Un extraño caso de híbrido que sí tiene descendencia fértil
Se conoce como hibridación y no son muchos los casos que podemos citar. El ligre (híbrido entre león y tigresa) o el tigón (híbrido entre tigre y leona), la mula (yegua y burro), el burdégano (caballo y burra), el cebrallo (cebra y yegua), el grolar (híbrido entre oso grizzli y oso polar)… en definitiva, apenas existe un puñado de animales híbridos, lo que hace que la hibridación sea una excepción entre especies evolucionadas, mayoritariamente, a partir de especiación.
Una de las características predominantes en estos animales híbridos es que su descendencia, aunque nazca sana, no es capaz de engendrar. Esto significa que cuando dos especies diferentes se aparean, a menudo, se llega a un callejón sin salida en la evolución. Incluso si la reproducción tiene éxito (como en el caso de la mula o del ligre), estos ejemplares suelen ser estériles.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature, ha encontrado un tercer escenario tan poco frecuente como fascinante. Su nombre científico es Heliconius elevatus, una mariposa roja, negra y amarilla que se encuentra por todo el Amazonas y que, según los autores del descubrimiento, es un insecto genéticamente único y reproductivamente saludable que resultó de un antiguo emparejamiento de otras dos especies de mariposas aún presentes.
Este trabajo contribuye a una creciente noción entre los biólogos evolutivos de que la hibridación a veces puede aumentar, no disminuir, la diversidad de especies dentro de un ecosistema. «Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la biología donde comenzamos a apreciar que la hibridación puede ser un proceso constructivo», explica en Science Chris Jiggins, biólogo evolutivo de la Universidad de Cambridge. “Es una idea antigua, pero hasta ahora no ha habido muchos ejemplos que la respalden. Esto parece bastante convincente”.
El equipo descubrió que la mariposa en cuestión, H. elevatus, comparte el 99% de su genoma con H. pardalinus, una mariposa con rayas de tigre, pero también comparte un minúsculo 1% con otra especie dentro del género Heliconius, concretamente con H. melpomene. Puede parecer un porcentaje muy pequeño pero ese 1% otorga a esta mariposa híbrida varios rasgos distintivos, incluido el patrón de sus alas y feromonas sexuales particulares.
Basándose en el tiempo que habría tardado la genética de H. elevatus y H. pardalinus en divergir como lo han hecho, el equipo estimó que la hibridación inicial ocurrió hace unos 180.000 años.
No se conocen demasiados ejemplos de hibridación con descendencia fértil pero, como nos recuerda Juan Ignacio Pérez Iglesias, Catedrático de fisiología en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y autor del libro “Primates al este del Edén, el organismo humano a la luz de su evolución», no hay que buscar demasiado lejos para encontrar otro asombro ejemplo de hibridación con descendencia fértil… ¡nosotros mismos!.
En los últimos años, y gracias a los avances en genética y computación, se han publicado docenas de estudios que muestran que el Homo sapiens posee “entre un 1% y un 4% de nuestro genoma nuclear proviene de los Neandertales”. Fue en el año 2016 y la noticia llenó las portadas de las revistas científicas… Al igual que la mariposa amazónica, nosotros también somos híbridos vivientes de un cruce de especies ocurrido hace miles de años. ¿Quién sabe cuántas especies más han surgido en el tiempo a través de este fascinante camino de la hibridación?