POR: ALVARO CORTES
Una respuesta no solicitada para la pregunta que ronda por la cabeza de los capitalinos cada que deciden salir de su amada ciudad: “¿Por qué no quieren a los chilangos?” Razón #12354785, vienen de la tierra de la corrupción: la CDMX…
Ughhh qué feo se oye lo anterior. Pero eso es lo que revela la Encuesta Nacional de Estándares y Capacitación Profesional Policial (Enecap)… la misma que reveló (¡sorpresa!) que los polis están algo pasados de tamales. De acuerdo con este estudio, en 2017 la CDMX se posicionó como la entidad más corrupta, con la tasa promedio más alta de actos de corrupción… ah, pero no se achicopalen tanto, ya que esta medición sólo tiene que ver con el desempeño de las funciones de los elementos policiacos…
Bueno, la verdad sí es para andar un rato con la cara de “¡chale!”, porque hay que recordar que para que se dé un acto de corrupción el ciudadano pone de su parte. Así que no se manchen y le quieran echar toda la culpa a los azules.
Según se indica en La Jornada, el documento en cuestión señala que la CDMX tuvo la tasa de corrupción más elevada, con 4 mil 467casos por cada mil agentes… un poco más de 4.4 por choya. Pero antes de que los del norte, sur o los propios capitalinos empiecen con el bullying, es bueno señalar que en otras partes del país no venden piñas: en segundo lugar quedó Coahuila, con 3 mil 580 casos por cada mil agentes y, en tercer sitio, los agentes de Querétaro, quienes le entraron sabroso con 3 mil 441 actos de corruptela.
En promedio, el país tiene una tasa de corrupción de mil 688 casos de corrupción por cada mil agentes. Pero bueno, no todo está perdido, ya que el estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que uno de cada cuatro polis prefiere hacer una actividad extra para acompletar el gasto de la casa… ehmmm, eso no quita que algún mando le pida cuota fija para conservar la chamba. Ahí sí, ya está de dios.
En fin, sin afán de justificar la corrupción incubada en aquellos que deberían estar libres de ella, el estudio indica que 86.1% de los elementos policíacos en funciones indicaron que tuvieron que hacerse de sus cositas para chambear por cuenta propia… no todas, pero sí algún accesorio por ahí. Cositas que se pueden conseguir sin necesidad de licencias o credenciales que acrediten que formes parte de una corporación, como esposas, gas lacrimógeno, chaleco de tránsito, lámpara de mano, así como otros materiales: equipo de radiocomunicación, teléfono celular, megáfono, hachas, alcoholímetros.
Por cierto, en las entidades donde los policías son menos corruptos son Tabasco y Quintana Roo, con apenas 111 y 132 actos de corrupción por cada mil elementos.