Antes de que el ser humano pueda ir a Marte, es preciso que Marte pueda venir a la Tierra. Esa es la filosofía detrás de la Mars Science City, el proyecto más ambicioso hasta la fecha de simulación de una colonia en Marte, y que se levantará en Dubái.
La supervivencia del ser humano en entornos extraterrestres extremos es uno de los grandes objetivos de las agencias espaciales. Hace escasas semanas se anunciaba que el astronauta Pedro Duque y la Agencia Espacial Europea (ESA) estaban llevando a cabo pruebas de simulación de las condiciones de Marte en Lanzarote. Pedro Duque, junto a dos astronautas más, ha llevado a cabo un trabajo de campo, ampliando conocimientos geológicos y relativos a la recogida de muestras. De especial interés son los llamados “jameos”, tubos de lava similares a los que se acaban de descubrir en la Luna y que pueden constituir una base de operaciones en otros planetas o un lugar a salvo de la radiación cósmica y, por tanto, propicio para la vida.
Pero la iniciativa más ambiciosa hasta la fecha en lo que respecta a la recreación de las condiciones marcianas tendrá como escenario el desierto de Dubái. El gobierno de los Emiratos Árabes Unidos acaba de anunciar una potente inversión de 140 millones de dólares para construir una ciudad con todos los requisitos necesarios para ver su viabilidad en Marte, tanto en lo referente a las técnicas de construcción como al aislamiento térmico y de radiaciones. Para ello contará con los servicios del arquitecto danés Bjarke Ingels, que tendrá a su disposición cerca de 180.00 metros cuadrados para dar rienda suelta a su visión del futuro de la humanidad. Bajo el nombre de Mars Science City, será la mayor recreación hasta la fecha de una ciudad extraterrestre. Para hacerla realidad, se recurrirá a técnicas de construcción 3D por medio de impresoras industriales que trabajarán con la arena del desierto de Dubái en la edificación del complejo. Es decir, se estudiará la posibilidad de enviar maquinaria de construcción 3D a otros planetas como parte de una misión espacial en lugar de utilizar habitáculos prefabricados.
Las estructuras comprenderán una serie de cúpulas que acogerán laboratorios de procesamiento de agua, cultivos, investigación y pruebas de seguridad alimentaria. Una de las cúpulas acogerá a un grupo de seres humanos durante un año, poniendo a prueba sus capacidades de supervivencia. Por último, el proyecto incorporará un museo para acercar la exploración espacial al gran público.
En cierta manera, la Mars Science City recoge el testigo de aquel proyecto llamado Biosfera 2 que se instaló en Arizona a principios de los años 90. En su momento fue el mayor ecosistema cerrado jamás creado, y en él se puso a prueba la posibilidad de trasladar fauna y flora a otros planetas, así como la organización de la coexistencia de seres humanos en condiciones de aislamiento.
Sin embargo, con la mirada puesta en el futuro, existen otros proyectos destinados a idear futuras colonias marcianas. Uno de los más interesantes es la iniciativa Mars Home Planet, promovida por el fabricante de equipos informáticos HP y la compañía de tarjetas gráficas nVidia. Juntos han lanzado un concurso para el modelado de una ciudad que acoja a un millón de colonos en el planeta rojo y que, en una primera fase, se podrá visitar virtualmente gracias a una cuidada recreación en 3D.
Los lugares más marcianos de la Tierra
Hay muchos lugares inhóspitos en nuestro planeta que, tanto por su orografía como por sus condiciones climáticas o bioquímicas, recuerdan a Marte. Estos son algunos de los más espectaculares:
- Parque de Timanfaya (Lanzarote). Esta joven zona volcánica aún en activo ofrece unos paisajes rojizos y devastados que recuerdan indefectiblemente a las imágenes que nos han retransmitido de Marte misiones como la Mars Pathfinder.
- Minas de Río Tinto (Huelva). Una zona de prospección minera conocida desde los tiempos de los romanos que la ESA ha utilizado también como recreación del planeta rojo.
- Isla de Devon (Canadá). Un campo de pruebas habitual para vehículos de la Nasa. Su castigada orografía es prácticamente idéntica a la que vemos en las imágenes que nos llegan de Marte.