(EFE).- El thriller y las novelas de realización personal siguen siendo los géneros más representados entre las novelas presentadas al Premio Planeta, cuya 73 edición se falla mañana en Barcelona (norte de España), y al que se incorpora una nueva tendencia, las relaciones personales a través de las redes sociales e Internet.
En nombre del jurado, el escritor Juan Eslava Galán explicó este lunes en la tradicional conferencia de prensa previa al fallo del premio que «sigue habiendo géneros favoritos, porque se van repitiendo en el tiempo, entre ellos la novela negra o thriller, que abunda, o las novelas de realización personal».
Se detecta, añade Eslava Galán, una nueva tendencia con la incorporación de otro género, «las novelas en las que las relaciones se establecen a través de Internet, de chats u otras aplicaciones tecnológicas».
La escritora Carmen Posadas, también jurado, recordó que «las redes son un factor tan importante en nuestras vidas que es lógico que lo recojan las novelas, es inevitable y además el Premio Planeta siempre ha reflejado las nuevas tendencias narrativas».
Tras tener un sentido recuerdo hacia los dos miembros del jurado que fallecieron en este último año, Rosa Regás y Fernando Delgado -sustituidos para esta edición por Luz Gabás y Eva Giner-, el presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, destacó que «con los 1070 originales recibidos este año, el premio ha recibido ya más de 28.000 títulos, y acumula ya 45,5 millones de ejemplares vendidos».
Este año se conmemora el 75 aniversario de la fundación de la Editorial Planeta, cuyo primer libro publicado fue ‘Mientras la ciudad duerme’, de Frank Yerby.
«Desde 1949, en Planeta hemos publicado 135.000 libros, y se han editado mil millones de ejemplares de todos esos títulos», destacó el presidente del Grupo.
En Argentina los libros aguantan el embate de la crisis
El director general editorial del Grupo Planeta, Jesús Badenes, se refirió a América Latina, donde «los mercados de México, Estados Unidos y Colombia siguen siendo los más pujantes, mientras que en Argentina la evolución no es la misma, pero los libros aguantan mejor el embate de la crisis que sufre el país».
En relación al futuro del sector, Badenes señaló que «uno de los retos es incorporar la inteligencia artificial a los procesos editoriales, pero siendo conscientes, advierte, de que «la IA, que afecta a todos los sectores de actividad, será muy importante, pero no sustituirá al talento de los autores, sino que su función será meramente complementaria».
Ante este marco, Badenes pidió «la regulación de la IA» para en última instancia «defender los derechos de los autores».
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