Los 10 mejores cómics de la década y que deberías leer David Lorao
¿Cuáles han sido los mejores cómics de la década? En Hobby Consolas hemos repasado los últimos 10 años de producción comiquera y hemos llegado a la conclusión de que estos son los mejores tebeos que hemos tenido.
Con la década llegando a su fin, hoy toca hacer memoria en Hobby Consolas y repasar lo que nos han dado estos últimos diez años en la industria del cómic. El éxito de las películas de superhéroes y las adaptaciones de obras comiqueras en cine y televisión ha hecho que muchísimo público masivo se acerque a un medio que, antaño, parecía reservado sólo a unos pocos amantes de las viñetas. Esta deriva de consumo ha provocado, a su vez, que la propia industria dé rienda suelta a innumerables historias en cómics muy recomendables que quizás no hubieran visto la luz en otro contexto.
Nosotros hemos valorado todo lo que nos ha dado el cómic en esta década y hemos llegado a una durísima conclusión con esta lista. Fuera nos dejamos muchísimos otros títulos que habríamos querido poner aquí, pero que han sido tristemente cribados para rescatar una única lista con los 10 mejores cómics de la década. Tú, lector, probablemente tengas otros cómics en mente o quizás coincidas con nosotros; pero, sea como sea, te animamos a que nos dejes un comentario con tu ranking para que podamos comprobar cuáles han sido los gustos de la gente. Dicho esto, ¡empezamos!
10. Ms. Marvel
Esta década en Marvel Comics ha sido una década muy activa con la diversidad, tanto racial como de género y sexual, en las viñetas y Kamala Khan fue la respuesta a la pregunta de qué sucedería si una musulmana de New Jersey adquiriera superpoderes en una época en la que Los Vengadores ya están consagrados y son como dioses que se pasean por nuestras calles. Y la respuesta fue Kamala Khan. O, mejor dicho, Ms. Marvel. Creada por los editores Sana Amanat y Stephen Wacker, el guion de la serie corrió por cuenta de la imprescindible escritora G. Willow Wilson y las ilustraciones quedaron en manos del maestro Adrian Alphona.
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La tarea parecía titánica, pero aprovechando la Terrigénesis de Los Inhumanos y cogiendo a Carol Danvers como referencia, al final Kamala Khan encontró un espacio increíble en la deriva oportunista de la editorial con los tiempos modernos y logró convencer tanto al nuevo como al viejo lector, como ya hiciera antes Miles Morales, hablándonos sobre la integración en la sociedad, la amistad, el amor, la familia, los legados, el racismo y un largo etcétera de temas. Uno de los futuros más potentes de Marvel, que no ha dudado en incluirla en su próximo videojuego de Los Vengadores.
9. Monstress
La saga de fantasía creada por Marjorie Liu y Sana Takeda no es sólo uno de los cómics más premiados en los Eisner de los últimos años, sino también un cómic que mezcla la herencia occidental con la oriental y da como resulta un fascinante cuento moderno en un mundo cruel y despiadado. Varias razas de humanos, seres mitológicos, animales fantásticos e incluso antiguos dioses olvidados se dan cita en Monstress, peleando por lo más básico para la condición humana: el poder. Pero, sin lugar a dudas, y a pesar de que la historia juega con facilidad con la temática y combina muy bien los legados de ambas civilizaciones mencionadas, así como hace que la historia avance con un ritmo lógico y fácil de seguir, si Monstress te gana por algo, ese algo es el dibujo.
Es verdaderamente antológico sumergirte en el mundo de este top 10 de mejores cómics de la década, un mundo elaborado con formas geométricas y la influencia del art decó mezclado con steampunk e incluso retrofuturismo. La utopía más fantástica de los últimos años cuenta con avatares de todo tipo (guerreros, sirenas, piratas, ángeles, demonios…), pero son los protagonistas de Monstress, con una personalidad inolvidable, los que harán que la oscuridad que impregna cara rincón de ese mundo se vaya haciendo más luminosa a su paso.
8. Ojo de Halcón
Nos gustaría haberlo puesto mucho más arriba en el ranking, pero tenemos que ser lo más objetivos posibles. Tío, tío, tío, tío, tío. Este cómic, ¿vale? Este maldito cómic de Matt Fraction y David Aja es la cosa más adictiva que alguien podría haber inventado jamás. Y todo, partiendo de la premisa más sencilla: vale, si Clint Barton es el tipo más normalito de todos los integrantes de Los Vengadores, entonces, ¿qué hace en su día a día? ¿Cuál es su rutina? ¿Cómo vive? Y allá que vamos como buenos voyeurs y amantes de los superhéroes a ver la vida de Ojo de Halcón. ¡Y vaya vida! No hay nada de estrella o de jet set o de tipo famoso que salva el mundo cada cinco segundos. Clint Barton es un pringao, un pringao de esos que te da hasta pena lo pringao que es.
Sobreviviendo como puede en la parte alta (y pobre) de New York, Ojo de Halcón se ve inmerso en una absurda trama que le lleva tanto a él como a su ahijada, Kate Bishop, a pelear con una banda criminal y a hacer todavía más difícil la vida de sus vecinos. Todo, adornado con unos diálogos impecablemente brutales, directos e inolvidables de Matt Fraction y un arte visual de David Aja que da para rellenar un trimestre en una escuela de arte. Sin lugar a dudas, uno de los cómics más imprescindibles de esta década. A pesar de contar con muchísimas páginas (es un tomaco integral de los que rompen muñecas), cuando te quieres dar cuenta ya estás terminando y lo único que piensas es: «Por favor, que no acabe nunca». Una absoluta maravilla, tío.
7. Batman de Tom King
No nos vais a sacar de aquí: el Batman de Tom King es una proeza. El guionista es, sin lugar a dudas, el hombre que se lleva la palma en este ranking y no es la última vez que lo veréis en él (ni mucho menos). Su inicio en la serie del Hombre Murciélago, con esa especie de aproximación al significado de Gotham y a su relación con el justiciero, se hizo bastante espesa, sobre todo porque era difícil conectar con esos superhéroes deus ex machina que aparecían en la Ciudad Gótica para ayudar a Bruce Wayne. Sin embargo, acabado el arco argumental de «Yo soy Gotham», Tom King trazó una línea que definiría el resto de su narrativa: la relación entre Batman y Catwoman.https://geo.dailymotion.com/player/x6prr.html?video=x5ji3z3&mute=true
Bruce y Selina intiman aquí como jamás lo han hecho en toda su historia y es Tom King el hombre que ha llevado a ambos al altar. No romperemos sorpresas, sólo diremos que tanto el antes (la despedida de soltera y de soltero es inolvidable) como el después te dejan con la boca abierta. El escritor estadounidense ha logrado hacer que la poca humanidad que queda en el Caballero Oscuro salga a la luz y la ha usado como una herramienta al servicio de la historia, asestándole todos los golpes posibles al lector con cada giro argumental que se derivaba de la historia. Va a ser difícil superar esta etapa. Muy difícil.
6. Mr. Milagro
Y… ¡Lo prometido es deuda! Aquí está Tom King de nuevo y lo hace con uno de los personajes más inesperados de la década. Scott Free, más conocido como Mr. Milagro, fue creado en 1971 por Jack Kirby como parte de los Nuevos Dioses de la editorial DC. No profundizaremos en su historia, basta decir que es uno de esos seres superpoderes que forman parte de la vida y la familia de Darkseid y que aquí, en la historia de Tom King, ha dejado atrás su vida y vive en la Tierra como maestro escapista.
No es que lo rompedor de Mr. Milagro sea ver a un auténtico dios caminando entre nosotros y viviendo una vida mundana y poco relevante, sino la manera en la que es narrada la obra. El guionista ha encontrado en las nueve celdas una especie de fetiche de escritor y a partir de ahí nos despliega un juego de luces y sombras protagonizado por Scott Free, Big Barda y la posible ejecución del primero de ellos por crímenes contra Apokolips. Tom King se esfuerza (y lo consigue) en alejarse lo máximo posible de los tópicos del género y nos regala una obra profunda y humana, demasiado humana, protagoniza por dioses.https://geo.dailymotion.com/player/x6prr.html?video=k21GUGDoFBhUvovr4hu&mute=true
Leyendo Mr. Milagro puedes llegar a sentir algo de tristeza, porque el regusto depresivo es difícil quitárselo de encima. Pero la lectura final es inmensa: en medio de toda esa vorágine de gente que vemos pasar día tras día, la humanidad parece no ser nada. «Nuestra mirada sólo era una entre un millón de miradas, un millón de años. Más de un millón. Infinitas… Pero con un final». Esa inquietud existencial ante el paso del tiempo y la proporción del universo, la vida, es la base de la obra. Ni siquiera Scott Free, el mejor escapista del mundo, puede escapar de ello. Sin embargo, ¿por qué escapar? ¿Por qué no disfrutar el tiempo que estamos aquí? ¿Por qué no disfrutar de la vida? Sí, por aquí han pasado millones y millones de personas. Y pasarán muchas, muchísimas más. «Se han ido o vendrán, pero no están aquí ahora». ¿Y qué? Nuestro momento es el ahora. El ya. No debemos asustarnos ni huir.
5. The Wicked + The Divine
¿Y si los famosos de la cultura pop, especialmente los famosos del mundo de la música, resultaran no ser lo que creíamos? ¿Y si su fama se debiera a un poder mitológico más allá de la explicación científica y humana? ¿Y si esos famosos fueran, en realidad, dioses reencarnados en humanos que van a tener una vida rápida y fugaz, que van a volver cada cierto tiempo y que van a tener un impacto sociocultural mayúscula en nuestra vida? Esta es la premisa de The Wicked + The Divine, uno de los mejores cómics de esta década.
Escrito por Kieron Gillen e ilustrado por Jamie McKelvie, The Wicked + The Divine crea una compleja estructura mitológica a partir de diferentes deidades del imaginario cultural y desarrolla una crítica encubierta, más bien sugerente que cínica o mordaz, a los representantes de la cultura de masas y del consumo de ésta. Kieron Gillen no te lo pone fácil, ya que The Wicked + The Divine tiene un laberíntico y profundo guion en el que El Panteón de dioses se va desenvolviendo y uno puede llegar a perderse con tanto personaje. Por su parte, Jamie McKelvie se viste de mesías hipster y, unido al desempeño del colorista Matt Wilson, nos regala un universo colorido y muy rico en matices que ponen la guinda en el pastel de un cómic divisivo que no deja a nadie indiferente.
4. La Visión de Tom King
¡Tercera vez que aparece Tom King por aquí! La Visión del guionista norteamericano, justo antes de fichar en exclusiva por DC Comics, es, sin lugar a dudas, el mejor cómic de Marvel de la década. King cogió la mitología de Visión y le dio un giro de 180 grados para responderse a sí mismo qué es lo que pasaría si el sintezoide se hiciera su propia familia de sintezoides e intentara emular el día a día de la vida humana. Y así es como nos encontramos a una Visión con un trabajo aburrido, una casa en las afueras con jardín, garaje y buzón, una mujer, dos hijos que empiezan el instituto y un gran cúmulo de conversaciones arquetípicas en la cena.
Qué tal el día; cómo estás, cariño; qué tal en la escuela, chicos; no os vais a creer lo que me ha pasado en el trabajo… La rutina que tanto aborrecemos nosotros es, para los Visión, la búsqueda de la felicidad. Y es que pronto nos daremos cuenta de que el día a día de esta gente no puede ser como el nuestro. Tom King, apoyado por el dibujante Gabriel Hernández Walta, se esfuerza para que no necesites haber leído toda la historia de Marvel y para que te diviertas con una historia de superhéroes que, por debajo de la puerta, te va destrozando con una crítica social implícita y una gran cantidad de lecturas adultas que no pasarán desapercibidas para los más mayores. Un regalo para el mundo del cómic que ya es inolvidable.
3. Omega Men
Y, por última vez en el ranking, ¡Tom King de nuevo! Antes de hablar de Omega Men deberíamos hablar también de Sheriffs de Babilonia, cómic del mismo autor que fue publicado a mediados de la década y que también podría haber entrado fácilmente en este ranking, aunque teníamos que hacer una pequeña criba. Y es que, si uno no cuenta con algún dato biográfico sobre Tom King, puede que le resulte extraña esa especie de fascinación de Tom King por el espionaje y el terrorismo. Antes de convertirse en guionista de cómics a tiempo completo y después de lo sucedido el 11 de septiembre en Nueva York, el escritor se unió a la CIA para formar parte de la división antiterrorista. Es por eso que Sheriffs de Babilonia tiene tanta precisión y rigor históricos y por lo que Omega Men es la mejor obra de King en toda la década.
Omega Men es un cómic que se viste de superhéroes para poder vender la colección, pero que tiene de superhéroes lo mismo que yo de Ken Levine. Con la excusa de incoporar a un Green Lantern en sus páginas y así poder desarrollar la historia con un componente galáctico o de ciencia ficción, Tom King lleva a cabo un profundo análisis sobre el terrorismo, sobre las rebeliones y los daños colaterales que estas provocan, sobre la violencia, sobre las relaciones y sobre los peligros de la guerra. Un relato durísimo que, desde el principio, se desmarca absolutamente de todo lo que damos por sentado cuando nos acercamos a un cómic de superhéroes y se dedica exclusivamente a contarnos una guerra desde los dos puntos de vista diferentes, para dejarnos una lectura final muy triste y muy real en el que nos preguntamos qué es lo que queda cuando termina la rebelión y las supuestas verdades acaban siendo mentiras. En cualquier caso, lo colocamos en el podio de los mejores cómics de los últimos 10 años.
2. Punk Rock Jesus
Una corporación llamada Ophis da luz verde a un proyecto denominado J2, que consiste en resucitar a Jesucristo a partir de la clonación del ADN que impregna la Santa Sindone (Sábana Santa o Sudario de Turín). Este nuevo Jesucristo se cría como si fuera el Truman Burbank de El Show de Truman: su vida está escrita y está televisada para todo el planeta y es consumida por la mayoría de humanos. Sin embargo, cuando todo explota y Jesús se vuelve adolescente, el Mesías se convirtió en el representante de una inesperada generación que poco tiene que ver con lo religioso: la escena punk.
Jesucristo se vuelve punkie y las connotaciones religiosas, políticas y sociales que se desprenden de esta acción se desarrollan al mismo que la comunidad científica explora las consecuencias directas de la propia clonación. Sólo la trama de este cómic escrito y dibujado por Sean Murphy le valdría su peso en plata para llevarse el segundo puesto del ranking, pero es que además está tan bien narrado que… ¡Que lo leáis si no lo habéis leído, que es una joya!
1. Saga
Y la medalla de oro pertenece, sin lugar a dudas, a Saga. El cómic de Brian K. Vaughan ilustrado con un estilo inimitable por Fiona Staples ha sido uno de los grandes acontecimientos del mundo del noveno arte desde que vio la luz. Tras consolidarse como uno de los grandes autores del medio en la pasada década, el escritor de Y, el último hombre y Ex Machina ideó una space opera con fuertes inspiraciones de William Shakespeare y se montó un Romeo y Julieta galáctico que ha acompañado a un gran número de lectores desde marzo de 2012.
Como el propio Vaughan ha revelado en numerosas ocasiones, la historia de Saga surge de la mente de un niño; para ser más precisos, de su niño interior, ya que la concibió un día que era un chaval y estaba aburrido en una clase de matemáticas. Uniendo fuerzas con una Fiona Staples que ha convertido ese sueño en realidad, Brian K. Vaughan ha desplegado todo su arsenal narrativo para firmar, hasta la fecha, el mejor cómic de su carrera. Una delicia en forma de viñetas que ha marcado a toda una generación y que, si el escritor no comete los mismos errores que en el pasado (estirando demasiado las historias), puede ser fácilmente uno de los mejores cómics de todos los tiempos.