LA NACION
La Major League Soccer (MLS) dio un paso firme para procurar aumentar la fluidez del juego que beneficiará tanto a los futbolistas como al espectáculo, al instrumentar una serie de cambios en las reglas, que entraron en vigor esta semana.
Las nuevas normas están diseñadas para que los partidos sean más dinámicos reduciendo los tiempos muertos, y para incrementar la seguridad de los jugadores en el campo.
¿De qué se tratan las nuevas medidas en el torneo cuya zona A lidera el equipo del 10 argentino?
Una de las principales modificaciones es la de la sustitución cronometrada, por la cual un futbolista que es reemplazado tiene un máximo de 10 segundos para abandonar la cancha.
Si no lo hace en ese lapso, su sustituto deberá esperar un minuto hasta poder ingresar al campo. Con eso se procura reducir las interrupciones, mantener cierto ritmo y permitir que el tiempo neto de juego sea mayor.
El árbitro principal tiene la responsabilidad de propiciar que los cambios se desarrollen dentro de ese tiempo establecido, señala la regla. En caso de incumplimiento, el equipo infractor quedará con un futbolista menos durante el tiempo de retención.
Si los reemplazos son múltiples, el tiempo será contado a partir de la última sustitución. Incluso, se exhorta a aplicar a un jugador una tarjeta amarilla si se considera que está demorando. Las excepciones a esta norma son los cambios de arquero y aquellos hechos por lesiones o razones de seguridad.
Aunque los equipos llevan jugadas distintas cantidades de partidos, a raíz de reprogramaciones, la 10ª fecha de la MLS fue el punto de partida para la implementación de la novedad reglamentaria.
Y una estadística sugiere que ya es un éxito: en las 114 sustituciones efectuadas hasta este viernes no hubo ninguna violación a esta norma y se redujo el promedio de tiempo de los cambios de 30 a 10 segundos. En consecuencia, esto último agrega unos tres minutos al juego.
Otra alteración importante en el reglamento refiere al tratamiento a los lesionados fuera del campo. Si un futbolista se queda en el suelo más de 15 segundos, ahora el árbitro detiene el juego y permite que el equipo médico ingrese para evaluarlo.
La medida tiene por objetivo asegurar que los protagonistas reciban la atención médica adecuada de inmediato, minimizando el riesgo de lesiones graves.
Cuando es seguro hacerlo, el jugador presuntamente lastimado es retirado de la cancha y permanece fuera durante al menos dos minutos para una evaluación y una asistencia adecuadas.
El propósito de esta novedad es evitar que los futbolistas pierdan tiempo simulando estar lesionados, ya que la salida del campo los hace dejar con un hombre menos a su equipo durante ese lapso.
Hay excepciones, claro: posibles golpes en la cabeza, lesiones de un arquero, eventos médicos delicados y faltas que conlleven tarjetas amarillas o rojas.
El tercer punto en esta serie de cambios efectuada en medio del desarrollo del torneo estadounidense afecta las decisiones derivadas de las consultas al VAR: serán explicadas y anunciadas por el árbitro al público en el estadio y a los espectadores televisivos. La intención es acrecentar la transparencia en el referato y garantizar que las decisiones del equipo de árbitros sean claras y comprensibles para todos.
Esa medida, con la que está familiarizado el rugby internacional, fue aplicada por primera vez en el fútbol durante el Mundial de Clubes pasado, en el partido que Al-Ahly, de Egipto, le ganó por 3-0 a Auckland City, de Nueva Zelanda.