Belén Juan
No todo es lo que parece… Y si no, que se lo digan a Brittney Spears. Hay quienes dicen que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, pero en el caso del rapero Sean Combs, más conocido como Diddy o Puff Daddy, la verdad está ‘intentando’ salir a luz. El productor -uno de los más exitosos e influyentes de la industria- fue arrestado el pasado 16 de septiembre por agentes federales, en un hotel de Manhattan. ¿Los cargos principales? Supuestamente, “conspiración para cometer crímenes de forma organizada y trata de mujeres”.
Esta es la acusación a la que se enfrenta y, a una próxima demanda colectiva de más de 120 personas contra él, por abusos y agresiones sexuales, tal y como comunicó el abogado Tony Buzbee, cuyo bufete, aliado con AVA Law Group (famosos en Estados Unidos por su implicación en macrocausas de abusos sexuales) pretende poner también bajo los focos a los “socios y cómplices” de Combs…
Las ‘White Parties’ que nadie se quería perder
Tras el revuelo mediático, la intérprete de Toxic se ha convertido en una de las protagonistas en esta ‘desagradable’ trama, pues Britney Spears, al igual que otros famosos, compartió noches de diversión con el productor musical, en una etapa de su vida complicada, en la que muchos apuntan que podría haber estado “influenciada” por Diddy, y esta influencia podría haber sido una de las causas en su caída.
El año 2007 fue determinante en su carrera, de ahí la frase “si Britney pudo con 2007, tú podrás superar este día”
Nos remontamos al año 2007, mientras celebraba el cumpleaños de Casandra Ventura, quien era pareja del rapero Sean Combs, tuvieron que sacar a la artista en brazos y la prensa asumió que se debía a sus problemas con la bebida. Aunque ella posteriormente afirmó que alguien había puesto algo en su copa, nadie pareció creerle… Entre los invitados estaban Dallas Austin, Paris Hilton y obviamente, Sean ‘Diddy’ Combs. Además, sus salidas nocturnas con Paris Hilton o Lindsay Lohan, eran frecuentes, así que había pocos motivos para creerle. Era el reflejo de una vida sin frenos que iba camino en convertirse en un juguete roto en la industria musical.
«Odiaba mi aspecto»
Por otro lado, este año fue determinante en su carrera, de ahí la frase “si Britney pudo con 2007, tú podrás superar este día”. Todos recordaremos su fatídica actuación, con un bikini negro, en los MTV Video Music Awards; un episodio que relata en sus memorias con todo lujo de detalles: “había pasado mucho tiempo desde que nos vimos por última vez -refiriéndose a su ex, Justin Timberlake. En su mundo, todo era perfecto. Estaba en la cima de su carrera y tenía muchísima arrogancia. Yo estaba teniendo un ataque de pánico. No había ensayado lo suficiente. Odiaba mi aspecto. Sabía que todo iba a salir mal”, confesaba la cantante. Y así fue. Todo salió mal.
Fue criticada por su peso, porque muchos opinaron que estaba en baja forma, no coordinó la voz y el playback, e, incluso se dijo que estaba bajo los efectos del alcohol. A todo esto no ayudó que el 15 de febrero la princesa del pop entrase en un centro de rehabilitación -aunque solo permaneció 24 horas-, y días más tarde se rapó la cabeza. La prensa, los medios y la opinión pública ya tenían un veredicto para ella, y no era favorable. Además, en octubre de ese mismo año perdió la custodia de sus hijos. Ahora, echando la vista atrás, y tras salir a luz todas las acusaciones y pruebas contra Diddy, muchos son los que se preguntan si aquella noche, en el cumpleaños de Casandra y la fiesta que organizó el rapero, Britney estaba diciendo la verdad.