by JESÚS GONZÁLEZ
Si algo nos queda muy claro es que los profes son unos rifados, pues además de enseñarnos de matemáticas, gramática y demás, también andan al pendiente de nosotros. Sin embargo, hay quienes van más allá y hacen todo lo posible o lo que esté en sus manos para que sus alumnos se encuentren bien. Tal es el caso de una maestra que sin pensarlo, le regaló unos zapatos a uno de sus estudiantes pero él prefirió dárselos a su mamá.
Por acá les hemos contado historias de maestros chidos, como lo que pasó con una docente que recibió una fiesta sorpresa de cumpleaños por parte de sus alumnos y ni siquiera estaban cerca de esa fecha (sí, eso sucedió y AQUÍ pueden checar cómo estuvo la cosa). Pero en esta ocasión les platicaremos sobre Valeria Juri, una profesora de 52 años de edad originaria de Guaymallén, Mendoza en Argentina, que se ganó el corazón del internet de las cosas por un noble gesto.
Esta maestra le regaló unos zapatos a su alumno y no esperaba que el joven se los diera a su mamá
De acuerdo con medios locales, la maestra lleva casi tres décadas enseñando a las nuevas generaciones y preocupándose porque cada uno de los chicos que están en su salón de clases se encuentren bien. Y es ahí donde entra Ciro, un alumno de 13 años que a pesar de llevar buenas calificaciones, está pasando por una situación familiar complicada, tanto así que iba a la escuela con los zapatos rotos.
Resulta que este joven vive con sus hermanos, su padre y la esposa de éste, a la que le dice “mamá”. Sin embargo, tienen problemas económicos y apenas les es posible que siga en la escuela. Es por eso que Valeria tomó cartas en el asunto, pues buscando que sus estudiantes tengan las mejores condiciones de vida, y sin pensarlo dos veces, le compró a Ciro un par de zapatos nuevos… sí, así como leyeron.
Aunque eso sí, con lo que la maestra no contaba era que días después, el alumno volvería a clases con el mismo calzado desgastado,, sucio y roto. Por supuesto que Valeria Juri se sacó de onda y le preguntó porqué no llevaba puestos los zapatos nuevecitos. Pero el joven respondió que se los había dado a su madrastra porque ella los necesitaba más…
Una vez más, la profesora puso manos a la obra y no solo le compró otros zapatos, también le dio algo de ropa, así el buen Ciro puede ir a la escuela como se merece. Valeria ha dicho que constantemente está buscando formas de echarle la mano a sus alumnos, como ahora que anda organizando una rifa para construir un baño especial para una niña que va a la escuela en una andadera. No cabe duda que hacen falta más personas así.