LOS ÁNGELES, 21 ago (Reuters) -Algunas zonas del sur de California y del suroeste de Estados Unidos se enfrentaban el lunes a la amenaza de inundaciones repentinas, desprendimientos de tierra y aludes, después de que la tormenta Hilary provocó aguaceros sin precedentes durante la noche.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que unos 17 millones de estadounidenses se encontraban bajo aviso de inundaciones y vientos huracanados a medida que los restos de la tormenta se desplazaban hacia el norte, descargando fuertes lluvias desde la frontera entre California y México hasta Las Vegas y partes del noroeste.
Una de las comunidades más afectadas ha sido Palm Springs, California, donde imágenes de video publicadas en las redes sociales mostraban calles inundadas y flujos de escombros. La alcaldesa Grace Garner dijo a CNN que el sistema de emergencias 911 de la ciudad quedó fuera de servicio por la tormenta.
«Ahora mismo tenemos inundaciones en todas nuestras carreteras. No hay manera de entrar o salir de Palm Springs, y ese es el caso de la mayor parte del Valle de Coachella. Estamos todos atrapados», dijo durante una entrevista en la cadena.
Una lluvia constante cayó el lunes por la mañana en muchas partes de la región, donde ya habían caído aguaceros que batieron récords. La tormenta Hilary fue degradada a ciclón post-tropical durante la noche.
Algunas zonas montañosas y desérticas podrían producirse acumulaciones de lluvia de entre 12 y 25 cm (5 y 10 pulgadas), una cantidad que los desiertos suelen recibir en un año, dijeron meteorólogos.
Se espera que la lluvia se disipe lentamente a lo largo de la mañana en el sur de California, pero las autoridades advirtieron a los residentes que no bajen la guardia, ya que inundaciones podrían arrasar carreteras y anegar barrios.
«Se espera que la cantidad histórica de precipitaciones provoque inundaciones repentinas, urbanas y de arroyos que pongan en peligro la vida de las personas o que sean localmente catastróficas, incluyendo deslizamientos de tierra, aludes y flujos de escombros», dijo el servicio meteorológico.
Según Flightaware.com, el lunes por la mañana se cancelaron o retrasaron unos 400 vuelos con origen o destino en aeropuertos del suroeste del país, 100 de los cuales aterrizaban o despegaban desde el aeropuerto internacional de San Diego.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró estado de emergencia en gran parte del sur de California, mientras que el presidente Joe Biden ordenó a las agencias federales que envíen personal y suministros a la región.
Antes de azotar el suroeste de Estados Unidos, la tormenta pasó hacia el norte por la península mexicana de Baja California. Causó la muerte de al menos una persona en México, provocó inundaciones repentinas y arrasó carreteras.
Cruzó la frontera el domingo por la tarde, azotando el condado de San Diego como la primera tormenta tropical en sus registros y convirtiéndose en la primera en azotar el condado de Los Ángeles desde 1939.
Mientras la región se preparaba para la tormenta, un sismo de magnitud 5,1 sacudió el sur de California, al norte de Los Ángeles.
En el condado de Ventura, justo al noroeste de Los Ángeles, el capitán del Departamento de Bomberos Brian McGrath dijo el lunes a CNN que la mayor parte de la lluvia había pasado por el condado sin cierres de carreteras significativos, aunque las autoridades estaban inspeccionando cualquier daño adicional por la tormenta o el sismo, como árboles caídos.
(Reporte de personal de Reuters; Escrito por Daniel Trotta; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
Colapsa Puente de la carretera San Felipe-Laguna de Chapala sobre el km 165 a consecuencia de las lluvias provocadas por el Huracán #Hilary.
📹: Protección Civil pic.twitter.com/5KMbQSlleQ
— Berenice (@BereniceDiazG) August 20, 2023