La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
Libros de texto gratuitos: ¿Instrumentos de adoctrinamiento ideológico y propaganda electoral originados por la corrupción política?
Una vez mas, durante los días recientes, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado polémica nacional. En esta ocasión el tema de controversia corresponde a los libros de texto gratuitos para educación básica, que se reparten cada año a los niños que cursan ese nivel educativo. La razón fundamental del conflicto suscitado por los libros se basa en su contenido ideológico, de sesgo marxista-comunista, así como en la alusión personal que en alguno de ellos se hace respecto a Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de la Ciudad de México. Los cuestionados libros también adolecen de marcadas deficiencias en la materia de matemáticas, pues el contenido de las ediciones anteriores fue sustituido por un material cuantitativa y cualitativamente deficiente. Asimismo, contienen imprecisiones y errores, entre los que destaca la fecha del natalicio del ilustre ex presidente Benito Juárez.
Además de los yerros, las deficiencias pedagógicas y la manipulación político-ideológica de los que han sido objeto los citados libros destinados a instruir a la niñez, al presidente López Obrador y a la SEP se les cuestiona también la inobservancia de las normas legales y técnicas que, al parecer, desacataron en el proceso de elaboración de esos materiales educativos. Al gobierno de AMLO y la SEP se les acusa de incumplir el deber legal que los constriñe a efectuar, de manera inclusiva y transparente, la elaboración y/o modificación de tales materiales de enseñanza, mediante un proceso técnico-consultivo, en el que se cuente con la participación de representantes de maestros, expertos pedagogos, académicos y padres de familia. La modificación a los contenidos de los libros le fue encomendada a Marx Arriaga, actual Director de Materiales Educativos, de la SEP, quien en el año 2021 generó polémica al decir que “leer por goce es un acto de consumo capitalista”.
Tal situación ha despertado, gran indignación y malestar en el país, pues numerosas personas de los sectores familiar, social, académico, religioso, político y empresarial, han censurado la actuación del presidente y su gobierno, respecto a los libros de texto de los niños. Algunos gobiernos estatales como Chihuahua, Guanajuato, Michoacán y Jalisco, en franca oposición a los referidos materiales, escolares han frenado su distribución en sus respectivas entidades. Incluso, en Chihuahua, un juez de distrito otorgó un amparo, al ordenar la suspensión provisional contra la distribución de los libros, ante la demanda interpuesta por el legislador local, diputado Francisco Sánchez Villegas, así como madres y padres de familia. El diputado Sánchez ha dicho que el propósito de la demanda de amparo es tutelar el interés superior de la niñez chihuahuense.
Es pertinente recordar que en varias ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno, así como las y los legisladores afines al mandatario, han sido reiteradamente señalados por actuar con opacidad y/o en contravención a la
Constitución del país y demás leyes que están obligados a cumplir. Entre los casos más sonados de tales conductas ilegales, que se encuentran documentados en los medios informativos, figuran los concernientes a la frustrada Reforma Eléctrica, la fallida adscripción de la Guardia Nacional al ejército, el fracasado intento de Reforma Electoral, la dolosa inhabilitación del INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales) y, últimamente, la premeditada y constante intromisión del presidente en el proceso electoral venidero, para favorecer a su partido.
Es cierto que todo parece indicar que los libros en mención tienen implícito, de modo claro, el objetivo de servir como instrumentos de adoctrinamiento ideológico y promoción político-elecoral. Igualmente verdadero resulta que, disponer de los recursos y las funciones públicas, en beneficio de intereses personales o grupales de carácter ideológico, político, electoral, económico, o de cualquier otro tipo, constituye un acto de corrupción. Por ello, en caso de demostrarse que la elaboración de los costroversiales libros de texto es una más de las artimañas confabuladas por el gobierno del presidente López Obrador, será evidente que los actuales libros de texto para la enseñanza de los niños son resultado de la corrupción política.