Pilar Montenegro fue durante los años 90 una de las personalidades más reconocidas en México y gran parte de América Latina. Su voz era una de las más escuchadas como parte del grupo musical Garibaldi y su rostro se repetía en varias de las telenovelas más importantes de México.
Pero a partir de 2013 su presencia comenzó a desvanecerse. La razón sería la enfermedad degenerativa, que padece, la ataxia, la cual provoca descoordinación en el movimiento de las partes del cuerpo y afecta las extremidades y el habla, además de causar dolores intensos.
Pero aunque decidió de alejarse de la figura mediática que fue en su juventud, esporádicamente comparte alguna fotografía o video de su vida, siempre sin fechar o sin ubicación, en sus redes sociales.
En las últimas imágenes que ha publicado en Instagram, por ejemplo, luce muy sensual en lencería y les ha enviado un mensaje a sus fans, a quienes les agradece por todos los comentarios positivos y el amor que le envían: «Hola, mis bellos adorados!!!😘😘 bendiciones para todos 🙏🏻».
La exGaribaldi no aparecía en su perfil desde hace casi un año cuando compartió un video de la celebración de su cumpleaños el 31 de mayo. En la grabación canta algunas estrofas de la canción ‘Quítame ese hombre’, el sencillo de su segundo disco Desahogo de 2001.
Las reacciones a las nuevas fotos demuestran que sus fans no la olvidan, y aunque muchos se preguntan si alguna vez regresará a los escenarios, Pilar opta por el hermetismo.
Una década de ausencia
Antes de ser una Garibaldi al lado de Sergio Mayer, Patricia Manterola, Charly López, Víctor Noriega, a fines de los 80, Pilar Montenegro participó en el grupo Fresas con Crema, junto a Andrea Legarreta, la titular del programa Hoy de Televisa.
Con el grupo creado por Luis de Llano estuvo de 1989 hasta 1996, año en el que decidió lanzarse como solista, pero también diversificar su carrera a través de la pantalla chica, haciendo de villana en producciones como Marisol, Gotita de amor y Soy tu dueña.
Lanzó cuatro discos más, hasta que en octubre de 2013 llevó a cabo su última presentación en un escenario en la obra teatral ‘El comitenorio’, tras lo cual abandonó todo.
Los rumores no tardaron en surgir —como una presunta adicción con el alcohol, que si tenía Hepatitis C, VIH, o había sufrido alguna deformación, como elefantiasis o dermatitis, etcétera. Pero en una entrevista posterior a la agencia Notimex, la cantante explicó que la carrera artística ya no era su prioridad: «lo que ahora me importa más es mi vida personal, sí me gusta mucho cantar, si me cae chamba, padrísimo, la hago, pero buscarlo yo, no, ya no estoy aferrada a ser artista o famosa, ya pasó eso», dijo.
Fue en 2016 cuando volvió a ser noticia y se afirmó que estaba en silla de ruedas, pero sus compañeros Mayer y López se encargaron de desmentir esa versión y afirmar que su único deseo era no volver a tener nada que ver con el medio artístico.
«Vámonos. Hoy me siento mejor que nunca, gracias a todos por su preocupación, sus mensajes, etcétera, pero no estoy en silla de ruedas, y gracias a Dios aún tengo la edad para correr ¿o trotar? A pasarla rico, en unas ricas vacaciones», aseguró Montenegro.
Y es a través de esos pequeños mensajes que la excantante sigue vigente y demuestra que hasta ahora la enfermedad no la ha vencido.