Gabriela Galvin
Los adultos mayores que beben alcohol con regularidad corren un mayor riesgo de morir de cáncer, según un nuevo estudio a gran escala realizado en el Reino Unido, según el cual las personas con problemas de salud o de nivel socioeconómico más bajo son especialmente vulnerables.
El estudio, publicado en la revista médica JAMA Network Open, descubrió que entre las personas con problemas de salud, incluso las que bebían a niveles de bajo riesgo tenían más probabilidades de morir de cáncer que las que sólo bebían ocasionalmente, mientras que los bebedores a niveles moderados tenían más probabilidades de morir de cáncer y en general.
Los bebedores de alto riesgo tenían más probabilidades que los bebedores ocasionales de morir de enfermedades cardiovasculares, además de cáncer y otras causas.
«Los efectos perjudiciales sobre (las muertes por) cáncer se observan desde la primera gota«, declaró a ‘Euronews Health’ la doctora Rosario Ortolá, autora principal del estudio y profesora adjunta del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid.
El análisis incluyó a unas 135.000 personas mayores de 60 años inscritas en la cohorte 2006 – 2010 del Biobanco del Reino Unido, una base de datos biomédica a gran escala. Los investigadores asignaron a cada persona puntuaciones basadas en sus riesgos para la salud y los factores socioeconómicos del vecindario, y siguieron sus resultados de salud a lo largo del tiempo, durante una mediana de 12,4 años.
Los investigadores utilizaron como grupo de comparación a bebedores ocasionales, en lugar de abstemios, porque los abstemios suelen incluir a personas que han dejado de beber y tienen problemas de salud que pueden hacerlos menos similares a los bebedores habituales, teniendo en cuenta todos los demás factores.
Según el estudio, el riesgo de mortalidad también era mayor entre las personas con problemas de salud o que vivían en zonas socioeconómicamente desfavorecidas, independientemente del nivel de alcohol que bebieran. Según el estudio, esto puede deberse a unos estilos de vida menos saludables y a un menor acceso al apoyo social y a los servicios sanitarios.
Según los autores del estudio, los resultados «identifican desigualdades en los resultados perjudiciales para la salud asociados al alcohol», lo que subraya el papel de los esfuerzos de salud pública para «reducir la elevada carga de morbilidad del consumo de alcohol«.
Ningún nivel de consumo de alcohol es seguro
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcohol provoca casi un millón de muertes al año en toda Europa, y la región registra los niveles de consumo de alcohol más elevados del mundo. El alcohol es un factor clave de riesgo de cáncer, enfermedades cardiacas y digestivas y problemas de salud mental.
El estudio «reafirma que ningún nivel de consumo de alcohol es seguro», declaró a ‘Euronews Health’ Alessandro Gallina, responsable de políticas de prevención de enfermedades no transmisibles en la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA).
Varios países europeos han tomado medidas para frenar el impacto del alcohol en la salud. A partir de 2026, por ejemplo, Irlanda exigirá que las bebidas alcohólicas lleven etiquetas de riesgo sobre cáncer y enfermedades hepáticas. Noruega, que desde hace tiempo prohíbe la publicidad del alcohol y le aplica fuertes impuestos, también exigirá en breve que las bebidas alcohólicas lleven etiquetas sanitarias.
A finales del año pasado, el Parlamento Europeo adoptó una resolución no vinculante sobre enfermedades no transmisibles como la diabetes y el cáncer que destacaba los riesgos ligados al «uso nocivo del alcohol».
Sin embargo, la OMS, la EPHA y otras organizaciones han afirmado que este lenguaje no tiene en cuenta los riesgos del alcohol para la salud y han pedido una regulación más estricta en toda la UE.
Esta terminología sugiere inadvertidamente que existe un uso «no nocivo» del alcohol, noción que no está respaldada por ninguna prueba científica fiable, incluidas las conclusiones de este estudio», declaró Gallina.