(EFE).- Las labores de búsqueda de víctimas tras las avalanchas y fuertes lluvias que dejaron al menos 189 muertos en el estado de Kerala, en el sur de la India, se aceleraron este viernes con la construcción de un puente crucial por el Ejército, aunque los equipos de rescate no esperan encontrar ya supervivientes.
Los esfuerzos continúan por cuarto día consecutivo, desde que el distrito de Wayanad recibió en la madrugada del pasado martes unas lluvias torrenciales que causaron avalanchas y la crecida de los ríos, pero las operaciones de rescate se vieron dificultadas por las continuas precipitaciones y la destrucción de numerosos puentes y carreteras.
En el pueblo de Chooralmala, donde se concentran buena parte de las víctimas y las avalanchas se llevaron por delante casas cuando la mayoría de los vecinos se encontraba durmiendo, los equipos de rescate no habían podido operar a pleno rendimiento hasta hoy.
«Las operaciones de rescate están en marcha, con maquinaria pesada para encontrar cadáveres y retirar árboles y otros obstáculos», afirmó a EFE un portavoz del Departamento de Información del Gobierno de Kerala, Pratheesh D. Mony.
Efectivos del Ejército indio consiguieron erigir un puente para permitir el paso de vehículos pesados a Chooralmala, por lo que ahora es posible acceder a la zona afectada, dijo Mony.
Sin embargo, Mony afirmó que la misión ahora se centra en localizar a víctimas mortales bajo las toneladas de barro y escombros.
«Todas las personas con vida han sido rescatadas en la zona», señaló el oficial.
Al menos 189 personas murieron y decenas se encuentran desaparecidas tras los deslizamientos de tierra del pasado martes en Wayanad. No obstante, esta cifra es significativamente inferior a la aportada por medios como el Indian Express, que eleva las víctimas mortales a casi 300.
Las fuertes lluvias causaron también estragos en el norte del país asiático en los últimos dos días, con más de una veintena de muertos y cientos de personas atrapadas en los estados montañosos de Himachal Pradesh y Uttarakhand, así como en Nueva Delhi.
Estos episodios de intensas lluvias son consecuencia del monzón, que la India y el resto de países del sur de Asia experimentan entre mayo y septiembre, y que causan importantes daños humanos y materiales. Las autoridades de la India han advertido, no obstante, de los efectos del cambio climático a la hora de aumentar la gravedad y frecuencia de los desastres meteorológicos.
(c) Agencia EFE