Historia de Sergio González,David Arroyo •
Icono del cómic, el hombre araña lleva desde 1962 acompañando al mundo de la ciencia ficción de múltiples maneras. La creación de Stan Lee y Steve Ditko en la Amazing Fantasy #15 ha desembocado en todo tipo de reproducciones cinematográficas, en la pequeña pantalla y, por supuesto, también en la industria del ocio electrónico. La representación de Spider-Man en los videojuegos ha sido muy diversa desde la época de los 8 bits, un claro ejemplo de cómo ha ido evolucionando este medio que nos une y que ejemplifica a la perfección que el trepamuros de Marvel sabe adaptarse a todo tipo de géneros y circunstancias en esto de los videojuegos.
No son pocas las estrellas de la gigante editorial que han pisado nuestras consolas, algunas con mayor acierto que otras, pero ninguna lo ha hecho ni tanto tan bien como Spider-Man si nos ceñimos a Marvel. Con el lanzamiento de Marvel’s Spider-Man 2, descrito como la secuela perfecta, nos vemos en la necesidad de elaborar una selección con los mejores videojuegos del personaje, una lista que no cuenta con un orden específico —aparecen ordenados de forma cronológica— pero que, si tuviésemos que enumerar de algún modo, posiblemente tendría a este último título escalando hasta el primer peldaño del podio.
¿Por qué funcionó Spider-Man?
Una de las preguntas que muchos se siguen haciendo es qué diferencia a Spider-Man de otros superhéroes. En aquellos años, en plena digestión de la Segunda Guerra Mundial, eran otros los nombres que resonaban en los quioscos y grandes comercios, como Batman en el caso de DC, pero el estilo del joven fotógrafo debía aspirar a algo más distendido, más fresco, con un personaje más jovial y genuino a la vez que preocupado, donde el lector fuese creciendo de la mano del personaje, sufridor y con filias y fobias, acompañándose siempre de un sentido del humor marca de la casa. Spider-Man era distinto, era llamativo al crear en su cómic un doble perfil dentro de una misma persona; Peter es Spidey, pero Spidey también es Peter.
Pero hay otro elemento que ha colaborado para el éxito de la serie y que posiblemente también lo diferencia de otras producciones por el estilo: sus enemigos. Si en otros tanto de Marvel como DC nos viene a la cabeza normalmente un solo villano, el principal, en el caso de Spider-Man hay enemigos que son particularmente fetiches del protector de Manhattan; hablamos de Buitre, Doctor Octopus, Kraven, Electro, Rino, Duende Verde o Lagarto. Cada uno de ellos ha escrito su propia narrativa dentro del universo Spider-Man, se han desarrollado como personajes con identidad propia, dando así versatilidad y múltiples posibilidades al videojuego. Tanto es así que no pocos juegos han tenido como antagonista a un solo rival (véase Misterio o Electro), pero lo normal es que sean varios los que condimenten el disco o cartucho en ciernes.
Sin más dilación y recordando que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, buscamos en el baúl de los recuerdos aquellos videojuegos que consideramos mejores de toda la historia de Spider-Man.
The Amazing Spider-Man vs. The Kingpin (1990)
Corría el año 1990 cuando, en el auge de los 16 bits, Spider-Man era la opción elegida por una inteligente Sega of America, que decidió acudir del talonario para hacerse con los derechos del personaje y confiarle a la compañía Technopop esta tarea. The Amazing Spider-Man vs. The Kingpin no vio la luz únicamente en Master System sino un año más tarde en Mega Drive, en 1992 en Game Gear y, finalmente, en 1993 en SEGA CD, que es la versión que jugamos en nuestro caso y que posiblemente la mejor de todas.
Este notable título, plataformero con una buena dosis de acción en 2D, tal como mandaba en la época, era una inyección pura de fanservice. El antagonista es casualmente Wilson Fisk (Kingpin), que es el mismo de la obra de PS4, con unas aspiraciones igual de alocadas como siempre: acabar con Nueva York. Pero en este caso disponíamos de 24 horas para fulminar los planes de Fisk, así que se iniciaba aquí una aventura donde a través de diferentes niveles terminábamos enfrentándonos con villanos como Buitre, Electro, Mysterio, Hombre de Arena, Doctor Octopus, Duende, Venom y Lagarto, una cifra para nada mal escogida especialmente por la gran presencia de los Siniestros o que Venom se toma la libertad de secuestrar a Mary Jane Watson, dándole así algo de dramatismo al asunto.
Es posible que hasta ese momento no hubiésemos tenido un juego que mostrase de forma tan fiel y eficaz la figura de Spider-Man en nuestro medio, con extras como la posibilidad de vender fotografías en el Daily Bugle: no le faltaba de nada. Pero como decíamos anteriormente, aunque no vendió demasiado en Mega CD, esta edición era la mejor de todas al incluir más secuencias cinemáticas, cómics digitalizados y demás pequeños añadidos que permitía el formato CD. Además, a día de hoy se sigue viendo bastante bien gracias a su paleta de colores.
Spider-Man & Venom: Maximum Carnage (1994)
Seguramente algunos de vosotros os quedéis con Spider-Man & Venom: Maximum Carnage como vuestro favorito al ser el enfrentamiento deliberado y directo entre Spider-Man y su némesis e incluso jugar como Venom. Era el año 1994 cuando lo recibimos en tanto SNES como Mega Drive, un trabajo realizado por la gente de Acclaim Entertainment y finalizado con mucho acierto. A nivel jugable nos encontramos con un beat’em up bastante convencional, sin unas mecánicas demasiado profundas pero con una hitbox muy notable. Podíamos usa la tela de araña de forma tanto ofensiva como defensiva al cubrirnos y recibir ayuda de personajes como el Capitán América o Cloak and Dagger.
A partir de ahí se inicia una historia casi calcada a la del cómic, con un Cletus Kasady que trae de vuelta al simbionte y lo logra fusionar con él dando lugar a Carnage. Junto a él se escapa Shriek y Doppelganger sumando otros tantos villanos que obligarán a que Venom y Spider-Man unan fuerzas para acabar con los planes de Carnage. La aparición de personajes como Black Cat entre tantos pasillos de numerosos ejércitos de enemigos tenían como guinda la introducción de secuencias del cómic, siendo así un calco de lo que se narraba en viñetas.
Tal fue el éxito del juego de Acclaim que en 1995 hubo una secuela llamada Venom/Spider-Man Separation Anxiety, pero a pesar de tener novedades como un modo cooperativo, la frescura del original se perdió en el camino y terminó sin tener la misma trascendencia. Como anécdota, cabe decir que este Spider-Man & Venom: Maximum Carnage tuvo un cartucho de color rojo.
Spider-Man (2000)
Y llegamos al año 2000, dejándonos en el camino grandes videojuegos, lo sabemos, pero el que llega ahora también lo es. El formato CD se imponía, abriendo así múltiples posibilidades y la consolidación de los videojuegos en completas tres dimensiones, por no hablar de las mejoras en audio adheridas a este radical cambio. Debido a su nombre, simplemente Spider-Man, es conocido por los fans como Spider-Man 2000, o la obra de Neversoft, que no es precisamente poco (hablamos de los padres del espectacular Tony Hawk’s Pro Skater). Es como si en la actualidad, un estudio como Playground Games se pusiera manos a la obra con un videojuego de Batman, solo que en este caso fue Activision la que estuvo rápida a la hora de contactar con Marvel para hacerle saber que ese estudio californiano tenía un talento especial para encargarse de este ambicioso proyecto. Y la apuesta no hizo sino salir a la perfección.
La versión a la que nosotros pudimos jugar fue la de PlayStation, la original en la 32 bits de Sony, pero también se lanzó en Nintendo 64, Dreamcast e incluso Game Boy Color, aunque en estos casos fueron encargos de Edge of Reality, Treyarch y Vicarious Visions respectivamente. Ya desde el principio era sorprendente por su puesta en escena: todo en tres dimensiones. Unos modelados que, a pesar de ser PlayStation, hoy no se ven del todo mal gracias a que Activision depositó no pocos recursos económicos: era un proyecto de alta categoría. En este caso se imponía la verticalidad, una Nueva York explorable de arriba abajo, incluyendo escalada, balanceo y la aparición de personajes como Venom, Gata Negra, Escorpión Mysterio y Rhino. Incluso sorprendente fue la inclusión de otro superhéroe de Marvel como Daredevil, lo cual seguramente ninguno nos esperábamos.
Un juego largo, en definitiva, que a pesar de tener ciertos defectos en su control que lo hacen a día de hoy algo complicados, su fuerte peso en lo argumental lo convierten en uno de los videojuegos más completos si nos ceñimos estrictamente a valorar cada apartado de manera individual. Y parece que la prensa en su día coincidió a este respecto, siendo hasta la llegada de Insomniac el juego de Spidey con mayor nota en Metacritic con un 87 sobre 100.
Spider-Man 2: The Sinister Six (2001)
Llegamos a una selección muy particular, muy personal para el autor que firma estas líneas, pero que se ha ganado un hueco en este recopilatorio al ser posiblemente uno de los mejores Spider-Man jamás hechos para una consola portátil y una fiel representación de los Seis Siniestros en los videojuegos.
En nuestro encuentro con Bryan Intihar en Madrid hace algunos años, pudimos charlar con el director del título para hablar no solo de los actuales Marvel’s Spider-Man, sino para conocer más de cerca qué les había llevado a tomar decisiones como la introducción de los Seis Siniestros, uno de los grupos villanos organizados más carismáticos del universo de la compañía y todo un dolor de cabeza para Peter Parker.
La respuesta de Intihar fue clara: desde niño ha sido un fan confeso de los Sinister Six, por lo que cuando tuvo la oportunidad de ponerse manos a la obra con su equipo de Insomniac en este proyecto, no dudó dos veces a la hora de elegir a personajes como Rhino, Escorpion, Electro o Buitre, entre otros. Y sí, también nos dijo que jugó en su momento este Spider-Man 2: The Sinister Six lanzado en 2001 para Game Boy Color.
Torus Games se encargó de desarrollar este encargo de Activision, otra decisión acertada de la editora para con el personaje al tener una idea muy clara y fácil de entender: un título de acción y exploración bidimensional, un plataformas basad en un total de 6 fases con el objetivo de recuperar a la Tía May, recientemente secuestrada por Doctor Octopus. Este último, como podemos imaginar, era el jefe final, pero en el camino y en este orden teníamos que tumbar a Mysterio, Hombre de Arena, Buitre, Escorpión y Kraven en fases gradualmente más difíciles pero muy distintas entre sí.
Sorprendía que, aun siendo en Game Boy Color, todo se oyese y viese tan bien. Os recomendamos escuchar la secuencia inicial del título, una maravilla para la época con unos tintes de epicidad que nos metían en seguida en escena. Como anécdota, decir que Spider-Man 2: The Sinister Six no cuenta con guardado de partida, obligándonos a apuntar unas contraseñas para reanudar la partida en una fase concreta cuando volvíamos a encender la consola.
Spider-Man 2 (2004)
Antes de hablar de Spider-Man 2, el juego que tantos fanáticos consideran una joya al transmitir tan bien el espíritu del personaje en un mundo abierto tridimensional, es necesario poner las cosas en contexto y explicar de dónde viene ese título, pues antes de esta obra se lanzó Spider-Man: The Movie en 2002, el título basado en la primera película de Tobey Maguire aunque introduciendo multitud de más enemigos como Shocker, Escorpión y Buitre en PlayStation 2 (en Xbox estuvo también Kraven).
Activision cedió a Treyarch el encargo, que no salió para nada mal, aunque algunas cosas incluso en ese momento no terminaban de convencer. A día de hoy sigue siendo uno de los juegos de Spider-Man más vendidos, apoyado realmente por el éxito de la plataforma donde vio la luz, pero no por ello tenía menos mérito al ser una producción cuidada, que trajo con mimo el enfrentamiento contra el Duende Verde a nuestras casas con incluso doblaje de Maguire y Willem Dafoe en la versión anglosajona.
Y ahora sí, llegamos a 2004, con Spider-Man 2: The Game para PS2, Xbox, GameCube y PC. Hubo también versiones en Game Boy Advance, N-Gahe e incluso Mac, pero en la que nos vamos a centrar es en la de Treyarch para las máquinas domésticas. Si la base del anterior fue buena, aquí se lograron pulir los problemas en el manejo del vuelo por Nueva York, se mejoró la calidad gráfica del juego y se introdujo una ciudad gigantesca.
El balanceo era y sigue siendo todo un placer: se sentía vivo. La trama era muy parecida a de la película, para muchos la mejor de la historia del personaje en el cine, con el colofón de tener a Doctor Octopus perfectamente diseñado. Por suerte no solo luchábamos contra él sino que en el camino volvíamos a ver a villanos como Shocker, Mysterio o Gata Negra. Hay incluso apariciones que preferimos no citar para evitar spoilers, pero solo diremos que merece finalizar el juego si nos gustó la película. Incluso la portada, una imagen para nada cargada y muy parecida a la de los pósteres promocionales del film, era un acierto. Todo funcionó, parecía que Spider-Man 3 iba a ser todavía mejor, pero nada más lejos de la realidad…
Ultimate Spider-Man (2005)
Llegamos a 2005, dos años antes de la última película de Sam Raimi y lo que sería un momento complicado para el personaje. El Universo Cinematográfico de Marvel estaba aún lejos de materializarse, así que este videojuego era una de las únicas formas audiovisuales de desquitarse ante la llegada de ese film. Lo que tuvimos en dicho curso fue Ultimate Spider-Man, otra obra más de Activision, e iban unas cuantas, situado en un mundo abierto completamente tridimensional pero variando el estilo artístico que habíamos visto en las obras previas.
De hecho, se utilizó una tecnología que parecía tinta de cómic llamada Comic Inking Animation, que no era sino realmente una variante del cel-shading tradicional. El objetivo se puede intuir de un primer vistazo: imitar el estilo de los tebeos de Brian Michael Bendis y Mark Bagley. Aún sin ser el videojuego oficial de la tercera película de Raimi, los protagonistas fueron Spider-Man y Venom, es decir, Parker y Eddie Brock, haciendo que ese rol de personaje principal quedase muy bien equilibrado entre ambos. La versión que nosotros jugamos fue la de PS2, pero también tuvimos el mismo título en Xbox, ambos obra de Treyarch; por su parte, en PC fue Beenox la que realizó el port. Nintendo DS, con un trabajo mucho más humilde, tuvo una adaptación de manos de Vicarious Visions.
Un detalle interesante del juego, que guardaba un toque beat’em up muy marcado, es que el propio Brian Michael Bendis lo dirigió y lo supervisó, garantizando que fuese un videojuego más que notable si nos ceñimos al cómic homónimo en el que se basa. A destacar niveles como el de Escarabajo, Marta plateada o Duende Verde, entre otros jefes como Lobezno y Antorcha Humana, algo más inusual en los videojuegos del personaje. La crítica fue notable en todo el mundo, con notas que rara vez bajaron del notable, salvando así lo que sería una época muy dura para Spidey en el ocio electrónico doméstico. Por suerte, Treyarch nos daría unos años después un juego realmente bueno para una brillante despedida.
Spider-Man: Web of Shadows (2008)
Que no fue otro que Spider-Man: Web of Shadows, el preferido para algunos de los miembros de la redacción de MeriStation y, en su versión portátil junto a Spider-Man 2: The Sinister Six siete años antes, una de las parejas de títulos más excelsas jamás vistas en una consola portátil. 2008 supuso el regreso el estilo más realista, dejando atrás los estilos de cómic o de animación exagerada para el personaje. Treyarch colgaría aquí las botas con el hombre araña para sumergirse en la saga Call of Duty, tarea que continúan haciendo cómodamente ahora, pero como decimos Web of Shadows fue su último aliento en un título realmente serio, adulto, en el que una invasión extraterrestre de los simbiontes deja Nueva York patas arriba.
En ese camino Spider-Man se encontrará con Luke Cage, que ahora tiene su propia serie en Netflix, a los miembros de S.H.I.E.L.D. y a Venom, entre otros. La búsqueda de una Mary Jane en peligro se citaba en un mundo abierto con un sistema de combate algo complejo que, a pesar de sus problemas con la cámara, cumplió con creces su cometido en Xbox 360 y PS3. Otros personajes importantes para la trama, que insistimos es una de las más sólidas con las que nos hemos encontrado nunca, dando especial desarrollo a secundarios como Wolverine, fueron Gata Negra, Buitre o el Caballero Luna.
La sorpresa máxima y uno de los motivos para rejugar el título —al menos en las ediciones de sobremesa— es que contó con múltiples finales dependiendo del desarrollo y los villanos a los que nos enfrentábamos. Asimismo, en Wii se gozó de seis trajes alternativos al negro, pero sin duda tenemos que hacer un alto en el camino en la versión de Nintendo DS, que es la realmente buena de Web of Shadows.
Nadie se lo esperaba, y ahora que han pasado diez años lo seguimos recordando como uno de los grandes títulos de Spider-Man en una portátil de siempre. Se trata más bien de una suerte de brawler en 2.5D, pero con un sabor metroidvania perfectamente ejecutado. Recorremos entornos bidimensionales de arriba abajo, revisitando fases y entendiendo la trama con algo más de calma. Merece la pena jugar también esta edición porque es la única donde Venom puede ser nuestro aliado, lo cual lógicamente nos descubre un nuevo final. Con libertad para elegir el traje negro y azul cuando queramos —cada uno con sus propias peculiaridades—, dependiendo de las acciones y los caminos que elijamos viviremos una aventura u otra. Escondido, quizá olvidado para muchos, pero en definitiva mucho mejor que las versiones domésticas. Decir, por último, que este trabajo silencioso pero brillante lo firmó Griptonite Games, que desde 2011 no desarrolla ningún videojuego.
Spider-Man: Shattered Dimensions (2010)
Volvemos con Beenox y con el último gran juego de Spider-Man antes de la obra que se pone ahora a la venta en PlayStation 4: Spider-Man: Shattered Dimensions. Una vez digeridas las películas de Raimi y a la espera del debut de Andrew Garfield, el mundo del cómic vivía más o menos tranquilo hasta que Beenox trajo algo de luz a las consolas. Es uno de los mejor considerados por la prensa especializada y lo hizo por concatenar aciertos a nivel narrativo y una pequeña dosis de fanservice al mezclar elementos del universo de Amazing Spider-Man, el del futuro de 2099, el Noir y de Ultimate Spider-Man.
Un póker de personajes arácnidos en el que nos enfrentábamos principalmente a Mysterio, que destruye la tabla del Orden y el Caos para dejar así hecho pedazos el engranaje que separa los universos de nuestro héroe. Así, estos cuatro Spider-Man se encontrarán aprovechándose de sus habilidades propias en una búsqueda constante por los cuatro fragmentos de la tabla. ¿El objetivo? Restaurar los universos, un gancho inicial suficiente para permanecer enganchados a la pantalla hasta el final, donde como es lógico era Mysterio el jefe máximo.
A nivel estructural era un título con escenarios algo más cerrados, pues la acción no buscaba tanto sorprender por un combate complejo y profundo sino en dar frescura a la jugabilidad aportando fases de sigilo, otras más plataformeras y otras de pura acción; mención especial para las peleas contra los jefes finales, un frenesí audiovisual que puso la guinda sobre este notable pastel que disfrutamos en Xbox 360, aunque también salió en PS3 y Wii más una adaptación en NDS por la antes citada Griptonite Games.
Marvel’s Spider-Man (2018)
Se hizo de rogar una década, pero Marvel’s Spider-Man nos permitió saborear lo que llevábamos años esperando. En nuestro análisis ya hablamos largo y tendido de él, así que aquí nos limitaremos a transmitir que este Peter Parker es de largo el mejor que se ha diseñado nunca en el mundo audiovisual del superhéroe, con un título que hacía del balanceo un placer, un gusto; que curiosamente nos hacía evitar acudir al viaje rápido.
Marvel’s Spider-Man era un juego casi redondo, sin flecos en su historia, gráficamente espectacular, con una buena construcción de personajes y enemigos, muy variado en lo jugable… No era perfecto, sin embargo, y es que había algunos elementos mejorables. Un combate que puede terminar convirtiéndose en repetitivo por mucho que se hayan empeñado en posibilitar todo tipo de golpes y habilidades. El problema verdadero recaía en otros eventos menores, repetitivos e insulsos, que nos hacían poner los puntos sobre las íes en un juego que aún así nos encantó.
Movernos por Manhattan era placer en estado puro; conocer a Peter se sentía real, cinematográfico, porque no es solo un videojuego de Spider-Man, es un videojuego de Peter Parker, que conoce y descubre junto a nosotros a una carismática Mary Jane, un joven Miles Morales o una siempre tierna Tía May. Un Triple A al que poco más podíamos pedir como juego de Spider-Man… pero que nos deja con la miel en los labios con algo más de interés en sus mecánicas para el futuro. ¿Tienes PS4? No te lo pienses.
Marvel’s Spider-Man: Miles Morales (2020)
Dos años más tarde, y como quien no quiere la cosa, Insomniac Games anunció una nueva entrega de Marvel’s Spider-Man. Lo hizo el mismo día en que también anunció un nuevo juego de Wolverine y poco antes de que conociéramos que estaba trabajando en una nueva entrega de Ratchet & Clank. La desarrolladora parecía meterse en camisas de once varas, como si quisiera abarcar más de lo que podía, pero salió airosa de la situación. Planteó esta entrega como algo intermedio, como una expansión venida a más, como si se tratase de su Uncharted: El legado Perdido. Recicló un montón de elementos del original, reutilizando así una base exquisita, y optó porque el cambio lo aportara el carisma de su protagonista.
Este spinf off se alejaba de Peter Parker y se centraba por primera vez en un personaje en auge gracias a la película de ‘Un nuevo universo’. Pudiera pensarse que fue un cambio de cromos, pero ni muchos menos. Miles no era un Peter negro. Era un héroe comprometido con Harlem, con sus propias tradiciones, otra manera de hablar, vestir y moverse, una familia muy distinta y una playlist en Spotify de la que Parker no sabría identificar a tres grupos. Incluso compartiendo eventos canónicos de Spider-Man, Miles era un héroe distinto. Un cambio de estética y de elenco que refrescaba lo que, ya a los mandos, era exactamente lo mismo.
El juego despertó simpatías básicamente por estar. Como cuando al Cid lo subían al caballo para imponer, amedrentar y ganar batallas desde lo moral. Miles Morales estuvo presente en el lanzamiento de PS5 (aún contando con versión de PS4) y se antojaba uno de esos imprescindibles al saltar a la consola. “Un nuevo héroe para una nueva generación”. En un arrebato de inspiración, su equipo de marketing (aka equipo artístico) también optó por ambientarlo en Navidad y no en otoño, como estaba el anterior. Cambios sutiles, pero refrescantes, y agradecidos en los siempre escuetos catálogos de lanzamiento. Un proyecto en definitiva de lo más ameno que nos ayudó a matar el tiempo de cara a su ambiciosa secuela.
Marvel’s Spider-Man 2 (2023)
Y cerramos con el juego que nos trae de cabeza estos días. Con el único juego de la historia de Insomniac que ha logrado empatar la nota media de Spyro 3 y Ratchet 3 en Metacritc. El juego que parece asentar hoy en día a la desarrolladora como el mejor estudio de la factoría PlayStation.
Marvel’s Spider-Man 2 es la secuela perfecta. Un más y mejor de manual. No reinventa nada, pero mejora en todo (absolutamente todo) a sus predecesores. No hay un solo campo en el que no haya mejorado. No hay un solo apartado que podamos considerar superior en el original o en Miles Morales. Ha pulido todos y cada uno de los ingredientes de una fórmula que ya rozaba el sobresaliente y ha roto ese techo de cristal de un puñetazo.
Con el enfoque más oscuro de cuantos hemos visto en la lista para Kraven el Cazador y Venom, el juego incorpora también un buen número de villanos y sorpresas que hacen de su historia la más cruda y violenta, por momentos hasta con secuencias de terror. Insomniac ha mejorado lo inmejorable, como el balanceo (nunca antes había sido tan divertido moverse por un mundo abierto), y ha trabajado aquello en lo que tenía margen de mejora, como el combate y las secundarias. Y aunque sigue teniéndolo, el paso adelante es tan notorio y sentido que uno no puede sino aplaudir. Sus combates finales y sus viguerías técnicas (como el viaje rápido a cualquier punto del mapa en un par de segundos) entrarán en futuras listas como ésta. Pero lo mejor de todo es que no cabe duda de que habrá un Marvel’s Spider-Man 3 que lo supere en el futuro.