Zerbino elogió la película cruda y sin filtros de J.A. Bayona, que se estrena el jueves en Netflix en Estados Unidos y Latinoamérica AGENCIA
Zerbino elogió la película cruda y sin filtros de J.A. Bayona, que se estrena el jueves en Netflix en Estados Unidos y Latinoamérica, pero también sintió las mismas ansiedades y emociones que experimentó mientras estaba varado como un joven atleta hace más de 50 años.
“Por suerte (el filme) termina en dos horas y media”, dijo a The Associated Press en octubre pasado.
El drama de Bayona está basado en el libro homónimo Pablo Vierci y sigue la historia del desastre de un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya. El equipo de rugby Old Christians viajaba con familiares y amigos a Chile para un partido cuando su avión se estrelló, dejándolos varados en las montañas donde enfrentaron tormentas de nieve, avalanchas y hambre, obligándolos a comer la carne de los que habían muerto.
La historia de la tragedia se ha contado numerosas veces. Se ha hecho referencia a ella en programas de televisión como Seinfeld, dramatizado en innumerables películas como Alive (¡Viven!) de 1993 con Ethan Hawke, sirvió como tema de documentales y obras de teatro e incluso inspiró Yellowjackets de Showtime, nominada al Emmy.
“Siempre habíamos sentido que faltaban cosas”, dijo Zerbino, reflexionando sobre proyectos anteriores. “El libro ‘La sociedad nieve’ es un libro que puso lo que faltaba”.
Al abordar la compleja historia de resiliencia y supervivencia, Bayona quería hacer algo más que dirigir una interpretación dramática de una tragedia de la vida real. Quería contar una historia que honrara a los sobrevivientes y víctimas del accidente y su cultura uruguaya.
“Es más una reflexión que un libro de acción y al final me ayudó mucho a entender a los personajes”, dijo el director español sobre el libro de Vierci. El escritor es productor asociado de la cinta.
Bayona, cuyos créditos incluyen Jurassic World: Fallen Kingdom (Jurassic World: El reino caído) y Un monstruo viene a verme, quería aprovechar la conexión entre los vivos y los muertos, incluyendo un homenaje en pantalla a quienes perecieron.
“Cuando nos mostró los borradores de lo que estaba haciendo, nos erizó todos y nos paralizó el corazón. O sea, ya vimos que era muy real, muy fuerte, y vimos que había una genialidad”, dijo Zerbino.
La película nominada al Globo de Oro es narrada por Numa Turcatti, quien murió poco antes del rescate y es interpretada por Enzo Vogrincic. Esa decisión fue tomada por el director y apoyada por Vierci.
“Siempre me atrajo esa posibilidad y necesidad de contarlo desde el punto de vista de los muertos”, dijo Vierci.
“Es (una historia) pequeña en el sentido de que son 45 personas perdidas en un avión hace 51 años, pero es tan emblemática, es tan simbólica (…) es tan bueno tener esa ventana donde podemos mirar y ver ahí cómo estos chicos, soportando las adversidades mayúsculas, construyeron una sociedad donde la compasión y la misericordia era lo que predominaba”, agregó el autor.
La película de Bayona busca honrar la historia y se aleja de embellecer o presentar con sensacionalismo los horrores que soportaron los pasajeros y miembros de la tripulación. Más allá de hablar con los sobrevivientes, los seres queridos de las víctimas y visitar el lugar del accidente, entrelaza música de candombe uruguayo en los puntos más altos de tensión y agrega la canción favorita de Turcatti de una popular banda uruguaya en una de las primeras escenas felices de la película.
“Me interesó mucho meterme en la cultura de Uruguay, en la cultura de la época”, dijo el director.
Su enfoque también incluyó a sobrevivientes del accidente, como Carlitos Páez, quien cumplió 19 años varado en la nieve y en la película interpreta a su padre.
“Quería acercarme lo más posible a la realidad”, dijo Bayona, quien sometió a su elenco a un programa de pérdida de peso supervisado por un médico y filmó las escenas de la avalancha en condiciones heladas.
La película es una de las preseleccionadas a la categoría de mejor largometraje internacional en los Premios de la Academia 2024.
Cuando Vogrincic escuchó por primera vez sobre el proyecto, el actor uruguayo supo que tenía que ser parte de la historia.
“Es una historia en Uruguay con la que nacés, con la que de alguna manera te acercás desde muy chico”, dijo el actor. “Hay una sensación de orgullo que te acompaña porque son uruguayos (…) pero a medida que vas entrando en la historia y a medida que vas profundizando, y los vas conociendo a ellos, también empiezas a descubrir que la historia es mucho más grande, que la historia es humana”.
Zerbino vio la película con otros supervivientes del accidente y familiares de las víctimas. Los créditos finales fueron recibidos con una gran ovación, dijo.
Según el ex jugador de rugby, esta era la primera vez que los familiares de muchas víctimas se involucraban en el recuento de lo ocurrido.
“No habían leído ni habían visto películas, porque no querían sufrir. Y, bueno, se reconciliaron con la historia”, dijo Zerbino, quien siente que se comprometió a preservar el legado de los miembros de su equipo fallecido.
La película de Bayona defiende la misión de Zerbino y los demás supervivientes: de mantener el legado de aquellos que renunciaron a su ser para mantener con vida a sus amigos.
“La sociedad de la nieve es real, no es una ficción, a tal punto que yo volví a este mundo, pero sigo viviendo en la sociedad de la nieve, mis normas son el amor, la amistad, la solidaridad”, dijo Zerbino.