Belén Nava M.
Todo cambió para Penélope Cruz y Javier Bardem cuando fueron seleccionados para protagonizar Jamón, jamón. Hace 33 años, durante el proceso de preproducción de la película de Bigas Lunas, tuvieron una reunión con el equipo en la que la actriz tuvo una corazonada al ver a su compañero: que iban a estar juntos, a tener una familia y a compartir las cosas más importantes. No se equivocaba. Tiempo después sus caminos volvieron a cruzarse para ya no separarse más. De la mano han crecido personal y profesionalmente, apoyándose mutuamente en sus diferentes proyectos y acompañándose en días inolvidables como el de hoy, cuando el actor ha recibido el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián ante la mirada emocionada de su mujer que no ha podido contener las lágrimas desde el patio de butacas, especialmente cuando él le dedicaba el galardón con una emocionantísima declaración de amor.
El protagonista de títulos como Mar adentro, No es país para viejos o Los lunes al sol ha recibido la estatuilla exultante ante el unánime aplauso del Kuursal y sobre todo el orgullo de Penélope. Ella sabe bien todo el esfuerzo (y las renuncias) que hay detrás de una carrera tan meteórica como la de Javier, que ahora suma un nuevo premio. Además, la oscarizada actriz cuenta también con un Premio Donostia que recibió en 2019 de manos de su gran amigo Bono, líder de U2. En aquella ocasión era él quien la admiraba desde el público y ahora, mirándola directamente le ha dirigido estas palabras desde el escenario: «A una mujer a la que amo con la que he compartido mi vida y un agradecimiento muy hondo por el ser humano que eres y cómo realmente te responsabilizas de la vida, de la vida de tus hijos, de tu familia, de tu madre, de tus amigos, de la tuya, de la vida del arte, de la vida de otros, de muchos que desconoces, por los que sufres y a los que cuidas y por supuesto de la vida de este señor que está aquí diciéndote que te ama, que te quiere y que te lo agradece».
Acompañada de su madre, Encarna Sánchez, la actriz se rompía al escuchar a su marido abrirse de esa manera. Javier Bardem ha sido el protagonista absoluto de esta 72º edición del certamen. Se trata de una noche mágica para él. No solo porque ve una vez más cómo crítica y público admiran su trabajo, sino porque le acompañan personas que tienen un papel clave en su vida. Le han entregado el premio sus dos hermanos, Carlos y Mónica Bardem, quienes le han visto convertirse en uno de los actores más respetados y queridos internacionalmente y le han abrazado efusivamente sobre el escenario; y Juan Carlos Corazza, su maestro y la persona que le ha dado algunas de las mejores herramientas laborales. «“Espero no llorar. Solo hablar de ellos ya me emociono”, decía en la rueda de prensa previa, donde también ha tenido muy presente a su madre, Pilar Bardem, quien murió en 2021. No lo ha conseguido del todo, ya que no ha podido evitar que la voz se le quebrase en mitad de la dedicatoria a Penélope.
Antes de su gran momento, el actor ha posado en la alfombra roja y lo ha hecho acompañado de su mujer, espectacular con un vestido de encaje blanco de escote sirena. La pareja, de la mano en todo momento, ha mostrado su habitual complicidad ante los fotógrafos en la antesala de la gala inaugural. La extensa carrera del actor fue reconocida el año pasado, pero ha recogido el galardón doce meses después de lo previsto porque en 2023 no acudió a esta cita por la huelga que en ese momento había iniciado el Sindicato de Actores de Estados Unidos. «El hecho de que te premien por una profesión que es una pasión, y que es una suerte el poder vivir de ello, es ya una guinda dentro de un pastel que te parece demasiado», ha dicho, demostrando que mantiene intacta la ilusión del primer día.
«Nací siendo el hijo de Pilar y moriré de la misma manera, porque es mi mayor condecoración. Me enseñó lo que era la dignidad, la empatía y el trabajo. Todo empezó con ella -ha proseguido- y siguió con mis hermanos, y siguió con mis amigos, y siguió con una profesión que es también una profesión muy concienciada de lo que es ser humano y las necesidades humanas de todos nosotros. No conozco actor o actriz que no sea una persona altamente sensible y empática y eso es una cosa hermosa de nuestra profesión”, ha destacado el ganador de un Oscar.
Javier ha llegado a lo más alto gracias al trabajo, tanto en España como fuera de nuestras fronteras. Desde que decidió seguir los pasos de su madre en el mundo actoral, no ha dejado de encadenar proyectos. El último de ellos es el rodaje de El ser querido, película de Rodrigo Sorogoyen que empezarán a rodar en enero y en la que compartirá reparto con Vicky Luengo. “Ya nos hemos sentado, hemos visto el material y hemos ensayado las directrices”.