La actriz confesó en una entrevista las veces que ha pasado por quirófano así como el curioso ritual que hace seguir a sus cirujanos.
La actriz Megan Fox puede presumir de un cuerpo envidiable y un rostro angelical. Alrededor de la protagonista de Transformers siempre ha habido rumores sobre si ha pasado por quirófano para lograrlo y de ser así, a qué tipo de operaciones se ha sometido. Aunque ella siempre se ha mantenido en silencio al respecto ha decidido que era un buen momento para sincerarse sobre el uso de cirugía y combatir todo el estigma que lo rodea.
Lo hizo durante su visita al podcast Call Her Daddy, de Alexandra Cooper y reconoció que aunque sus fanáticos la consideres perfecta, ella tiene inseguridades, por lo que libremente y para sentirse mejor consigo misma, decidió recurrir a la cirugía.
«Me operé los pechos por primera vez cuando tenía 21 o 22 años», recordó la estrella de Las tortugas ninja. Una cirugía a la que ha recurrido en dos ocasiones más. «Los hice rehacer cuando terminé de amamantar a mis hijos porque no sé a dónde se fueron, pero se fueron. Luego tuve que reconstruir otra vez porque en la primera operación no tenía suficiente grasa corporal y se veía la ondulación del implante, por lo que tuve que cambiarlos».
Al más puro estilo americano, la madre de dos se aseguró de que su médico entendiera lo que quería. «Unas tetas de stripper de los 90», compartió. «Será mejor que me despierte con los senos más grandes que puedan caber en mi cuerpo. Y eso es lo que hizo. Y ni siquiera son tan grandes. Son una 32D, que no es tan grande. Simplemente se ven grandes en mi cuerpo porque es pequeño».
La actriz , quien también confirmó su ruptura con Machine Gun Kelly, reveló que, en contra de lo que muchos piensan y de la preocupación que generaron en sus admiradores unas recientes imágenes, la otra operación a la que se ha sometido en su vida ha sido una rinoplastia. «Me hice una rinoplastia cuando tenía poco más de 20 años. Ha pasado más de una década y, desde entonces, no me he tocado la nariz».
Fox también reconoció que, como le tiene miedo a morir bajo la anestesia general, sí que ha recurrido al botox y otros rellenos dérmicos inyectables, con los que se siente más cómoda. Además, contó las medidas que toma en relación a los médicos que van a intervenir su cuerpo.
«Todos mis médicos tienen que reunirse conmigo antes y tienen que decirme si han visto algún presagio, si vieron algún búho, cuervo, si cualquiera ha pisado una araña… Cualquier augurio de mala suerte. No me lo tomo a la ligera, no me he sometido a muchas por esas cosas. Sé que probablemente es bueno que tenga esta paranoia, porque Dios sabe qué sería de mí ahora», expresó.
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Además, tiene una lista de música preparada para los cirujanos, porque no puede tener canciones que pueda recordarles a ex mujeres o ex novias. «Tienen que estar tranquilos y felices. Si has tenido una pelea con tu mujer, no vengas a operarme».
Pese a su sinceridad, la actriz admitió con pesar que sabe que no dejarán de criticarla.