», señalaron.
El colectivo «Mujeres Disca» compartió la difícil realidad de las mujeres con discapacidad, quienes enfrentan no solo violencia física, sino también la invisibilidad de sus sufrimientos, como la discriminación y la falta de acceso a decisiones sobre sus cuerpos y vidas. «Si no es accesible no es revolucionario», afirmaron las mujeres con discapacidad, participando por segunda vez en la marcha del 8M.
Por su parte, el colectivo “Mujeres 420” denunció la violencia sufrida por las mujeres rarámuris debido al narcotráfico y el mal manejo de la política de drogas, subrayando cómo muchas mujeres terminan siendo usadas como intermediarias en un sistema que no las protege ni las defiende.
Bloqueos, operativos y detenciones
Previo a la marcha, se registraron bloqueos en edificios como el Palacio de Gobierno y la Presidencia Municipal, generando inquietud entre la ciudadanía. Se cuestionó el uso de recursos en medidas de seguridad en lugar de destinarlos a fiscalías y organismos que combaten las agresiones contra las mujeres.
El operativo de seguridad para proteger a las participantes de la marcha contó con alrededor de 300 efectivos, incluyendo policías, paramédicos y personal de Protección Civil. No obstante, el evento no estuvo exento de incidentes. Se registraron detenciones de mujeres tras realizar destrozos en edificios públicos, lo que generó indignación entre las manifestantes, quienes se trasladaron a la Fiscalía para exigir la liberación de las detenidas.
La marcha de este 2025 no solo fue una manifestación en contra de la violencia hacia las mujeres, sino también una clara exigencia por un sistema que las respete, las proteja y garantice sus derechos fundamentales. A pesar de las dificultades y el miedo, el movimiento feminista sigue creciendo, demostrando su resistencia y fuerza ante un sistema que las sigue condenando y oprimiendo.