Eduardo Arredondo Delgado
El comediante Marco Polo, cuya carrera ascendió luego de su carismático personaje “Senathor” conquistó ayer al Teatro de la Ciudad.
Fue precisamente con “Senathor” como se apodó en la red social Twitter, con quien lo catapultó a otros escenarios, otras latitudes porque reflejó a un político elitista y carente del compromiso social que esperaba México. Fue tal el impacto de Senathor que hasta una candidata a gobernadora, Clara Luz Flores lo denunció por la parodia política a su persona.
Ágil y fresco, Marco Polo es parte de una nueva camada de comediantes fuera de las garras de Televisa y Televisión Azteca que saturaron y agotaron el género.
Marco Polo a través de sketches en ocasiones simples pero llenos de ingenio, se llevó la noche, provocando carcajadas y reflexiones con nuevos personajes que hacen pensar que ya hay otras rutas y otras plataformas para los comediantes jóvenes e intensos como Marco Polo, que lleno de humor y carisma sigue avanzando, frente a la adversidad de una mafia de televisoras que para fortuna de ellos quedó en el pasado.
Si ya hace años, los humoristas habían perdido fuerza debido a la repetitiva carga de rutinas, ahora Marco Polo es parte de la frescura de un talentoso joven que decidió emprender un camino propio con un equipo de colaboradores que llama ya poderosamente la atención.