El confinamiento, y todas las dificultades que conllevó, los acercó aún más y se han vuelto bastante inseparables, informó un medio británico
Agencias
Para los amantes del cine de superhéroes y del universo Marvel, Hayley Atwell no necesita presentación. La actriz, de 39 años y nacida en Londres, ha encarnado a Peggy Carter, el gran amor del Capitán América en la saga fílmica.
También goza de reconocimiento en televisión y teatro, y en los últimos días, además, la imagen de Atwell, quien debutó ante las cámaras como imagen de un anuncio de Pringles, ha ocupado buena parte de los reflectores en todo el mundo sólo por haber acompañado a Tom Cruise, de 59 años, durante la final femenina de Wimbledon, días atrás.
En redes sociales la actriz se muestra como amante de los libros, la naturaleza y los animales. Igual aparece nadando en un fiordo en Noruega que haciendo equilibrio sobre la rama de un árbol o montando a caballo. También comparte algunas de sus lecturas, muchas de ellas escritas por mujeres y con enfoque feminista, como Recuerdos de Mi Inexistencia, de Rebecca Solnit, y Tres Mujeres, de Lisa Taddeo.
En sus cuentas también ha mostrado abiertamente su apoyo al colectivo LGTBI y sus preferencias políticas, al apoyar a la demócrata Kamala Harris en las pasadas elecciones de EU: «Un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Democracia en movimiento», dijo.
Actriz versátil, Atwell debutó en la gran pantalla con un papel en El Sueño de Cassandra, de Woody Allen, y fue nominada a varios premios por sus interpretaciones en las series La Duquesa y Los Pilares de la Tierra, entre ellos, al Globo de Oro a la Mejor Actriz por esta última.
Ha destacado sobre las tablas: fue nominada a los premios Olivier, los galardones más prestigiados del teatro británico. Además, ha sido Peggy Carter en la saga del Capitán América hasta en siete ocasiones y desde hace meses rueda junto a Cruise la séptima secuela de Misión Imposible, que llegará a las salas en 2022.
Luego de disfrutar con el ídolo hollywoodense en Wimbledon, publicó una foto en Instagram junto a él y la actriz Pom Klementieff, también del elenco de MI7, en la que se podía leer un indescifrable «fresas y nata».
El pasado diciembre, The Sun publicó que, según un miembro del equipo de producción de MI7, la pareja había «congeniado desde el primer día».
«El confinamiento, y todas las dificultades que conllevó, los acercó aún más y se han vuelto bastante inseparables», dijo entonces la fuente, que aseguró que la actriz había estado en la casa de Cruise en Londres.
El diario se hacía eco del posible romance ilustrando el artículo con una fotografía de Cruise y Atwell esposados, por exigencias del guión, y tomados de la mano durante un momento del rodaje en Roma.
La filmación ha sido interrumpida al menos en dos ocasiones por varios casos de positivos en Covid-19 en el equipo, la última, el pasado junio.
Cruise se vio en aprietos cuando salió a la luz una grabación en la que se le escuchaba dirigirse a gritos a los miembros del rodaje ante la relajación de las medidas de protección contra el coronavirus.
«Quiero lo mejor. En Hollywood han vuelto a hacer películas gracias a nosotros. Porque creen en nosotros y en lo que hacemos. Estoy al teléfono cada noche con cada puto estudio, compañías de seguros, productores. Y nos miran y nos utilizan para hacer películas.
«Estamos creando miles de puestos de trabajo. No quiero volver a verlo nunca (trabajar sin sana distancia). Si no, están despedidos. Si veo que lo hacen otra vez, están despedidos», les gritó. Su ataque de furia causó la salida de cinco trabajadores.