Paloma Anaya
Pierce Brosnan y su mujer, Keely Shaye Smith, celebran más de tres décadas años juntos. “Nuestra primera aparición en la alfombra roja en Londres. Todavía saliendo 31 años después. ¡Feliz aniversario mi amor! El 8 de abril de 1994 fue mi día de suerte“, apunta la esposa del protagonista de James Bond junto a un carrusel de sus mejores fotos, donde podemos ver su evolución como pareja y la química que los ha acompañado desde el principio.
Recientemente asistieron al estreno de la nueva serie MobLand de Brosnan en Londres y Keely Shaye Smith dejó asombrados a sus fans con su pérdida de peso. La periodista y filántropa, de 61 años, acaparó todos los flashes con un look de lo más favorecedor, compuesto de un vestido corto de encaje negro con el que mostraba su nueva figura, al lado del gentil Brosnan, que a sus 71 años, sigue conservando el atractivo y carisma que le hizo triunfar.
Estas fotos que ha rescatado de su álbum más íntimo nos han hecho rememorar una fascinante historia de amor que dura ya más de tres décadas. El destino quiso que un buen día de abril, en un entorno idílico como una playa de México, sus caminos se cruzaran por primera vez. Él ya era un actor de éxito gracias a su papel de James Bond y ella, una periodista y presentadora, dispuesta a hacerle una entrevista a su ídolo de la gran pantalla. Ese instante cambió sus vidas para siempre y, desde entonces, forman uno de los matrimonios más sólidos y queridos de la industria.
Ambos coincidieron después en una fiesta y, como Keely recuerda, compartieron una conversación bajo las estrellas hasta altas horas de la madrugada. El ambiente mágico, con fuegos artificiales y la música de Kenny Loggins de fondo, hizo que aquel encuentro fuera aún más especial. Desde entonces, no se separaron.
Pierce Brosnan y Keely Shaye Smith enfrentaron varios contratiempos antes de poder casarse. Su boda fue pospuesta hasta en tres ocasiones. Primero por los problemas de salud que tuvo su hija Dylan, después por el grave accidente de tráfico de Sean -nacido del primer matrimonio del actor con Cassandra Harris, fallecida en 1991 a causa de un cáncer de ovarios- y la tercera vez la periodista descubrió que estaba embarazada de Paris cuando anunció su boda y decidió posponerla.
Finalmente, pudieron contraer matrimonio en 2001 en una romántica ceremonia, de la que ¡HOLA! publicó un excepcional reportaje, en la abadía irlandesa de Ballintubber en Irlanda. Un centenar de familiares y amigos celebraron su unión en el hotel Ashford Castle, un castillo del siglo XIII.
El matrimonio disfruta viendo los logros de sus dos hijos, Dylan, de 28 años, y Paris, de 24 años, quienes se están labrando una prometedora carrera profesional. Los hijos de la pareja acapararon todas las miradas en la pasada edición de los Oscar. En el caso de Dylan, acudió acompañado de su novia, la pintora Avery Wheless, mientras que su hermano Paris posó de lo más cómplice con su chica, la modelo Alex Leeaillon.
Parece que, por el momento, ninguno de los dos va a seguir los pasos del actor. Han enfocado en sus carreras en el mundo de la moda y el arte. Dylan se graduó en la USC Escuela de Artes Cinematográficas, mientras que Paris estudió en Loyola Marymount University en Los Ángeles y fichó por la agencia Next Models en Los Ángeles. Ha trabajado para exclusivas firmas como Dolce & Gabbana y también ha mostrado interés en las causas sociales. En 2019, los chicos Brosnan se unieron a una organización sin ánimo de lucro para tratar de concienciar a la sociedad sobre la importancia de la alimentación en la infancia.
Además de sus dos hijos en común, Pierce Brosnan es padre de otros tres hijos más. De su primer matrimonio con Cassandra Harris de quien enviudó en 1991, nació Sean, que hoy tiene 41 años, y el actor adoptó a los dos hijos que su mujer tuvo con Dermot Harris, fallecido en 1986, Christopher y Charlotte, aunque esta última murió en 2013 a causa de un cáncer de ovarios, la misma enfermedad por la que falleció su esposa. Una muerte que sumió en la tristeza a Brosnan, que compartió con sus seguidores la terrible pérdida de su hija a los 41 años. Por su parte, Christopher, acabó enganchado a las drogas y en 2003 el actor tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: alejarse de él, aunque, tal y como confesó, reza por él cada día.