Esta no es la primera vez que las presentaciones del enigmático cantante se ven envueltas en polémicas. Incidentes en giras anteriores dieron de qué hablar sobre su estado de salud y las reprogramaciones o cancelaciones de algunas fechas, y uno de los episodios más notorios fue la suspensión del concierto del 13 de marzo de 2019 en el estadio Modelo Alberto Spencer, de Guayaquil, Ecuador.
Ese día el público ya estaba en el recinto esperando con gran ilusión ver a Luis Miguel. El concierto estaba previsto para las 20:00 horas pero la intensa lluvia hizo que se retrasara. Los asistentes permanecieron expectantes en sus asientos, aún con la esperanza de ver a El Sol salir después de la tormenta. No fue así. Tras casi dos horas de espera, finalmente se anunció que el show no se llevaría a cabo.
El empresario Juan Carlos Carmigniani, responsable de la empresa So High Events que opera en Miami, Panamá, Ecuador y Costa Rica, describió la situación como desastrosa, ya que las intensas lluvias dañaron pantallas y generadores, y aunque se anunció una posible reprogramación de la fecha, finalmente nunca se concretó.
Más tarde, los medios anunciaron que esa misma noche el cantante había dejado el país: Luis Miguel salió de Ecuador en cuanto pudo para dirigirse a su siguiente destino, Colombia.
¿Qué ocurrió esa noche en medio de esa tormenta y las especulaciones?
En una entrevista con Mara Patricia Castañeda, Adal Ramones, quien tenía una buena relación tanto con el empresario Carmigniani como con Luis Miguel, relató los acontecimientos de aquella noche.
«Tengo un socio en Costa Rica (Juan Carlos Carmigniani). Tenemos ahí varios business. Él hace conciertos. Entonces, me dice: ‘Adal, me canceló’… En una época medio difícil de Mickey. ‘Canceló porque llovió’…. Y la gente estaba molesta», narró el conductor. El incidente llevó al equipo del cantante a solicitar la ayuda del empresario para que le abrieran el aeropuerto.
Según el relato de Adal, Luis Miguel buscó apoyo para aterrizar en Costa Rica, «entonces Juan Carlos habla a presidencia en Costa Rica, localizan al brazo derecho del presidente, su secretario particular, y le habla al presidente y dicen: ‘Con gusto le abrimos el aeropuerto al señor Luis Miguel, simplemente si la familia se puede tomar una foto con él'».
De acuerdo con Ramones, al notar el desánimo de Luis Miguel, Carmigniani lo contactó solicitando su presencia para animar al cantante. Sin embargo, debido a compromisos laborales, el presentador de ‘Otro Rollo’ no pudo acudir en ese momento.
No obstante, la anécdota del conductor de ‘Otro Rollo’ tiene algunas inconsistencias, pues los reportes de prensa señalan que después de la cancelación del concierto en Ecuador, Luis Miguel tuvo que esperar por varias horas en el aeropuerto de Guayaquil antes de partir rumbo a Colombia en un avión privado, y no a Costa Rica.
Fue precisamente en esa espera en el aeropuerto que se captaron las imágenes del Sol de México recostado sobre unas sillas mientras una mujer le daba un masaje en la cabeza.
Según el diario La Prensa Gráfica, las autoridades migratorias retuvieron al cantante mexicano durante algunas horas antes de autorizar el despegue debido a la premura de su partida. Es quizás aquí donde habría buscado la ayuda del presidente como cuenta Adal Ramones.
¿Cómo surgió la amistad entre el Sol y Adal Ramones?
Adal Ramones se destaca como uno de los pocos comunicadores mexicanos que ha tenido el privilegio de entrevistar a Luis Miguel en dos ocasiones, en su programa ‘Otro Rollo’. Estas entrevistas, lejos de ser simples encuentros mediáticos, parecen haber forjado una conexión especial entre ambos, según relata el conductor.
Las charlas tuvieron lugar en circunstancias únicas y en locaciones poco convencionales. La primera fue en 2001, en la residencia de Gianni Versace, en Miami. La segunda en Cancún.
Fue en el primer encuentro, en la casa de Versace, donde ambos hicieron un pacto para un reencuentro futuro que marcó el inicio de una conexión especial entre el comunicador y el artista.
«Pasó algo muy curioso porque cuando nos vimos en casa de Gianni Versace agarré yo un dólar y lo firmó él. Y yo lo partí a la mitad y le dije: ‘Ojalá nos volvamos a ver. Yo voy a guardar esto en mi cartera’. El cantante le respondió: ‘Yo también, Adal'».
El reencuentro ocurrió un par de años después, en 2003, en Cancún, donde el cantante de ‘Cuando calienta el sol’ únicamente concedió tres entrevistas, una de ellas para ‘Otro Rollo’.
Entonces Adal aprovechó para sacar el pedazo de billete firmado. Ante la sorpresa del presentador, Luis Miguel sacó su mitad de su bolsillo.
Ese mismo día, Adal fue invitado al camerino de Luis Miguel, un entorno íntimo, con elementos como una mesa de billar y su rack de ropa. Fue en medio de esa complicidad y confianza que Luis Miguel le confesó ser fan del programa: «Me decía: ‘Te tengo que decir una cosa. Yo país al que llego, digo: ‘¿Hoy no dan Otro Rollo acá?’, porque no me lo pierdo'».
La emoción y el asombro de recordar el interés de Luis Miguel en su programa dejó clara la química surgida entre estos dos personajes mexicanos, que trasciende lo común en la industria del entretenimiento.
Los encuentros fuera de lo convencional, las anécdotas compartidas y la admiración mutua muestran una relación que se forjó más allá de los sets de televisión y los escenarios.