Los talleres de dibujo artístico del Movimiento Antorchista
Por: Alejandro Salazar
Hace poco más de cuarenta y seis años ya, que el Movimiento Antorchista Nacional se constituyó oficialmente como una organización social, cuyo lugar de origen se encuentra en el aislado y conmovedor municipio de Tecomatlán, ubicado en el estado de Puebla. A pesar del casi medio siglo en que el MAN ha sembrado y cosechado numerosos avances en cuanto a la mejora en la calidad de vida de un sinfín de mexicanos, hay todavía muchísimo trabajo político, económico, social y cultural que está por ser realizado; para, a final de cuentas, construir una nación más equitativa, justa y soberana. Es importante recalcar esto desde un inicio, querido lector, justamente para determinar una idea más clara y precisa en cuanto al breve tema que hoy nos permitimos abordar.
Prosigo. El Movimiento Antorchista Nacional tiene como premisa construir progresiva y constantemente un México nuevo, uno cuyas injusticias económicas y sociales sean prácticamente nulas, uno donde las fuentes de empleo y la riqueza producida sea distribuida equitativamente. Pero, ¿qué tiene qué ver esto con el tema? -se preguntará usted. Muy bien, sigamos. Estos temas, aparentemente contrarios entre ellos -cultura y economía- resultan no serlo del todo, ni en este caso, ni en muchos otros. Describiendo de manera concisa el proyecto de nación del MAN, podemos darnos cuenta de que es sumamente difícil llevarlo a cabo, no es secreto para nadie. Sin embargo, es perfectamente posible. En la construcción de una nueva nación, la cultura juega un papel importantísimo. Ello se explica por la influencia que tienen las Bellas Artes en el alma del ser humano. No es sorpresa para nadie, que la práctica de cualquiera de las siete Bellas Artes -cualesquiera que a usted se le vengan a la mente de inmediato- no solamente se realizan con fines estéticos, embellecedores, sino muy por el contrario y muchas veces de manera inconsciente, éstas surgen a raíz de la mera necesidad espiritual del ser humano. Es una necesidad inherente de la naturaleza humana expresar de una u otra forma todo aquello que en su interior es motivo de felicidad, de tristeza, de preocupación, de reflexión, de miedo, de angustia, de alivio, de alegría. De allí partimos.
¿Y qué resulta de practicar y gustar de las Bellas Artes? De manera irrefutable, puedo decirle a usted, querido lector, que el acercarnos y practicar las Bellas Artes permite hacer de nuestro espíritu uno más sensible, más solidario, más humano. Regresando un poco a lo que venía mencionando, un país nuevo, más justo y equitativo requiere que sus ciudadanos gocen de tales cualidades. Termino. El Movimiento Antorchista Nacional, a través de su Comisión Nacional de Artes Plásticas, desde el mes de marzo del presente año ha llevado a cabo una serie de talleres de dibujo artístico. Dichos talleres han sido dirigidos a todos los mexicanos interesados y realizado a través de videoconferencias en internet, debido a la actual contingencia por la pandemia del Covid-19. Cientos de compatriotas de todas las edades y de todo el país han participado y sumado conocimientos de estilos, técnicas y teorías a su repertorio creativo. Me expreso finalmente con mucha gratitud hacia los partícipes de dicho proyecto, sin mencionar a todos los profesores y futuros artistas que, seguramente, a través
de sus obras, sabrán plasmar todo aquello que los agobia y alegra. Sin más por el momento, me despido, querido lector.