Los estudiantes mexicanos frente a una mala administración, y su exigencia por la vacunación
Por: Alejandro Salazar
En mi condición de estudiante mexicano, ante dicho contexto, es preocupante y necesario abordar y tratar el tema con la intención de sumar una opinión modesta, pero crítica.
A la presente fecha (11/07/2021), México -particularmente hablando- atraviesa un panorama desalentador en todos los aspectos por los cuales puede ser evaluado. Ciertamente, los problemas económicos, políticos, sociales y culturales actuales tienen raíces históricas, por lo tanto, ninguno de estos fenómenos puede ser atribuido en su totalidad a un individuo o a algún grupo. Sin embargo, con la misma serenidad y objetividad se debe precisar y señalar que hay individuos o un grupo de estos -en estos casos- que contribuyen al desarrollo de cualquier fenómeno, en mayor o menor medida. Tal es el caso de la pésima administración del presidente de la república y el partido en el poder. Veamos.
El pasado 6 de junio, el presidente López Obrador, anunció en la mañanera, con bombo y platillo, que el regreso a clases presenciales era inminente, que el ciclo escolar se reanudaría. De manera inmediata, como era de esperarse, tales declaraciones desembocaron en un torrente de opiniones contrarias a las del Ejecutivo Federal, obviando la actual crisis sanitaria y mayormente, las grandes y enormes deficiencias que presentan las obras de infraestructura escolar a nivel nacional.
Al unísono, padres de familia, estudiantes, autoridades estatales, municipales, especialistas y organizaciones sociales protestaron su inconformidad de diversas maneras, a través de redes sociales y medios escritos. Por donde fuese posible. “La mayoría de los habitantes de la Ciudad de México está en desacuerdo con el regreso presencial a clases. […] Si bien el 33 por ciento de los entrevistados dice estar de acuerdo con el regreso a clases presenciales, el 65 por ciento está en desacuerdo. […] En tanto, a nivel nacional, otra encuesta de EL FINANCIERO revela que el 24 por ciento de los entrevistados cree que “ya pasó la pandemia, hay que continuar la vida con normalidad”; en contraste, el 76 por ciento de los entrevistados cree que “la pandemia no ha terminado, no hay que bajar la guardia”. (EL FINANCIERO, 16 de junio)
Tal fue el caso de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) quienes llevamos una particular y enérgica campaña de protestas a lo largo y ancho del país para expresar nuestro desacuerdo con las medidas que pretende llevar a cabo la Secretaría de Educación Pública. La inconformidad del estudiantado es justificada, ya que, desde el inicio de la crisis sanitaria, la pandemia no ha sido controlada, los fallecimientos no han cesado y los contagios diarios siguen vigentes, al alza inclusive.
“Con 232 nuevas defunciones registradas, hasta este sábado suman en el país 234 mil 907 personas fallecidas a causa del COVID-19, informó la Secretaría de Salud. En tanto, el total de casos activos estimados del virus ascendió a 61 mil 566 para dar un total de 2 millones 774 mil 641 casos acumulados estimados.” (10 de Julio, El Financiero)
Aunado a esto, el Covid-19 ha mutado continua y sorpresivamente, lo que ha encendido las alarmas en todo el mundo, aunque en México, para López Obrador parece ser irrelevante. Los medios de comunicación han insistido en que la población debe seguir salvaguardando su distancia, su salud, su cuidado. El peligro es constatable, la mutación “Delta” del SARS-COV2 tiene entre sus características la facultad de ser particularmente nociva para las personas de 18 a 30 años. “En la
Ciudad de México se confirmó un caso positivo de COVID-19 en un plantel de educación preescolar y otro más en una secundaria, ambos del sector privado. Con estos dos casos más, ya suman ocho los estudiantes contagiados de COVID tras el regreso a clases presenciales. […] Las escuelas, en consenso con las madres, padres de familia y tutores decidieron, como medida preventiva, de manera voluntaria y en libertad, seguir con las clases a distancia, en tanto se realizan las acciones de control epidemiológico a quienes tuvieron contacto con los menores”, detalló la AEFCM.” (Animal Político, 18 junio)
“Ahora, el impacto del coronavirus se está reflejando en las personas más jóvenes, grupo que todavía no ha comenzado su esquema de vacunación (por lo menos entre las personas menores de 30 años). […] Los jóvenes entre 20 y 39 años de edad contabilizan en alrededor del 38.5% del total de los casos reportados de COVID-19 en Aguascalientes, lo que equivale a casi 9 mil personas infectadas.” (Revista Líder, 8 de julio)
Por si esto no fuera poco, para colmos, las condiciones de infraestructura son pocas, insuficientes para poder llevar a cabo dicha meta. Así testifican numerosos alumnos, madres de familia, docentes y miembros del cuerpo administrativo de escuelas públicas e incluso privadas. La carencia de redes de agua potable funcionales, aulas amplias y bien ventiladas, docentes que padecen -lastimosamente- de enfermedades como hipertensión, diabetes etcétera., aumenta la probabilidad de contagios. “Un estudio publicado en 2019 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) muestra que el 81% de los inmuebles están ubicados en construcciones con condiciones mínimas de sanidad y la matrícula de 25 estudiantes por docente sobrepasa la cantidad de alumnos recomendada por la OCDE. […] En un seminario virtual sobre los retos que enfrenta México frente a la pandemia, organizado a finales de noviembre por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el director de esa institución, Eduardo Lazcano Ponce, recomendó que se hiciera una evaluación de la infraestructura de cada escuela tomando en cuenta las características específicas de ventilación en las aulas para garantizar la buena calidad del aire y así minimizar la exposición y contagios a la covid-19.” (El País, 31 de enero)
Las autoridades federales han hecho caso omiso a las peticiones de postergar o acelerar el proceso de vacunación para los jóvenes en una postura insensata, irresponsable y negligente, pese al llamado y el enorme desacuerdo por parte de la sociedad.
Finalmente, en fechas recientes, por consecuencia de dichos llamados de atención, la Secretaría de Salud Pública (SSP) anunció la ampliación del esquema de vacunación, ahora para las personas de entre 18 y 30 años. No obstante, este esquema no arroja fechas de realización. Seguramente, los estudiantes mexicanos nos enfrentamos nuevamente a un chantaje, a una medida mediática para acallar nuestra demanda y amedrentar nuestros derechos a la salud y la educación. La FNERRR exige que se acelere dicho proceso, que no se regrese a las aulas presenciales sin la inmunización que ofrece la vacuna, que se fijen fechas precisas para la vacunación. De lo contrario, seguiremos en pie de lucha.