LA NACION
La capacidad de asombro con Stephen Curry nunca está completa. Nadie más que él puede quedarse con todas las luces de la NBA, incluso, antes de un partido. En su ritual de tomar lanzamientos increíbles después de completar sus rondas de tiros antes de cada juego, en la previa al duelo con Toronto Raptors, Curry dejó sin palabras a los fanáticos de Golden State Warriors en el Chase Center gracias a un tiro que rápidamente se viralizó y despertó todo tipo de comentarios.
Sólo hizo falta ver la escena posterior a lo que hizo Curry para tomar dimensión de que se trató de una acción imposible. El base de los Warriors después de su rutina de calentamiento agarró una pelota, caminó hasta la salida del vestuario y con una displicencia que incluso pareciera haberlo hecho sin ganas, sacó un tiro de seis metros por detrás de la cancha y la pelota se metió en el aro contrario. El balón hizo una parábola que desafió todas las leyes de gravedad y cayó limpia a través de la red.
Después del lanzamiento a una mano el silencio inicial del público marcó lo que iba a venir un segundo más tarde: una explosión de aplausos y gritos de asombro por semejante genialidad. “Es de esas cosas que solo Curry puede hacer parecer normales”, comentó un fanático. El video de este tiro sumó más de 100 mil reproducciones en menos de una hora, acompañado de comentarios como “¿Es humano?” y “El rey del triple ataca de nuevo”.
Más allá de esta nueva locura de Curry, no fue la mejor jornada para el base de los Warriors, ya que sufrió una desafortunada caída que lo obligó a abandonar el partido durante el tercer cuarto. En una jugada que parecía rutinaria, mientras Curry penetraba hacia el aro chocó con dos jugadores de los Raptors al intentar pasar el balón a su compañero Jonathan Kuminga para un triple desde la esquina. Tras el impacto, Curry cayó sobre su espalda, lo que provocó un silencio momentáneo en la cancha. El personal médico de Golden State Warriors atendió de inmediato a Curry, que se retiró del campo de juego visiblemente dolorido, aunque por sus propios medios.
A pesar de que intentó permanecer en el banco de los suplentes, finalmente se fue al vestuario para una evaluación más detallada. Según informó el equipo, Curry sufrió una contusión pélvica y será sometido a más pruebas para determinar la gravedad de la lesión. El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, se mantuvo cauteloso respecto de la lesión del base: “Se pensó que podría volver al juego, sólo que decidimos no arriesgarnos. Esperemos que no sea nada grave”, señaló. Además, su compañero Draymond Green agregó: “Se golpeó contra el suelo con mucha fuerza, el ruido fue impactante. Es el tipo de caída que preocupó a todos”.
La vuelta de LeBron James
LeBron James regresó tras siete partidos sin actividad por una lesión en la ingle, pero el retorno de The King no pudo evitar que Los Angeles Lakers quedasen expuestos ante sus fanáticos ante Chicago Bulls que le dio una paliza (115-146) en una espantosa actuación defensiva.
Los Bulls no tuvieron piedad de LeBron y de Luka Doncic y reconfirmaron su gran momento con éxitos en siete de sus últimos nueve encuentros. La tarea de Chicago provocó las 21 pérdidas de pelota de los Lakers, generó 74 puntos en la pintura, consiguieron 30 puntos al contraataque, consiguieron un porcentaje de 58,3 % en tiros de campo y 46,3 % en triples (19 de 41).
Fue una noche complicada para los Lakers, porque si bien LeBron sumó 17 puntos (7 de 16 en intentos a canasta) y tomó 6 rebotes, perdió 5 balones. Mientras que Luka Doncic, que tuvo una planilla a su altura con 34 puntos (10 de 18 en tiros y un fabuloso 8 de 13 en triples, a un acierto de tres de igualar su récord en la NBA), 8 rebotes y 6 asistencias, también sufrió con 7 pérdidas.
En los Bulls, Coby White y Matas Buzelis fueron los máximos anotadores con 36 y 31 puntos respectivamente, pero la gran figura fue Josh Giddey, con 15 puntos, 17 asistencias. 10 rebotes y 8 robos.