La reflexión del día !!
Por qué nos gusta cocinar?
A su vez, la cocina como arte remite a la nutrición en el sentido más amplio del término. Esto quiere decir que no se refiere simplemente a las vitaminas y proteínas que se transforman en energía y vitalidad, sino que principalmente alude al sentido de vida que se transmite a través de la comida. De ahí que la cocina no sea simplemente una técnica, sino todo un arte.
Lo que cada pueblo cocina es básicamente su propio paisaje. Transforma lo que hay en sus huertos, en sus bosques, en sus ríos, en sus mares. A la mesa llega todo ese entorno, gracias a un largo proceso que va desde el origen mismo de cada producto, hasta las formas como, a veces a través de milenios, se procesan para que sean agradables al gusto de un comensal.
El mundo actual impulsa hacia la rapidez en todas las acciones. Hasta la comida ya lleva el apellido de “rápida” para indicar que se prepara en poco tiempo y no requiere mayor elaboración.
En la novela “Como agua para chocolate”, de Laura Esquivel, se establece claramente un nexo entre la cocina y las emociones. La protagonista de la historia refleja sus sentimientos en todo aquello que prepara. La comida se convierte en un lenguaje a través del cual ella puede decir todo lo que en su vida cotidiana tiene que callar. Y quienes prueban sus preparaciones se contagian del mismo sentimiento que pone ella en cada plato.
Aunque se trate de un reflexión con tintes abstractos, lo cierto es que a través de la comida se transmiten un gran número de emociones que no dejan de tener otro tipo de reflejos en la vida real.
Lo cierto es que se emiten y se reciben mensajes emocionales a través de la comida.
Estos mensajes hablan de cuidado, de protección, de esmero, de interés por el otro. Son comunicaciones sutiles en las que sobran las palabras. Una comida preparada con esmero y servida con delicadeza es un gesto de elegancia, pero también un acto de amor. Remite a ese mundo femenino y maternal en el que complacer al otro es un resultado de la paciencia y la dedicación.
El gusto, así como el olfato, son sentidos que parecen etéreos, pero que dejan una honda huella en la memoria. Se recuerda el gusto del dulce que le dio sabor a nuestra infancia, en nuestra casa, en la tienda a la que íbamos de niños. Se recuerdan también esos momentos en donde una comida marca la diferencia y te hace sentir especial. A través de la cocina se establece un vínculo íntimo y más perdurable de lo que, en un principio, pudiera parecer.
No es un secreto que las personas que saben cocinar tienen un atractivo muy especial que las hace irresistibles. Pero ¿en realidad hay características que diferencian a los amantes de la cocina del resto de las personas? La respuesta podría sorprenderte. Si tu vocación es la cocina y no puedes vivir mucho tiempo sin darte el gusto de comer un platillo delicioso o de crear una nueva receta, entonces seguro te identificarás con las principales características de la gente que cocina:
• SON ABIERTOS A OTRAS CULTURAS
La gastronomía de cada país es una de las mejores formas de conocer la historia y la cultura del territorio en cuestión. Un verdadero amante de la comida se encuentra abierto a otros sabores, ingredientes y formas de hacer cada receta. Jamás se cierran y por el contrario, valoran nuevas enseñanzas.
• COMEN DE TODO
Es verdad que todos tenemos preferencias por ciertos alimentos. Sin embargo, los amantes de la cocina disfrutan probar y darle la oportunidad a opciones variadas. Jamás rechazarán un buen plato de comida, siempre y cuando se encuentre bien preparado.
• NO LO VEN COMO UNA OBLIGACIÓN
Mientras que las personas comunes ven la cocina como una obligación para sobrevivir, los amantes de la gastronomía disfrutan de cada segundo que pasan cerca de los sartenes, el horno y la estufa. Ellos se relajan mientras preparar nuevas creaciones lejos de estresarse.
• RESPETAN CADA INGREDIENTE
Contrario a lo que se cree, los amantes de la gastronomía prefieren no mezclar ni hacen inventos locos con muchas salsas, pimienta, limón o sal en exceso. Ellos optan por calidad en vez de cantidad y no permiten que los condimentos opaquen el verdadero sabor de sus ingredientes.
• PIENSAN EN LOS DEMÁS
Para un amante de la cocina solo puede haber algo mejor que cocinar. Cocinar para otras personas. Los cocineros de vocación adoran ver que sus invitados o acompañantes disfrutan de sus recetas, por lo que un cumplido acerca de su sazón y técnica jamás será subestimado por ellos.
CHEF O COCINERO SIEMPRE HABRÁ ALGUIEN QUE:
Pique y pele más rápido que tú Que haga una receta mejor que tú Que emplate mejor que tú Que conozca más ingredientes que tú Y que este más actualizado que tú.
Recuerda siempre estar abierto a aprender del que tengas al lado, sin importar de donde vengas o el título que tengas.
Si somos conscientes de ello, seremos muy buenos profesionales.
Leer, siempre es la mejor opción.
La lectura activa la mente e incrementa la inteligencia.
Las personas que más leen incrementan su densidad neuronal; la lectura también hace que la mente trabaje más rápido.
Mientras lees estas líneas, tres áreas de la corteza exterior de tu cerebro trabajan: el lóbulo frontal, encargado de procesar las imágenes; el lóbulo occipital, encargado de asociar los símbolos que percibimos (las letras) con un significado, y finalmente el lóbulo temporal, cuya tarea es hacer una equivalencia fonográfica de lo leído como si escucháramos un discurso o leyéramos en voz alta.
Al hacer una reducción un poco simple de la inteligencia a una cuestión aritmética (mayor capacidad cerebral, mayor inteligencia), ¿podemos plantear que leer nos hace más inteligentes?
Las personas alfabetizadas mostraron un incremento importante en la materia gris (la densidad neuronal) y en la materia blanca (encargada de conectar los dos hemisferios del cerebro).
Ambas áreas del cerebro están relacionadas con el procesamiento visual, fonológico y semántico que son las tres áreas de especialidad en las que el cerebro distribuye la tarea de leer.
Leer también nos vuelve más veloces de mente y permite que nuestra experiencia sensorial sea más rica y amplia.
El cerebro divide la mayoría de las actividades que realiza en tareas más sencillas y asigna cada una de ellas a regiones especializadas.
Al observar una palabra en papel, el cerebro hace una captación visual de una yuxtaposición de luces y sombras. Al mismo tiempo se crea una representación fonológica de la palabra que estamos leyendo (por eso leer en voz alta es más efectivo, porque genera imágenes más sólidas) y realiza una búsqueda exhaustiva entre todos los elementos almacenados en la memoria para dotar a la palabra leída con un significado.
Si una palabra, o un conjunto de palabras, suele estar acompañado por una serie de estímulos no lingüísticos (un sonido, un olor, una sensación), cada vez que nuestro cerebro perciba esta palabra estimulará las áreas encargadas de procesar el estímulo no lingüístico (o la acción real) con el que asociamos dicha palabra.
Dicho de otro modo, cuando leemos la palabra “canela” o “perfume”, nuestro cerebro activa la corteza olfativa primaria, que incluye la amígdala cerebral y el lóbulo piriforme. Esta parte del cerebro es la que utilizamos para captar olores en la vida real.
“Este es mi principal consejo a la gente: Aprende a cocinar, prueba nuevas recetas, aprende de tus errores, no tengas miedo y sobre todo diviértete».
En la variedad está el gusto de elegir.
Nunca digas no puedo:
Levántate, suspira y sigue adelante. Si luchas por lo que quieres, tarde o temprano llegará.
Si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido.
Martín Holownia Cocinero Profesional