Ivett Salgado
Volver al Festival Internacional de Cine de Venecia era una cita obligada para Lorenzo Vigas, ahí comenzó su carrera como director y sentía presión por ofrecer una historia que estuviera a la altura; ahora, el venezolano representa a México con La caja, una película sobre la paternidad, ambientada en el tema de las desapariciones forzadas.
“Se lo debo al festival y siento un alivio enorme por regresar; tenía una presión muy grande, porque ahí gané (el León de oro) con mi primera película (Desde allá); tenía que hacer algo muy bueno, la gente espera eso de mí; así que, tuve que lidiar con eso durante todo el proceso de La caja, fue mucha exigencia de mi parte”, dijo Lorenzo Vigas a M2.
El por qué Lorenzo representa a México en La Mostra de Venecia obedece a sus deseos de retribuirle a este país sus logros profesionales. Vigas llegó hace 20 años por invitación de Guillermo Arriaga para escribir un guion, el plazo era dos meses, y “aquí me quedé y comenzó mi relación con México, el país que me convirtió en director”.
A la mexicana
Después de su trabajo con Guillermo Arriaga, Vigas emprendió un camino profesional que lo conectó con Gabriel Ripstein, Valentina Leduc y otros realizadores y productores mexicanos con quienes ha compartido proyectos. El venezolano fue productor ejecutivo de Nuevo Orden, y Michel Franco y Eréndira Núñez le produjeron La caja.
“La caja es un regalo que le hago a México. Mi carrera no estaba completa sin hacer una película aquí”, agregó Lorenzo sobre la historia que busca el León de oro frente a las propuestas de The power of the dog, Jane Campion; Sundown, de Michel Franco; Spencer, de Pablo Larraín; y Madres paralelas, de Pedro Almodóvar, entre otras.
Con La caja, Lorenzo explora el tema de la paternidad, como lo hizo con su ópera prima Desde allá, y con el cortometraje Los elefantes nunca olvidan. La historia aborda el caso un adolescente que va en busca de los restos de su padre que se encuentran en una fosa común, por lo que debe emprender un viaje al norte del país para recuperarlas.
“Quería adentrarme mucho más en la necesidad de este niño de conseguir al padre que nunca tuvo y llenar ese vacío de cariño, de consejos. Cómo nuestra vida depende de esa relación que tuvimos o no tuvimos con un padre y las cosas que hacemos o no hacemos tienen que ver con nuestro padre, ese es el corazón de la historia”, dijo Vigas sobre su nueva propuesta.