La historia detrás de la famosa señal extraterrestre, conocida por la exclamación ‘Wow!’, tiene una cualidad misteriosa que ha inspirado un sinnúmero de teorías. El evento fue registrado la noche del 15 de agosto de 1977, hace ahora 46 años, cuando el astrónomo Jerry Ehman usaba el gran radiotelescopio de la Universidad Estatal de Ohio para barrer los cielos en busca de señales que se pudieran haber originado en una civilización extraterrestre.
Esa noche, Ehman encontró algo lo suficientemente sorprendente como para hacerlo escribir la expresión ‘Wow’, en el papel perforado en el cual quedaban registradas tales señales.
El telescopio, denominado ‘Big Ear’, apuntaba en la dirección de tres sistemas estelares llamados Chi Sagittarii, en la constelación de Sagitario. Fue allí el sitio en el que el radiotelescopio detectó una ráfaga de ondas de radio de 72 segundos, una señal mucho más fuerte que el ruido de fondo.
Este entusiasmo que produjo -y que todavía suscita-, no era una exageración, era el tipo de señal que estaba buscando, el tipo de señal que los astrónomos creen que una civilización extraterrestre tecnológicamente capaz produciría.
La impresión obtenida aquella noche contiene un montón de números y letras al azar, aparentemente, pero Ehman acotó con un bolígrafo rojo un racimo de dígitos «6EQUJ5» con otros círculos en torno a un «6» y «7» en columnas separadas.Este código particular primero utiliza los números 1-9 y luego el alfabeto de la A-Z para denotar intensidad de la señal.
Como sugiere el estallido, la intensidad de la señal alcanzó «6» y luego estalló a través de las letras, alcanzando un pico de «U» antes volver de nuevo en la escala numérica al «5.» Hubo entonces una ligera onda de salida de la señal principal (rodeados con un círculo el «6» y «7»).
La intensidad de la señal fue 1400 MHz, durante los 72 segundos que estuvo presente. Sin embargo, desde ese día en 1977, una detección de una señal de esa fortaleza no se ha repetido. Incluso después de que el Instituto SETI se fundara en 1984, y se realizasen innumerables esfuerzos para encontrar otro estallido de señal de radio similar, los astrónomos se han enfrentado con el silencio en el cosmos.
Las posibles explicaciones
Aunque fue una señal bastante inusual, todavía no se tiene certeza sobre su origen, lo que ha dado pie a que lo ocurrido alimente diversas teorías sobre la vida extraterrestre inteligente. Sin embargo, el propio Ehman declaró recientemente que es escéptico frente a esta posibilidad, y en su opinión señala que podría estar relacionada con una misteriosa ráfaga FRB (Fast Radio Burst).
El astrónomo Antonio Paris, del Colegio de San Petersburgo en Florida, sostiene que el origen de la señal pudo ser un cometa no catalogado. En el 2015 surgió esta posible explicación, pues se sabe que al menos un par de cometas sobrevolaron la región en la constelación Sagitario frente al ‘Big Ear’, y también se sabe que el hidrógeno está presente en ellos.
Pero, Ehman concluyó rápidamente que, dadas sus características, un cometa no la pudo producir, teniendo en cuenta que no habría sido tan abrupta, y que el cometa no se habría escapado tan rápidamente del campo de visión del radiotelescopio.
Ninguna señal como Wow
A lo largo de todos estos años se han recibido muchas otras señales de origen desconocido provenientes del espacio exterior, pero ninguna tan intensa ni tan larga como lo fue la señal ‘Wow!’Por eso, investigadores han combinado un par de telescopios para escanear la zona donde se originó hace 45 años, aunque el resultado fue infructuoso.
La zona objetivo estaba alrededor de una estrella similar al Sol ubicada a 1.800 años luz de distancia en la constelación de Sagitario, que se identificó como una posible zona para la señal.»Esta es la primera vez que se realiza una búsqueda dirigida de la señal ¡Wow!», dijo Karen Pérez, estudiante de posgrado de la Universidad de Columbia.
Fue realizada por Breakthrough Listen, un programa del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI). Aunque aún se desconoce qué produjo la señal, sigue siendo materia de investigación científica.
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