Inundaciones causadas por aguaceros que comenzaron el fin de semana pasado en Pernambuco, en el noreste de Brasil, dejaron al menos 91 fallecidos y continúa la búsqueda de unas 25 personas que están siendo rastreadas por cientos de rescatistas estatales y federales, informaron las autoridades locales. Esta tragedia podría repetirse en otros puntos del país si no se adoptan políticas para evacuar a las poblaciones en áreas de riesgo, advirtió un experto en desastres naturales.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que sobrevoló el lunes la zona afectada de Recife, la capital de Pernambuco, lanzó una partida de 1000 millones de reales para asistir al gobierno local en las tareas de rescate y la ayuda humanitaria. “Estamos tristes, manifestamos nuestro pesar a las familias, el objetivo es reconfortarlas y atender a la población”, lamentó el mandatario.
Jardim Monte Verde, barrio de Ibura, en Recife (BRENDA ALCANTARA/)
Bomberos y rescatistas trabajan intensamente en la zona afectada (BRENDA ALCANTARA/)
Los expertos afirman que el cambio climático contribuye a lluvias más intensas y el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático ha clasificado a la zona metropolitana de Recife como una de las más vulnerables del mundo.
Vista de los escombros quue terminaron dentro de una casa tras los deslizamientos de tierra (SERGIO MARANHAO/)
La región metropolitana, que alberga a unos 4 millones de habitantes, se ubica en una zona baja, en el delta de tres ríos, cuenta con llanuras aluviales y una red de decenas de canales.
Vista de la zona inundada (CLAUBER CAETANO/)
Recife se convirtió en marzo pasado en la primera ciudad de Latinoamérica en inscribirse en un programa que creará seguros contra los desastres relacionados por el cambio climático, el cual fue creado por una red de gobiernos locales y regionales y financiado por el banco de desarrollo alemán KfW.
Jardim Monte Verde fue una de las zonas más afectadas por las lluvias (SERGIO MARANHAO/)
a autoridad estatal de defensa civil dijo en un comunicado que las inundaciones obligaron a 5000 personas a abandonar sus hogares y reforzó su alerta de posibles aludes de tierra.
Un hombre busca entre los escombros de su casa aquellos elementos que puedan servir (Joao Carlos Mazella/)
Esta mañana, los bomberos continuaban buscando desaparecidos en la comunidad de Jardim Monteverde, epicentro del desastre.
Soldados, bomberos y residentes buscan víctimas entre los escombros (BRENDA ALCANTARA/)
Aunque las lluvias habían empezado el martes pasado, se intensificaron el fin de semana y entre la noche del viernes y la mañana del sábado, el volumen de lluvias alcanzó el 70% de lo esperado para todo el mes de mayo en algunos puntos de la capital pernambucana.
Vista de la devastación que dejó un deslizamiento de tierra (SERGIO MARANHAO/)
El Centro de Monitoreo de Desastres Naturales (Cemaden) estimó una posibilidad “muy alta” de que hoy ocurran “crecidas e inundaciones” en la región metropolitana de Recife, debido a la acumulación de lluvia de los últimos días y al pronóstico de nuevas precipitaciones, informaron.
Soldados y equipos de rescate trabajan en la busqueda de sobrevivientes (SERGIO MARANHAO/)
Por su parte, los meteorólogos atribuyen las lluvias torrenciales que cayeron en los últimos días a un fenómeno denominado “ondas del este”, habitual en esta época del año, con densas nubes que se desplazan desde el continente africano hacia la región costera brasileña.
Los restos de un auto se ven bajo los escombros luego de deslizamiento (SERGIO MARANHAO/)
Según los expertos, tragedias de este tipo obedecen, además de fuertes lluvias, a la topografía y la existencia de grandes barriadas con viviendas precarias en Brasil, muchas de ellas construidas en escarpadas zonas de riesgo.
Recife es una de las zonas más vunerables por el cambio climático en el mundo (SERGIO MARANHAO/)
Bomberos y soldados llevan el cuerppo de una persona que murió atrapada entre los escombros (Joao Carlos Mazella/)
Si bien las lluvias han bajado su intensudad, se calcula que lloverá algunos días más (Marlon Costa/)
Un hombre camina entre los escombros y el barro que dejó el deslizamiento (SERGIO MARANHAO/)
Vista de una casa que quedó totalmente destruida (BRENDA ALCANTARA/)
Fotos: AFP y AP
Edición fotográfica: Fernanda Corbani