Este movimiento ayuda a los usuarios de marihuana a obtener permiso para consumir
Los jóvenes de Barba Rossa, además de apoyar a los usuarios de marihuana a conseguir un permiso de consumo, abogan por la desestigmatización de los consumidores.
Son muchas las versiones que existen cuando uno pregunta entre un grupo de usuarios de marihuana sobre la existencia de un permiso para consumo. Y tampoco hay información clara, salvo de aquellos que pidan asesoría letrada.
Un poco para desmitificar ésta situación, que desde que los abogados han estado en el tema, un usuario que consume marihuana necesita abonar entre 10,000 y 30,000 pesos por un letrado patrocinante que “apoye” su causa, surge la iniciativa de los militantes del movimiento Barba Rossa.
Con sede en Chihuahua, los Barba Rossa son un grupo de jóvenes emprendedores con conciencia cannábica apostando al negocio incipiente de la marihuana en México: “somos 5 cofundadores, tres trabajamos activamente, Ricardo Loustaunau en marketing, y Alejandro Guerra es el vicepresidente”, cuenta Emilio Rascón Máynez (30), entrevistado por Forbes México.
“Principalmente, además de nuestro ecommerce, decidimos hacer algo más, por eso hoy Barba Rossa es más un movimiento (una persona moral con actividad comercial y una asociación civil para su militancia), porque apoyamos y somos proactivos centralmente dos aspectos: el apoyo a las personas para conseguir permisos de autoconsumo y las acciones por la desestigmatización del usuario de marihuana”, indica Rascón Máynez.
Si el negocio del “oro verde” quiere tomar mayor forma en nuestro país es necesario algo más que un marco legal y en el movimiento Barba Rossa (que alude al pirata avistado en la isla de Capri en época del imperio romano), lo saben. “Más allá de vender toda la parafernalia canábica legal, a través de nuestra web ofrecemos formar parte de nuestro movimiento y para los que se inscriben (es gratis) les generamos sus documentos para presentar la solicitud personal ante la Cofepris y Coespris“, cuenta Rascón Máynez, quien además se desempeña como abogado con vasta experiencia impositiva.
Un poco de luz en cuánto a los ‘permisos’
“En México no se permite la comercialización del cannabis, pero sí las actividades para su autoconsumo. Cuando en el 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación abrió la puerta para la obtención de permisos de autoconsumo de marihuana en México, ya que resolvió que la prohibición que existía en contra de todo lo relacionado al autoconsumo del cannabis, en específico a la marihuana, es inconstitucional“, detalla Rascón Máynez.
“Es decir, la prohibición va en contra de algunos derechos humanos que tenemos todas las personas, entre ellos el derecho al libre desarrollo de la personalidad. Esto, en el año 2019 se hizo jurisprudencia (criterio de observancia obligatoria para todo el Poder Judicial, es decir si a cualquier órgano perteneciente al Poder Judicial le llega un asunto igual tiene que resolver como dicta la jurisprudencia).
“En resumen -repasa Rascón Máynez-, la Corte reconoció que todas las personas tienen derecho a realizar las actividades que ellos estimen necesarias para poder desarrollar su personalidad, siempre y cuando no se moleste a otras personas, y que esta actividad no represente un daño grave en aspectos de salud y sobre todo sociales. Situación por la cual, ordena que si una persona le solicita a la Cofepris una autorización para realizar cualquier tipo de actividad relacionada con el autoconsumo de la marihuana (adquirir, sembrar, transformar, transportar, portar y consumir siempre y cuando no se afecte a terceros), esta autoridad tiene la facultad de otorgar este permiso”.
Conscientes de la situación, “en el 2018 lanzamos una estrategia legal gratuita la cual consistió en crear una asociación civil (sin fines de lucro), a la cual cualquier mexicano mayor de edad se podía unir, y esta asociación buscaría a nombre de todos sus asociados una autorización para el
autoconsumo de marihuana, y a la cual se unieron más de 6 mil personas, así nació este movimiento, Barba Rossa’s”, detalla Rascón Máynez.
En ocasión del encuentro Cannaméxico 2019: de izq. a der. Luis Miguel López, Julio Sanchez y Tepoz (ex director de Cofepris en el sexenio de Peña Nieto), Emilio Rascón Máynez, Fernando Belauzaran (ex diputado), Gerald Murray de la asociación de Cannabis Costa Rica y Mario Torres de Brazeau Seller Law.
Cómo un usuario de marihuana obtiene el permiso para consumo
Fue en 2019 cuando el poder judicial negó su estrategia con el argumento de que el libre desarrollo de la personalidad protege únicamente a las personas físicas, y no a las morales en forma de asociación.
“Esta situación nos hizo crear un sistema automatizado de generación de documentos, que se puede acceder aquí, es decir, cualquier interesado mayor de edad, puede tener acceso a los escritos necesarios para obtener una autorización para realizar todas las actividades que
conlleva el autoconsumo de marihuana y además les otorga una guía que explica detalladamente dónde y cómo presentar tus documentos”, dice el entrevistado. “El sistema es muy sencillo de utilizar, únicamente tienes que ingresar aquí, y dar click en el botón ‘únete’ en la esquina superior derecha, llenar el formulario, subir tus documentos como (identificación oficial, curp y carta de ingreso a la asociación civil) y en un lapso de segundos recibes en tu correo electrónico los documentos necesarios y una guía para llevar a cabo tu tramite en forma totalmente gratuita”, confía Rascón Máynez, quien afirma que hasta el día de hoy se han descargado más de 400 solicitudes.
En el desarrollo de estas estrategias se dieron cuenta que “el activismo no se podía quedar únicamente en presentar solicitudes, pues nos percatamos que existe un estigma muy fuerte que rodea al usuario, es por eso que en el 2020 lanzamos una campaña de desestigmatización del usuario, mostrando el día a día de personas consumidoras/usuarias, y enseñándole al mundo que los usuarios cannábicos no son lo que se ha inculcado a lo largo de los años. Somos la primera marca cannábica en México y la segunda en el mundo en lanzar una campaña mediática para la desestigmatización, nos gusta decir que creamos ese verbo en México”, concluye Rascón Máynez.