hoy se presentó a prácticas
EFE
La Fiscalía de Bolivia exhumó este viernes el supuesto cadáver de un expolicía acusado de feminicidio, integrante de un grupo de élite ya disuelto que operó contra un aparente grupo terrorista, y que se cree está vivo y recibió protección del Gobierno de Evo Morales.
La premisa de la Fiscalía es constatar que el cuerpo enterrado ahí hace siete años es de quien se dijo que era.
«La auditoría ha establecido que hay falsedad», dijo a Efe el abogado Eduardo León, que representa a la familia de la periodista Hanalí Huaycho, a quien se dijo que Clavijo asestó quince puñaladas delante de su hijo de cinco años.
A juicio del abogado, en este caso «hubo un interés político» del Gobierno de Evo Morales, ya que el expolicía formó parte de un grupo de élite que operó para la desarticulación de un supuesto grupo terrorista que en 2009 presuntamente intentaba dividir parte de la zona oriental del resto Bolivia.
Unos años después, Clavijo y los policías que trabajaron en esa operación fueron condecorados por el Gobierno boliviano, al extremo de considerarlos una especie de héroes nacionales por evitar la escisión del país.
«A él le provocaron un supuesto suicidio para evitar que esta persona pueda dar datos de lo que ha acontecido», remarcó León.
Una intervención de fuerzas de seguridad que se saldó con tres supuestos terroristas muertos y dos detenidos fue luego cuestionada sobre si realmente se trataba de una célula con fines separatistas.