Fast X: Hablando de fierros y traiciones
Llega la“penúltima” entrega de la franquicia de Rápidos y Furiosos repleta, como es una costumbre, de testoterona, nitro, sensualidad mal coreografiada y villano, muchos villanos, que luego de dos películas se vuelven buenos, camaradas y hasta la pareja de algunos de los protagonistas.
Posiblemente esta película la podemos catalogar como uno de los estandartes del género“Appetite for Destruction” (como la añorada producción de Guns & Roses), en el cual como espectadores veremos explosiones, autos retorcidos, fuego por todas partes, la quema de neumáticos sobre elasfalto, que evoca a las expresiones de “aaah!”, “oooh!” y“así le meto nitro a mi Atos”.
Con que usted haya visto una de las películas anteriores de la pandilla de Vin Diesel, que aún no supera la muerte de Paul Walker (y quien lo hahecho), sabrá lo que verá en esta película. Todo comienza en Los Ángeles y luego (con el dinero que han acumulado, gracias a sus fansmás que a lo que han robado en más de dos décadas en sus historias), se van a Mónaco, Italia, Brasil, Japón, Londres, los Alpes y en cualquier lugar exótico que permita ser destruido, aunque sea virtualmente, todo es por mantener contenta a una legión deseguidores.
Si usted también vio el tráiler de 3 minutos de duración, es toda la película, es decir Toretto vuelve a correr en las calles, vuelve a tratar de que pensemos que su escena junto a Letty Ortiz (Michelle Rodriguez) es super sensual, se la pasa en un auto de un lado a otro, aparecen mujeres dándose con todo a puño limpio, la clásica comida de cada película, los chistes entre Ludacris y Tyrese Gibson, se escucha de fondo el piano de «See You Again» (canción que es el himno de la amistad masculina que también siente amor y cariño por un amigo sin perder su “hombría”) y un largo etcétera que nos habla que lo único creativo es ir en contra de las leyes de la física.
Entra en esta franquicia (que cada vez es una combinación de personas de los universos de DC Comics y Marvel), Jason Momoa como el villano DanteMoreno, que tiene una actuación más cercana a un Joker de Batman, pero con esteroides, es decir un asesino sin remordimientos y que vedivertida acabar con uno o varias personas.
Si bien uno como espectador sabe que concede “licencias” para creer lo que vemos en la pantalla, esta entrega exige que entregues todo, que piensesque los personajes que ya murieron regresan de la muerte, que el villano será tu amigo, que el policía es el malo, que Toretto está igualito a la primera película, que las chicas pueden golpearse y no perder el glamour.
Me parece que lo único que parece importante es el rescate del concepto de familia, que en Toretto parece mantra porque lo repite en todo momento, es su motivo y combustible, como luego de vivir “la vida loca” hay que ser responsable, aunque te aparezcan tentaciones.
Pero hay que tener en cuenta ciertas formas de entender tanto la masculinidad, como la feminidad, así como el entendimiento de lo que son ciertos valores, en donde la muerte del otro no causa dolor, se ve como una calamidad que no se pudo evitar, algo así como la “muerte desechable”.
Esta es una película que simplemente está dirigida para eso, verla y posiblemente desecharla, salvo porque el final deja todo en suspenso, para la próxima entrega. El disfrute de la destrucción controlada y permitida, sin el sentimiento de culpa que puede significar destrozar un coche de lujo solo por la pasión de ver como se hacen añicos los fierros.